lunes, 31 de diciembre de 2012

Hare Krishna, George


Muchos pensarán que The Beatles eran John Lennon y Paul McCartney. Representaron la lucha encarnizada de dos egos –asombrosos, todo hay que decirlo– por hacerse con el timón de un grupo que no solo ha dejado huella, ha hecho historia en la cultura. Pero había música más allá de todas sus canciones, que cualquiera reconocería en pocas frases o acordes, y quien mejor representó la tercera vía, esa alternancia a lo establecido, era George Harrison. Su vida y obra pasaba por desapercibida para muchos que hemos mamado el grupo desde chicos, por el canon establecido, pero gracias a Martin Scorsese, melómano extravagante, se ha dado a conocer los pasos del genio creador de Something y Here Comes the Sun.

Living in the Material World (2011) hace un recorrido bastante completo por la vida y obra de Harrison, desde sus modestos orígenes pasando por sus pinitos en The Quarrymen, la llegada a la fama con The Beatles, las drogas y la influencia hindú, los descalabros finales de The White Album y Let It Be y su trayectoria en solitario. Un proyecto ambicioso que entremezcla declaraciones de Harrison, grabaciones caseras y entrevistas a multitud de personas que compartieron escenarios, confesiones, giras y un largo etcétera con él, como Paul McCartney, Ringo Starr, Yoko Ono, Dhani y Olivia Harrison, Pattie Boyd y Eric Clapton entre otros.

A pesar de que Scorsese trata la figura de George Harrison con formalidad, no se puede negar su pasado como beatle, y las polémicas que acabaron con la banda británica daban para muchos más minutos que los que el metraje dispone. Algo más de mala leche y los acordes de I, Me, Mine para explicar el pesar de Harrison por los desaires y discusiones que se extendieron hasta los últimos suspiros del grupo no hubieran venido nada mal. Es increíble comprobar cómo el músico más callado del grupo tuviera tanto por mostrar. Gran parte de los trabajos que dejó en su primer trabajo en solitario, All Things Must Pass (1970), son esbozos y proyectos ninguneados por sus compañeros años atrás. La dulzura con la que trató My Sweet Lord, el cabreo –supuestamente– hecho canción en Wah-Wah, la energía de What Is Life o la solemnidad de All Things Must Pass dan nota de la fuerza imponente de un George Harrison acompañado del estrambótico productor Phil Spector y músicos de la talla de Billy Preston, Eric Clapton, su excompañero Ringo Starr o Klaus Voormann.

Dentro del recorrido biográfico que Scorsese realiza, denota el carácter filantrópico del músico, que le llevó junto a Ravi Shankar a realizar el primer concierto multitudinario benéfico para las víctimas de la guerra en Bangladesh en 1971 en el Madison Square Garden. Su divorcio con Pattie Boyd y su posterior relación con Olivia Trinidad, así como su amistad con los Monty Phyton, quienes le deben en parte el proyecto de La vida de Brian (1979) que él financió hipotecando su casa y su estudio. La tristeza por el asesinato de John Lennon, los altibajos de su carrera curados con su hijo Dhani y con la nueva relación con Bob Dylan, Roy Orbison, Tom Petty y Jeff Lynne con el grupo The Traveling Wilburys. El ataque que tuvo en 1999 y su lucha contra el cáncer, que acabó con su vida el 29 de noviembre de 2001.

El director neoyorquino ha conseguido a la tercera, tras sus trabajos como No Direction Home: Bob Dylan (2005) y Shine a Light (2008), plasmar la esencia biográfica en el género documental. Un núcleo que compacta la música y la cultura de una generación legada a las sucesivas para descubrir la figura de un músico que expresó todo un mundo cuanta mayor era su libertad creativa. Que creía en el porqué de las cosas, en el equilibrio del universo y la causa-efecto y en el amor como bases para hacer el bien, regla que llevó hasta sus últimos días. Hare Krishna.

Datos a tener en cuenta: 
Director: Martin Scorsese
Reparto: George Harrison, Paul McCartney, Ringo Starr, Yoko Ono, Olivia Harrison, Eric Clapton...
Género: documental
Nacionalidad: estadounidense
Duración: 208 aprox.
Clasificación: para todos los públicos
Valoración personal: 10
 

sábado, 29 de diciembre de 2012

La noche más oscura


Todo el mundo se sobrecogió aquel martes 11 de septiembre de 2001 cuando Estados Unidos vivió su jornada más horrible en este joven siglo XXI. Cuando las Torres Gemelas de Nueva York fueron el objetivo de dos aviones suicidas, las miradas de aquel ataque suicida se dirigieron a Osama Bin Laden, quien también estuvo a la sombra del atentado en la misma zona del WTC en 1993. Más de tres mil víctimas, cuatro aviones colisionados, el sistema financiero y militar del país en jaque, y el país de las nuevas oportunidades juraba pagar aquella tragedia con todos los medios a su alcance -bastantes- hasta lograr llegar a la cabeza que ideó todo aquel horror.

Casi diez años después, cuando menos se esperaba, los medios internacionales abrieron el 2 de mayo de 2011 con el anuncio de que Estados Unidos había conseguido llegar al final: habían matado a Osama Bin Laden. Al otro lado de todo aquél tinglado militar, Kathryn Bigelow (Le llaman Bodhi, K-19, En tierra hostil) y Mark Boal vieron como la película que querían hacer contando una misión fallida en búsqueda de Bin Laden en la zona de Tora Bora se convertía de la noche a la mañana en el máximo logro obtenido por la CIA en los últimos años. Una oportunidad que obligó a dar un giro de 360º  reubicando la situación, a cambiar la trama y, obviamente, el final. Menos de un año después de los hechos, y con acceso a documentos clasificados de la operación, con testimonios de los protagonistas que lo llevaron a cabo, el próximo 4 de enero llega a los cines el proceso planeado que se dio para encontrar al enemigo número uno: La noche más oscura (Zero Dark Thirty).

No exenta de polémicas -como el caso de las torturas que se hicieron para sonsacar la información precisa- la producción ha recibido los primeros ataques del Partido Republicano, que lo ven como un hilo argumental en pos de alentar la actividad de Barack Obama, pero la crítica estadounidense ya la ha aclamado como la firme nominación ganadora de los Oscar. A falta de dos meses, y con los Globos de Oro y los BAFTA como antesala, es difícil atinar con el resultado, pero todos destacan el carácter frío, algo sobrio pero fehaciente, que muestra lo nuevo de Bigelow, donde impone carácter la "fiera" que Washington ha trasladado a Islamabad para liderar aquello: Maya (Jessica Chastain). Una mujer sola en un mundo de hienas, pero con carácter más que suficiente para hacerse notar con frases tan contundentes como "I'm the motherfucker that found this place".

Zero Dark Thirty fue el nombre que puso el equipo de los SEAL encargados de ejecutar la misión. En una pesada, como citaban, noche cerrada, había que encontrar y capturar a Gerónimo (nombre en clave de Bin Laden). Quédense con la escena del asalto a la casa, que dejará al espectador sin parpadear atento en su butaca a la historia que todos hemos oído pero no visto, la de cómo murió el mayor terrorista de la historia contemporánea. Quizá con ella se cierra un círculo de diez años de odio descontrolado, momento que algunos han visto en el cine como una particular vendetta saldada.
 

martes, 27 de noviembre de 2012

La tradición del pesebre

Todos los años por estas fechas, para contradecir la norma no escrita de los centros comerciales de adelantarlo a comienzos de noviembre, en mi casa toca desempolvar esas cajas viejas del trastero adornadas con un "peligro, cacharros navideños" que me dan a entender dos cosas: la primera, que el invierno se acerca, y, la segunda, que llegó el momento de hacer las delicias de los más pequeños de la casa, pues llega la Navidad, y con ellos los futuros regalos y la pronta puesta en escena del belén. Como en cada casa, es una particularidad. En el recibidor, sobre una vieja mesa de escritorio y cubierta por papel plata, se intenta recrear una pequeña Belén de hace dos mil años. Aunque intente mantener la tradición, no falta desde hace años el típico muñeco de Messi haciendo aguas mayores así como el pastor de Playmobil, cuyo rebaño se ha extraviado, siguiendo la estela que dejan tres Reyes Magos comprados hace ni se sabe en un todo a cien. Voy colocando las piezas según las descubro de sus envoltorios: un panadero, algunos soldados romanos, la Virgen María, dos angelitos, el niño Jesús... y cuando ando algo preocupado por la tardanza en aparecer del viejo carpintero José, me topo, en un mismo envoltorio, con una mula y un buey. Como el que no quiere la cosa, mi madre me los quita de las manos y los dispone detrás del niño recién nacido, a modo de protección. A todo esto, y desconociendo el tiempo que llevaba viendo la disposición de aquel belén, que aparece mi padre y le replica frunciendo el ceño que así están mal. Mi madre, inteligente y astuta casi siempre, pecó en esta ocasión de inocente y las colocó al revés de lo previsto, delante del niño Jesús. De nuevo, el gesto contradictorio de mi padre lo decía todo: "Encarnitxu, esto no es así". Se produce entonces un intercambio dialéctico familiar, del que no llega a bronca, sobre el asunto, recordando mi padre, para el asombro de mi madre, que había escuchado en el informativo que el Papa había dado a conocer que en aquel humilde pesebre de Belén, Jesús había nacido sin la compañía de dos animales.

Quizá Benedicto XVI lo ha proclamado como una exclusiva a los cuatro vientos, pero la cuestión atrae más la risa que la indignación por este engaño en el que caímos todos a una edad y que tiene más de dos milenios de antigüedad. No creo, pues, que sea el primer misterio resuelto por la Iglesia, pero tampoco que sea la última mentira contada por el negocio papal. Como si de una cortina de humo se tratara, no me planteo buscar razones para entonar el porqué de dicha noticia, más bien el para qué de la misma, con todo lo que está cayendo a su alrededor, en un momento de decadencia de la vocación, con numerosas demandas y conflictos morales. A pesar de ello, que no se avergüence del equipo de investigación que ha sacado a relucir la falsedad del buey y la mula aquel día en Belén, conformado por un mayordomo corrupto y una serie de abruptos superagentes 86. A miles de kilómetros de Roma, de vuelta al hogar, mi padre deja a un lado su discurso informativo, se rinde y deja a su mujer que siga ilusionada con colocar a un buey y a una mula detrás del niño Jesús, por mucho cable de Vaticanleaks que hayan sacado para el asunto, que para eso quien manda en casa es mi madre, y no el Papa de Roma.

martes, 20 de noviembre de 2012

Niebla de noviembre

Como un recuerdo espeso, igual que la niebla que gobierna fuera de mi ventana, me vienen algunos flashes de las charlas distendidas con mi padre, en las que me contaba, entre otras cosas, cómo fue aquella mañana de jueves, en un frío mes de noviembre de 1975, en el que el destino de un país, algo roto en particular, cambiaría. Mucho se habló de qué pasó realmente en aquellos pasillos del Hospital de La Paz el miércoles diecinueve. Yo, tan joven y sin programar en esas fechas, tengo en la hemeroteca de mi particular biblioteca las vivencias de una familia televisiva para ver, con algunas licencias artísticas, cómo fueron esas últimas horas de insomnio, miedo y palos, de rosarios y pingüinos en la televisión. El apunte histórico nos dará que tal día como hoy moría Franco. Otros, pocos en realidad, recordarán que en la misma fecha también lo hicieron José Antonio Primo de Rivera, fundador de la Falange, en una cárcel de Alicante, o Buenaventura Durruti, anarquista, tras las heridas recibidas en la defensa del sitio de Madrid en la zona del Clínico en las cocinas del Hotel Ritz. Pasaron los años, las generaciones cambiaron, y en los libros de historia que nos tocó estudiar se nos reflejaba tal fecha como el final del régimen franquista y el comienzo de una Transición ahora recordada por unos pocos cuya primogénita Constitución anda tan en boga de todos, o de casi todos.

No sé a qué edad se es realmente mayor, a qué edad se chochea contando las batallitas del abuelo, pero si algún día mis nietos me preguntaran "Abuelo, ¿qué pasó el veinte de noviembre?", mi mente vacilaría dos, quizá tres, segundos, y contestaría lo más reciente de mis recuerdos. "Mis padres me dijeron que el cambio a mejor; yo, que el cambio a peor". Llegado a este punto, el lector verá que no hablo de un veinte de noviembre frío, oscuro y de cambio como lo fue el de 1975, sino el noviembre más cercano, crudo y áspero, del 2011, cuando un lumbreras, que para no mentar más de la cuenta omitiré su nombre, decidiera dar con la tecla inadecuada y convocar un 20-N las elecciones generales. Unas elecciones que fueron la ruina de su convocador, pues sumió a su partido y al candidato inexperto que pusieron, en una carrera a contrarreloj para no hacerlo tan mal como esperaban. Pero como fue salir de Málaga para entrar en Malagón, el fracaso sin precedentes que fue nos sumió a todos, o a casi todos, en el gobierno de una oposición hambrienta de victoria, prometiendo el oro (no ya el moro, presente antes de dicha hecatombe) y el cambio a mejor, para sacar a flote al país de la crisis. Como el mesías contemporáneo, barba y seseo incorporado, Rajoy iba a ser la solución. Que el lector se tome una pausa y respire llegado a este punto. Si quiere reírse vilmente está en su derecho. Critique, como yo, esos sueños vacíos que nos prometían, o critíqueme, por no remar en el mismo sentido que todos, o casi todos.

No hemos llegado a un Gobierno de concordia, sino de insatisfacción, insidias y rezos a la Virgen del Rocío. Cuando algo lo haces mal, te lo reprochan y, si eres humano, recapacitas para no volver a repetirlo y hacerlo mejor. Cuando te convocan manifestaciones semana tras semana, con dos huelgas en menos de un año, lo lógico es pararse a recapacitar y corregir el rumbo, no continuar con esta política autista de omitir al pueblo. No se puede esperar a que caiga la lluvia en noviembre para pararse a pensarlo plácidamente, pues es un hecho que algo se está haciendo mal. A saber, unos recortes por aquí (en Sanidad), otros por allá (en Educación), una política fiscal deplorable, la reforma laboral, el paro, los desahucios... Fuera de todos esos brotes verdes que nos prometían los políticos, quizá floreciendo en sus huertos o en sus cuentas bancarias, la sociedad recordará el 20-N por la fecha del cambio con Mariano Rajoy al frente, dejando aquella tan marcada por nuestros padres y abuelos en un segundo plano. A un año de recordarlo, vislumbro en la ventana unos tibios rayos de sol que hacen frente a la niebla, quizá como un pequeño resquicio de esperanza a lo lejos. Habrá que esperar si es para todos, o casi todos.

sábado, 17 de noviembre de 2012

Pero a tu lado, Enrique

Otro año más nos faltas. Tu ausencia se sigue sintiendo trece diecisietes de noviembre desde que te fuiste de repente, sin avisar, sin dejar un adiós. Quizá un recuerdo, un nombre, pero por cómo eras, era comprensible que lo guardaras para tus adentros, en ese lugar que sabías defender a capa y espada de los ataques externos que te atosigaban. No te conocí en vida como para poder recordarte mejor. ¡Ojalá, caballero de la triste mirada! Aunque tú no lo sepas, tus canciones han labrado varias experiencias, han llenado horas de estudio y lectura, han copado ciertas acciones y han hecho que escribiera sobre un vidrio mojado, en algún momento de los últimos años, las cuatro, cinco, seis o siete letras de las chicas que en cierto momento me gustaron.

Hace dos mese pasé delante de tu penúltima morada. Cruzar Espíritu Santo número 23 no estaba en mis planes aquella tarde de septiembre, pero como por cosa del azar, las calles de Madrid me hicieron llegar hasta ese punto donde se apagó tu voz. Triste sol de medianoche el de aquel 17 de noviembre de 1999 en el que no volviste ver amanecer, Enrique... Hijo pródigo de la Movida madrileña, gran amigo de tu Malasaña querida, aún tu recuerdo vive entre los que seguimos la estela de tus secretos. Gracias por dejarnos, musicalmente, estar a tu lado.

miércoles, 31 de octubre de 2012

Cuarto aniversario

Quién me iba a decir a mí cuando inicié este proyecto personal que llegaría tan lejos. Lo que empezó siendo algo pequeño ha escalado hasta alcanzar más de 200 entradas en las que he mezclado los contenidos que me propuse al comienzo del mismo. Cuatro años han pasado desde aquella tarde lluviosa de 2008 que me propuse iniciar Rebuscando el Norte, recién inaugurado el Internet en mi casa. No hay palabras para expresar la satisfacción personal que supone el haber recibido comentarios a lo largo de esta particular historia, de la que han sido testigos más de 24.000 visitas de los cinco continentes. A todos y cada uno de vosotros, mil y una gracias. Gracias por asomaros por esta bitácora,  por este particular diario personal que ha pasado a ser el espejo de este periodista a lo largo de sus años de Universidad.

Eskerrik asko!

martes, 30 de octubre de 2012

Los restos del naufragio


Mientras escribo estas líneas, fuera de mi estudio la lluvia gobierna el panorama que tiñe con un color gris oscuro el cielo de la capital madrileña, a la par que un aire de incertidumbre se despliega en el ambiente, un ambiente que parece tenso para algunos que ven la vida pesar desde su despacho de Ferraz con vistas al Parque de la Montaña. Llueve y llueve, y no parece que el tiempo quiera dar una pequeña tregua. Habrá quién lo agradezca, pero otros acabarán hastiados de tanta agua. Nunca llueve a gustos de todos, diría; algo válido que se asemeja a la situación que vive el secretario general del PSOE, Pérez Rubalcaba, quien observa cómo los viandantes de Madrid corren de un lado a otro de la calle con sus paraguas y cómo el tráfico de una ciudad que no duerme le demuestra el paso del tiempo, tiempo que pasa absorto delante de un cristal con la cabeza gacha jugando a un tres en raya que termina por empatar. Al secretario la suerte le es esquiva hasta en los juegos de toda la vida.

Corren tiempos difíciles en el seno de un partido que, tras una última legislatura para olvidar, empieza a perder el sentido de sus siglas S (por olvidar sus raíces socialistas), O (por traicionar a sus bases obreras) y a hacer aguas con la E (por el baile del sí y el no de un referéndum para Cataluña), quedándole solo la P de partido, que por su bien más le vale guardar la garantía. Con una debacle en Galicia previsible, a pesar de los conxuros a los que se acogieron Rubalcaba y Vázquez, y con un cambio de tornas en Euskadi que deja a Patxi López de capa caída, va siendo hora de la necesitada reflexión interna que se les escapó a la hora de elegir secretario general el pasado año.

No planteo a Rubalcaba como el candidato del PSOE para las elecciones generales del 2015, pues ha agotado los pocos cartuchos que le dejó su antecesor, y nadie tiene más munición que prestarle, pero es que el actual plantel de actores no da para elegir a un candidato capaz de afrontar la situación de crisis económica y social que España atraviesa y que sepa hacer frente a una nefasta gestión del Gobierno con una oposición fuerte, de ataque directo, y menos mimada, descafeinada. ¿Hay algún capitán capaz de llevar el barco a buen puerto?

La particular tempestad que se vive dentro ha abierto varias vías de agua en un PSOE incapaz de reparar sus errores, lo que le llevará a pudrirse cual pecio en el fondo de su desgracia. Para cuando se quiera arreglar ya será demasiado tarde, y no quedarán más que los restos del naufragio. Los distanciamientos entre secretaría y presidencia son un hecho, las disputas entre los varones son algo más que suposiciones y la petición de que rueden cabezas es evidente. ¿Hay algún líder ahí dentro?

Siempre dicen que después de la tormenta vendrá la calma, pero las circunstancias han hecho que se forme una tormenta perfecta que aún puede seguir haciendo mucho daño. Los frentes gallego y vasco fueron la toma de contacto para la prueba de fuego que el secretario general aún debe afrontar, pues el próximo 25 de noviembre Cataluña vivirá un punto de no retorno, al ser evidente una victoria nacionalista en aras a una posible, e indebida dado el discurso de un Mas que vive en los mundos de Yupi, independencia. Lo que planté Pere Navarro será vital para un PSC que “no tira”, como diría Fernández Vara, sino que más bien vaga entre dos tierras: entre la unión y el federalismo y la ruptura con la dirección, discurso que provoca en Madrid jaquecas que ni el paracetamol apacigua.

Les urge bastante buscar las respuestas, pues de nada les valdrá quedar agazapados en sus despachos viendo caer afuera la lluvia. Si no empiezan a mojarse pronto, no harán más que amontonar problemas que tardarán en solucionar en detrimento del cambio. Cambio en el sentido más amplio de la palabra: cambio de líder, cambio generacional y cambio en la oposición. De no producirse, que se alejen de sus cábalas llegar vivos y con opciones para el 2015, pues para antes sus intenciones quedarán en papel mojado, como restos de algo que pudo y no fue al final.

lunes, 29 de octubre de 2012

Yoko Ono, inocente


Cuando los Beatles se separaron en 1970, muchos fueron los que señalaron a Yoko Ono como la detonante de dicho final. A ella la culparon de la mala influencia ejercida sobre John Lennon, y del sonado distanciamiento entre los componentes durante la grabación en 1969 de Let It Be, pero pasadas cuatro décadas de aquello, fallecidos Lennon (1980) y Harrison (2001), y con el recuerdo de la banda presente en una generación entera, el mito queda zanjado: ella no tuvo la culpa.

El encargado de hacerlo oficial, y liberar así de la carga a la artista japonesa, ha sido Paul McCartney, quien se muestra conciliador con el tema y ha salido a defenderla en una entrevista televisiva que se emitirá el próximo mes de noviembre en el programa que David Frost realiza para la edición inglesa de Al Jazeera, y de la que el rotativo The Observer ha adelantado detalles. "Ella no provocó de ninguna manera la ruptura del grupo, el grupo ya se estaba rompiendo. No creo que puedas culparla de nada", afirmó el veterano artista de 70 años, quien añade que Lennon iba a dejar la banda de todos modos. Cara y cruz de un final del que The End y Let It Be dan cuenta de lo que se avecinaba, de la sonada salida del grupo de McCartney el 10 de abril de 1970 y la intentona, no tan conocida, de Lennon en septiembre de 1969, tras las mezclas del disco Abbey Road.

En la entrevista también afirma que Imagine no se puede entender sin la influencia de Yoko, quien participó en su juventud en el movimiento vanguardista Fluxus. "No creo que la hubiese escrito sin ella, por lo que no podría culparla por nada. Cuando apareció Yoko, parte de su atracción fue su lado vanguardista, su manera de ver las cosas. Por lo que ella le mostró a él otra forma de ser, lo que le produjo una gran atracción a Lennon".

Por último, McCartney, quien sacará disco próximamente, avanzó que le gustaría retirarse pronto, apuntando que tal y como se están dando las cosas, "lo podría hacer". En la misma, trató con Frost su lado más personal: la vivencia de la muerte de su madre con 14 años, su matrimonio con Linda y su experiencia como padre y abuelo. Con las declaraciones del ex bajista de The Beatles parece ponerse punto y final a uno de los mitos más sonados de la música de la segunda mitad del siglo XX, del que Def Con Dos intentó convencer a la sociedad con su canción La culpa de todo la tiene Yoko Ono.

Por su parte, Yoko Ono sigue trabajando en un libro biográfico que tratará sus vivencias en la etapa final del grupo de la que, gracias a Paul McCartney, se le absuelve de ser la causante de la separación, cuyos motivos reales aún flotan en el aire. The Beatles, que este año celebran medio siglo del lanzamiento de su primer single (Love Me Do), fue la banda británica más famosa de la década de los años 60, gurús e iniciadores de un movimiento musical que influyó en diversos grupos y generaciones a través de sus temas y sus 21 discos de estudio.

domingo, 28 de octubre de 2012

Periodistas de bandera

Las mujeres, siempre tan prudentes, hacen gala de su instinto para evitar dar dos pasos en falso, faceta que agradeces en aquellas convencidas de su valía, dispuestas a alcanzar sus objetivos no con la rapidez del momento, sino con la tranquilidad y paciencia, cualidad dichosa según la circunstancia, que da esta autopista de peaje llamada vida. Tienen algo especial: una facultad para responder con sus labios a un sentimiento, un halo de misterio con el que atrapan entre sus miradas mil y un deseos y sorprenden en el momento más inesperado, pero también han demostrado en este mundo raro que su carácter y arrojo las hace únicas. No es menoscabo apreciar en una profesión como es la periodística las ganas que le echan, callando las bocas de aquellos desconfiados de su papel en ella. Muchas de las que conozco empezaron con más ánimo y fuerza que nosotros, y hasta el final me han demostrado que mantienen intacto ese sentimiento del periodismo que circula por sus venas. Que asoman negros nubarrones sobre la profesión no pilla de nuevas a nadie, pero que mantengan la confianza de alcanzar sus sueños da cuenta de su fortaleza, de que ni las más adversas circunstancias pueden doblegar el querer llegar a trabajar de redactora en un medio nacional, locutando su propio programa de radio o viajando de freelance por diversos países.

Con la pluma –y por la tecnología el teclado– y el micrófono como armas de guerra han combatido en tantas batallas como sus compañeros de regimiento. Su mayor presencia en las redacciones y en los informativos de televisión, como el caso de La Sexta que lo tiene como marca de la casa, dan muestra de la importancia de su labor en esta profesión, cuya historia tiene aún una deuda pendiente con ellas. Inmersos en el siglo XXI, ya va siendo hora de dejar atrás el pasado, de romper los lastres que portábamos y deshacerse de las barreras y roles tradicionales con los que aún cargan, de que dejen de ser invisibles para muchos que desde arriba ven la vida pasar. Tarea difícil pero no imposible de realizar; merece la pena hacer valer su trayectoria, desde las pioneras como Pardo Bazán hasta las contemporáneas como Maruja Torres o Elvira Lindo, por las conocidas y por las anónimas. Por todas ellas, pasadas, presentes y futuras periodistas de bandera, mujeres que han dado, dan y darán todo su ser por la mejor profesión del mundo, como la bautizó García Márquez.

lunes, 22 de octubre de 2012

Premios inmateriales

Durante mi etapa de estudiante de Secundaria, el instituto al que iba celebraba todos los años, coincidiendo con la festividad del centro, un certamen literario al que me presentaba sin falta, ajeno a los comentarios que me dijeran mis compañeros, reacios a cualquier ápice de cultura. La ilusión con la que modelaba historias en mi cabeza quedaba plasmada en los tres folios que como máximo tenía para contar mi relato, el cual firmaba con un seudónimo, al más noble nombre de Fígaro, para que el jurado dictara sentencia. Al llegar ese momento crucial de saber el ganador del premio, se apodera de ti un particular nerviosismo que te mantiene inerte esperando la respuesta. Las veces que no es tu nombre el que está escrito en el sobre las asumes con entereza, aplaudes a tu rival que se ha esforzado más y ha conseguido escribir una mejor historia. Pero cuando eres tú el afortunado ganador, la felicidad se contagia de uno dejando entrever una sonrisa de oreja a oreja. Recoges dicho premio, sueltas unas palabras de agradecimiento y te marchas entre los aplausos de los presentes. En ese momento no eres consciente, pero el esfuerzo realizado valió para hacerse con él. Siempre he pensado que los premios son recompensa material por el empeño llevado a cabo en la tarea, cuidado con ganas por hacerlo bien, pero parece que todo empieza a cambiar hasta tal punto de andar politizado o bajo la sombra de intereses.

Con la noticia de galardonar a la Unión Europea con el Nobel de la Paz demostraron que no andaba muy equivocado al afirmar que estos criterios están variando. No creo, a pesar de su buena fe, que la actual situación política, económica y social en el continente invite a premiarla, más bien a pensar en un tongo, en un “pucherazo” de tiempos del caciquismo decimonónico. Sea como sea, mi apoyo anda lejos de aquella organización que recompensó la gran labor de la Cruz Roja hasta en tres ocasiones. No negaré, al igual que en otros premios, que haya gente merecedora de ello, pero hay premios y premios. Muchos de los más importantes son inmateriales, tienen ediciones a diario y sus ganadores son anónimos entregados a causas humanitarias. Esa labor ejercida a favor de los más necesitados, sin pedir nada a cambio, es su nominación más segura. No recibirán una medalla con la cara de Alfred Nobel, pero el reconocimiento y el agradecimiento de la sociedad bien valen un premio.

domingo, 14 de octubre de 2012

20

Puedo escribir los versos más tristes esta noche. 

Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada, 
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos". 

El viento de la noche gira en el cielo y canta. 

Puedo escribir los versos más tristes esta noche. 
Yo la quise, y a veces ella también me quiso. 

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos. 
La besé tantas veces bajo el cielo infinito. 

Ella me quiso, a veces yo también la quería. 
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos. 

Puedo escribir los versos más tristes esta noche. 
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido. 

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella. 
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío. 

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo. 

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos. 
Mi alma no se contenta con haberla perdido. 

Como para acercarla mi mirada la busca. 
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles. 
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos. 

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise. 
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído. 

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos. 
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos. 

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero. 
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido. 

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos, 
mi alma no se contenta con haberla perdido. 

Aunque éste sea el ultimo dolor que ella me causa, 
y estos sean los últimos versos que yo le escribo.

Pablo Neruda, 1924
Veinte poemas de amor y una canción desesperada

jueves, 11 de octubre de 2012

Cuídate

Detrás del tiempo me instale; 
ya ves, ni me quejo ni me quejaré.
Mi ser, los recuerdos y alguna canción 
son hoy mi premio de consolación.

Sin ti, ya no podré escuchar a La Buena Vida más,
volver a reírme de aquel final en el que el bueno acaba mal.

Sin ti, ya no regresaré al lugar donde te conocí.
Lo sé, prohibido recordar. Muy bien, seré sincero.

martes, 9 de octubre de 2012

Come together, John

De no ser por aquel fatídico instante delante del edificio Dakota, en el que Chapman disparó a John Lennon, hoy le estaríamos felicitando por su 72º cumpleaños. Cabeza visible del buque insignia que partió de Liverpool al estrellato y a la fama mundial, polémico y genio, el tándem que formó con Paul McCartney ha sido uno de los más consagrados, más trascendente, querido y odiado, del último siglo.

No será el homenaje más laureado de la red, ni el más floral ni el más extenso, pero sí el más sincero en cuanto un seguidor del grupo pretende recordarle.

viernes, 5 de octubre de 2012

Love me do

Quizá no sea la más conocida, la más recordada por los fans, pero sí que fue la primera que los Fab-Four de Liverpool grabaron, catapultando a John, Paul, George y Ringo a la fama como The Beatles, el cuarteto de música más famoso de la década de los años 60. Hoy se cumplen cincuenta años, medio siglo de historia de la música contemporánea, desde que se estrenara este primer single: Love me do.

Compuesta por Paul McCartney en 1958, durante su etapa de estudiante, la insistencia que hicieron John y él fue determinante para que George Martin, su productor, aceptara a grabarla como single. Varias anécdotas rondan sobre esta canción. No se pusieron de acuerdo en seleccionar a un único batería, y grabaron con tres -incluido Ringo Starr- hasta seleccionar al definitivo, así como el toque final de meter la armónica, tocada por John Lennon. La nota histórica está en que la robó de una tienda en Anheim (Holanda). Entonces no lo sabían, pero ese sería el inicio de su historia, que tendría su primer punto álgido un año más tarde, cuando dio comienzo la 'beatlemanía' con aquel She loves you.

martes, 2 de octubre de 2012

Silencio

En los tiempos que corren experimentamos una sensación de agobio, de malestar por el gentío que nos rodea, de pesar por el dominio del ruido en nuestras vidas. Bajar un día cualquiera por la Gran Vía madrileña se convierte en un particular via crucis para el objetos del ruido. No recomendado para los que buscan evadirse del ritmo frenético de una ciudad que no duerme. Si por casualidad una de estas personas se interna en esa particular jungla de asfalto puede verse con la necesidad imperiosa de gritar; un grito ahogado que reclama huir del bullicio en busca de silencio. Un silencio que vendrá a rodearle para tranquilizar su alma.

Véanlo como una virtud. Como la garantía de la calma sosegada en los descansos de nuestros debates internos. Ese escondite personal donde ocultarnos para aparcar los problemas, que esperan fuera a que salgamos a jugar con ellos. También es la biblioteca en la que separamos nuestros pensamientos según la temática de los mismos. Parafraseaba William Shakespeare que "somos reyes de nuestros pensamientos, pero esclavos de nuestras palabras"; o como comentaba mi madre "calla y aparenta ser tonto y no hables confirmando que lo eres". Sabias palabras del refranero popular.

Pero toda virtud tiene su antítesis, y en el silencio encontramos el ring donde tienen lugar las luchas más fieras entre la razón y el corazón, debatiendo con más de un yo por nuestros aciertos y errores. Es un cuchillo de doble filo permanentemente afilado con el que podemos cortarnos constantemente. Si teníamos aquí una pequeña parcela de recogimiento, también puede ser nuestro Némesis. Diversas circunstancias que el lector podrá intuir de estas palabras, pueden hacer que el silencio nos atrape, perdiéndonos en él, secuestrando nuestras palabras y convirtiéndonos en muñecos de trapo.

Amor y odio hacia el silencio. Abarca momentos íntimos en el que los silencios son palabras mudas y los ojos de los testigos son protagonistas de un fotograma para recordar. Pero también puedes marcharte de una discusión manteniendo en el silencio las frases o insultos reservados, mostrando superioridad sobre el enemigo. Pero ante todo, no hay que renunciar a ello. Como animales racionales hemos comprendido a lo largo de las edades -hasta perderse en la noche de los tiempos- que el silencio favorece las preguntas y el pensamiento personal. Bien lo sabrán los pocos habladores, virtuosos del silencio.

viernes, 28 de septiembre de 2012

Una pesadilla de prima

Tomar un café ojeando la prensa del día puede ser una actividad relajada, pero en los últimos meses, más de uno se me ha atragantado al encontrar noticias y más noticias sobre la prima de riesgo. Cuán fastidiosa son estas tres palabras. Algo tan ínfimo en papel provoca jaquecas tan graves que ni el paracetamol ayuda a solventar. Como si de una montaña rusa se tratase, nos hemos acostumbrado a su recorrido, a unas subidas y bajadas sinuosas cuyos mareos han hecho más mella en periodistas que en el Gobierno, que ahí sigue, hablando de ella como si de una conocida de toda la vida se tratase. Tiene guasa que su punto más bajo del año haya sido cuando el Ejecutivo andaba de vacaciones. Por una vez, quizá no me hubiera importado que siguieran así. Pero vuelves a la realidad, cruda realidad, y te das cuenta de que mucha gente desconoce sus efectos, de dónde viene y a dónde nos lleva.

Tratas de ponerle cara a la dichosa prima, y sale la de una malvada, protagonista de un cuento ambientado en un barco llamado “España”, que navega sin capitán por aguas desconocidas al borde del motín de su tripulación y asolado por un mar bravo, picado por las inclemencias de un Banco Central y los abordajes de una canciller alemana. Es una pesadilla que se mueve por parajes oscuros del que no se puede escapar, asolando sin aceptar excusas ni dar compasión. Se ha convertido en el sustituto idóneo del Coco para dar miedo a los niños, y no tan niños: “que sube la prima de riesgo y te comerá”. Dadas las circunstancias, reconozco no ser optimista con el devenir de España, ni con el papel que juegue en él la prima de riesgo. Las directrices tomadas por este Gobierno: los recortes drásticos, la subida del IVA… han ahogado y apretado a la clase media, sustento básico de los mercados.

Con las manifestaciones en contra de los recortes, es normal que los mercados duden en confiar en la marca España, favoreciendo la especulación y la subida de la prima de riesgo, que campa a sus anchas como Pedro por su casa. Pero llegará el día, pasada la tormenta, en el que, tomando el café y ojeando la prensa, me encuentre buenas noticias, aquellas en las que la crisis o la prima de riesgo han pasado a mejor vida. Veré entonces que la pesadilla ha terminado, que despertamos de un mal sueño.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Cuándo y dónde

Le tenía ganas a la nueva -y quizá la última- temporada de Cómo conocí a vuestra madre (How I met your mother). Ayer se publicaba en diversos foros el episodio, y empieza con fuerza el comienzo del fin. He ido erre con erre con el tema de la madre desde mediados de la tercera, cuando el famoso paraguas amarillo hizo presencia, pero hasta entonces todo han sido pequeños detalles sin más que decir. Hasta que llegó este episodio, en el cual -ahora sí- conocemos el escenario del primer encuentro físico de Ted con su futura mujer. Y digo físico, porque aunque no parece que intercalen palabra alguna -habrá que esperar a ver cómo acaba la temporada- sí compartirán andén del tren.

De todos los finales, he de decir que entrará en un particular track 10 de los mejores. Y, nuevamente, la gran baza de la serie sigue siendo el uso acertado de muchas de sus canciones, que adornan la escena. Con respecto al final del episodio, el diálogo que mantiene Ted con Klaus es sublime.

- Tengo solo una pregunta, Victoria parece ser una gran chica, ¿por qué no te querrías casar con ella?
+  Victoria es wunderbar. Lo siento, wunderbar es la palabra para decir en alemán "maravilloso".
- Sí, lo sé.
+ Victoria es en una palabra en alemán: lebenslangerschicksalsschatz, y la traducción más cercana sería "tesoro del destino que perdura para siempre". Y Victoria es wunderbar, pero ella no es mi lebenslangerschicksalsschatz, más bien mi beinaheleidenschaftsgegenstand; ¿entiendes?
- ¿Y cómo sabes que ella no es lebenslangerschicksalsschatz? Digo, no sé, tal vez con el tiempo ella se vuelva más lebenslangerschicksalsschatz...
+ Oh, no, no. Lebenslangerschicksalsschatz no es algo que se desarrolle con el tiempo. Es algo que sucede instantáneamente. Te atraviesa, como el agua de un río después de la tormenta, llenándote y vaciándote al mismo tiempo. Lo sientes a través de todo el cuerpo. En tus manos... en tu corazón... en tu estómago... en tu piel... ¿Te has sentido alguna vez de esa manera por alguien?
- Sí... creo que sí.
+ Si tienes que pensarlo, nunca lo has sentido.
- ¿Y tú estás absolutamente seguro de que algún día lo descubrirás?
+ Por supuesto. Todos lo hacen, eventualmente. Tú no sabes ni cuándo ni dónde.

- Y estaba en lo cierto. Desafortunadamente, el cuándo aún estaba un poco más adelante en el tiempo. ¿Pero el dónde de ésto?

martes, 18 de septiembre de 2012

En directo desde América, otra percepción de La Oreja

Los más longevos del lugar recordarán aquellos dos conciertos que La Oreja de Van Gogh celebró en la capital en 2003: en la plaza de toros de Las Ventas y en el Palacio de los Deportes de Madrid. Ambos espacios fueron grabados y llevados posteriormente a una edición especial CD + DVD que permitió a muchos seguidores visionar las dos horas que el grupo ofreció.

Nueve años después, con seis discos a sus espaldas y con Leire Martínez a los mandos de los donostiarras, el grupo, afianzado como uno de los más aclamados del pop en español en España y Latinoamérica, lanza otro proyecto ambicioso en directo, grabado durante la gira de 'Cometas por el cielo' que les llevó a México y Argentina. El CD contiene 15 canciones, diez de las cuales fueron grabadas en el Pepsi Center de México D.F.; quedando las otras cinco del concierto celebrado en las ruinas Quilmes de Tucumán (Argentina).

El CD + DVD Cometas por el cielo en directo desde América recoge la grabación en directo de lo mejor del repertorio del álbum de estudio Cometas por el cielo (nº1 en España con más de 50 semanas de permanencia en la lista de los más vendidos y Disco de Platino) y algunas de las grandes canciones de su carrera (La playa, Muñeca de trapo, Rosas, El último vals…), mostrando el impresionante momento por el que atraviesa el grupo.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

What is life

What is life es de esas canciones que con una primera escucha da buen rollo y transmite optimismo. Bien sabía George Harrison por qué la escribía. Toda esa creatividad arrinconada en un segundo plano llegaba a aflorar a partir de 1970, y entre las diversas canciones que condecoraron su nueva etapa en solitario, hay que recordar esta, usada por Martin Scorsese en Uno de los nuestros (1990).

sábado, 8 de septiembre de 2012

No miris enrere

No vull dir-te adéu, però és el que hem de fer.
Les coses passen i els nostres camins es separen.
No miris enrere quan marxis, fes-ho per mi.
Saps que estaré mirant de lluny.

I quan tornaré on varem ser, 
serem un dia d'aquests
conversant sota la llum de les faroles amb tu.

lunes, 3 de septiembre de 2012

TVE se renueva con el objetivo de seguir siendo líder


Esta mañana se han presentado en los estudios de RTVE en Torrespaña la nueva temporada 2012-2013, caracterizada por los cambios internos en informativos, así como el cambio de programación. El fichaje más destacado es el del periodista Julio Somoano, procedente de Telemadrid, quien ocupará el cargo de director de informativos. En declaraciones a varios medios, ha prometido que "TVE va a mantener el liderazgo, y no solo en informativos".

Se lleva a cabo una temporada donde han sido más sonadas las bajas que las altas dentro del seno de los informativos de la cadena pública. La salida de Ana Pastor de Los Desayunos el pasado mes de julio sigue estando presente en el ambiente que se respira en Torrespaña, ahora distante, con las ventanas abiertas de par en par para que su sustituta, María Casado, emprenda una nueva etapa intentando superar las cifras y audiencias de Pastor, teniendo el primer plato fuerte de la temporada el próximo lunes 10 de septiembre, al entrevistar al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

Apostar por la cantera, por gente de la casa, sigue siendo una de las marcas de RTVE, quien ha movido las piezas disponibles para variar en las caras de los informativos. Rotaciones importantes como la de Marta Jaumandreu, quien pasa del informativo de desconexión local para Madrid a estar al frente del TD2, en sustitución de Pepa Bueno, quien inicia su andadura al frente de Hoy por Hoy en la Cadena SER.

Ana Blanco repite a los mandos del TD1, líder en su franja horaria, siendo una de las pocas caras visibles de la anterior etapa. Por su parte, Ana Belén Roy, que se encargaba del tiempo en el informativo matinal, pasará a presentarlos junto a Jesús Amor, procedente de los informativos de madrugada del canal 24 H.

Una de las novedades es la renovación de Gente, que pasará a tener a Anne Igartiburu, que deja el barco de Corazón tras quince años en manos de Elena S. Sánchez, como presentadora en un espacio de tres horas que promete entretenimiento y diversión, así como actualidad y entrevistas. Pilar García Muñiz se hará cargo del espacio de análisis El debate de la 1.

Ana Ibáñez, por su parte, seguirá siendo uno de los referentes dentro del canal 24 H, mientras que Marcos López liderará junto a Raquel Martínez el Telediario Fin de Semana. Otra de las caras nuevas en el fin de semana será la de Olga Lambea, quien sustituye a Ana Roldán al frente del histórico Informe Semanal.

Una temporada que viene cargada con varios acontecimientos, desde la situación económica de la crisis pasando por las elecciones autonómicas en País Vasco y Galicia y los comicios generales del próximo mes de noviembre en Estados Unidos. Para el director de TVE, Ignacio Corrales, los informativos "serán abordados con vocación de servicio público". Ha prometido así mismo un crecimiento del esfuerzo en producción con medios internos de TVE que se notará, entre otras áreas, en la apuesta por series de ficción, que se mantendrá.

En próximos días, se procederá a la presentación de la nueva temporada de Radio Nacional de España (RNE).
 

domingo, 2 de septiembre de 2012

Seguimos quedando en el Astoria

Casi cinco años hacen ya de la marcha de la vocalista Amaia Montero de La Oreja de Van Gogh. Lo que fueron en un principio dudas para los cuatro músicos, la situación cambió a mejor en el 2008 gracias a Leire Martínez. Obviamente, esta entrada escueta, sencilla y breve esconde mucho más de estas ínfimas frases. A las cinco en el Astoria marcó aquel 2 de septiembre un punto y seguido en el devenir del grupo. Un parón significativo para los que hemos seguido a los donostiarras desde sus inicios. Nuevas canciones, nuevos temas y nueva voz. A las cinco en el Astoria cambió, por obligación, la consideración del grupo y a muchos les demostró que estaban más vivos que nunca.

Marco con especial cariño El último vals. Por las vivencias que esta canción me trae. Aquel primer single con Leire es imposible de olvidar. Quizá como un canto de despedida a la etapa anterior, sin resentimientos; pero esperanzados por el camino que, cuatro años después, siguen recorriendo Leire, Álvaro, Haritz, Xabier y Pablo.

viernes, 24 de agosto de 2012

El Athletic se redime de sus fantasmas


Será porque Bilbao vive a lo grande su Aste Nagusia, por la necesidad imperiosa del equipo de Marcelo Bielsa de olvidarse de la nefasta visión del pasado domingo ante el Betis o la obligación de darse una satisfacción y alejar a los fantasmas que rodean a los leones. Una mezcla de todas ellas marcó La Catedral, que se presentó como el escenario idóneo para una noche mágica, de buen juego y con goles.

Los primeros quince minutos del juego fueron un perfecto monólogo del Athletic, que hizo las delicias de la grada, quien aplaudía cada pase y jugada peligrosa que terminaba en el área rival. Con una posesión cercana al 75%, el HJK Helsinki era incapaz de mostrar algo, un poco siquiera, de peligro. Lejos de hacer daño, se comportaba como un pato mareado, toreado con maestría por diez leones que tenían muchas ganas de diversión. En el 10', Óscar de Marcos tuvo la primera oportunidad para la zaga local, aunque erró al marchar su disparo por un lateral de la portería de Wallén.

Una jugada iniciada por Andoni Iraola en la banda derecha terminó en un gran centro que Aduriz cabezeó a la escuadra, dejando el primer tanto de la noche. El donostiarra volvió a mostrar en su antigua casa la garra con la que define en el juego aéreo, marcando su primer tanto en Europa. La Catedral quería más y más, y fue Markel Susaeta quien daba la tranquilidad a su equipo cinco minutos después con otro cabezazo tras un córner sacado por Iñigo Pérez.

Tras otra oportunidad fallada por Aduriz, una falta en el 42' al equipo vasco lanzada por Iñigo Pérez ponía el 3-0 en San Mamés, desatando la fiesta en Bilbao. El disparo directo y certero del pamplonés dejó helado al meta finlandés, quien vio quieto como el cuero se colaba por su diestra. Con una ventaja más que tranquila se llegaba al descanso del partido. Y si tres no eran suficientes en el marcador, en el arranque de la segunda parte, Aduriz volvía a poner por delante a su equipo gracias a un centro de Isma López.

El Helsinki seguía sin poner los pies sobre la tierra y ver la cruda realidad que tenía ante sus ojos. La falta de posesión y de oportunidades con peligro eran aprovechadas por los leones para ejercer su buen juego y tener más oportunidades de peligro. En el 57', de nuevo Susaeta marcaba el 5-0, dejando más que sentenciada la eliminatoria. Mientras San Mamés vivía su particular fiesta, coreando 'Atheltic, Athletic', Marcelo Bielsa ejerció los tres cambios sacando a Muniain, Ibai Gómez y al joven Ruiz de Galarreta, en sustitución de Susaeta, Aduriz y Ander Herrera respectivamente.

Con el partido a punto de terminar, el Helsinki gozó de una clarísima oportunidad para hacer gol. Un disparo desde el centro del campo de Sakari Mattala casi sorprende a Iraizoz, quien adelantado acertó in extremis a tocar el balón hacia arriba, rebotando en el larguero. A falta de cinco minutos para el añadido, era Iraola quien marcaba el sexto gol, dejando patidifuso al rival y alentando en la moral bilbaína.

Un claro juego, set y partido para el Athletic Club que aleja los fantasmas que rondaban Lezama tras la derrota contra el Betis (3-5), ante la posible salida de dos de sus estrellas. A pesar de los gritos proliferados por algunos componentes del Herri Norte de 'Athletic sin mercenarios' e '¿Y Llorente qué?', gran parte de la grada respondió con pitidos a las provocaciones.

Con este buen resultado, el actual subcampeón de la Europe League encarrila su último escollo de play-off para asentarse en la fase de grupos. Golpe de autoridad que da sobre la mesa el Athletic Club, quien obtiene así su mayor victoria en casa en competición europea, siendo la segunda mejor marca tras el 1-7 cosechado ante el Standard de Lieja en 2004, cuando entrenaba Ernesto Valverde.

Onces:
Athletic Club de Bilbao (Marcelo Bielsa): Iraizoz, Iraola, San José, Gurpegi, Iñigo Pérez, Iturraspe, De Marcos, Herrera (Ruiz de Galarreta, min. 73), Susaeta (Muniain, min. 68), Aduriz (Ibai, min. 59) e Isma López.

HJK Helsinki (Anti Muurinen): Wallén, Lahti, Lindström, Mannstrom, Väyrynen (Zeneli, min. 64) Sumusalo, Perovuo, Savage, Sorsa, Schüller (Mattila, min. 46) y Sadik (Makela, min. 70).

Árbitro: Bülent Yildirim (Turquía). Amonestó con amarilla a Mathias Lindström.

Goles: 1-0, min. 24: Aritz Aduriz. 2-0, min. 30: Markel Susaeta. 3-0, min. 42: Iñigo Pérez. 4-0, min. 49: Aritz Aduriz. 5-0, min. 57: Markel Susaeta. 6-0, min. 83: Andoni Iraola.

Incidencias: Estadio de San Mamés, unos 25.000 aficionados. Partido correspondiente a la ida del play-off de la Europe League.

jueves, 16 de agosto de 2012

Ecuador concede el asilo a Assange y Reino Unido intenta evitar su salida


Tras más de cuarenta y ocho horas de silencio, el ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, Ricardo Patiño, ha dado a conocer a través de Ecuador TV que su país concederá el asilo diplomático a Julian Assange, quien sigue refugiándose en la embajada londinense desde el pasado 19 de junio.

Ante los diversos medios de comunicación internacionales presentes en la Cancillería, Patiño ha informado de tal concesión a través de un discurso, en el que se han dado once puntos básicos defendiendo tal decisión. Amparándose en el derecho internacional, y en las posibilidades -punto quinto del discurso- de ser extraditado a Estados Unidos “sin las debidas garantías para su seguridad e integridad personal, en la posibilidad de que no reciba un juicio justo y ser juzgado por tribunales especiales y sufrir un trato degradante”, Ecuador abre la puerta a que en los próximos días Assange vuele al país latinoamericano.

En dicho discurso, han alabado su labor como fundador y principal divulgador de WikiLeaks, más cuando destapó en Ecuador una trama de corrupción que llevó a la expulsión del embajador estadounidense. Abrieron su defensa destacando su papel como “profesional de la comunicación, galardonado internacionalmente por su lucha a favor de la libertad de expresión, la libertad de prensa y de los derechos humanos”.

Tras conocerse la concesión del asilo, algunos de los asistentes a la rueda de prensa en rompieron a aplaudir, haciéndose eco Twitter a los pocos instantes. El propio Julian Assange, desde su cuenta en la famosa red social, daba las gracias, en castellano, a Ecuador por la decisión tomada.


De rumores a hechos
Pocas horas después del anuncio del ejecutivo de Correa de responder esta semana a su solicitud, en Twitter ya circulaban los rumores adelantados por ‘The Guardian’, cuyas fuentes consultadas aseguraban un final positivo a esta historia. De hecho, ‘Assange’ seguía siendo Trending Topic hasta bien entrada la noche del martes a nivel mundial. A pesar de que eran varias las voces que daban por sentado la respuesta de Quito, hasta que el ministro Patiño ha hablado, nadie podía confirmar nada.

El principal obstáculo: Reino Unido
A pesar de la puerta que se le abre a Assange, la historia puede todavía complicarse gracias a Reino Unido, quien no tiene intención de dar el brazo a torcer. No es ya sólo por la sentencia que firmó el Tribunal Supremo de dicho país, sino por la “obligación legal” que dicen tener para extraditarle a Suecia para ser juzgado por los dos delitos de abusos sexuales.

En la rueda de prensa, el ministro Patiño rechazó la “amenaza explícita” expuesta ayer por autoridades británicas amenazando con irrumpir en la embajada ecuatoriana de la metrópolis para detener a Julian Assange, quien violó la libertad condicional que se le concedió para protegerse de ser extraditado al país escandinavo. Según el Ministerio de Exteriores, de llevarse a cabo las acciones británicas, se estaría incumpliendo la Convención de Viena (art. 22) y la Carta de Naciones Unidas (art. 2.4.) al establecer las normas internacionales “la inviolabilidad de los locales de las misiones diplomáticas, de forma que no puede irrumpirse en ellos sin la autorización del Estado acreditante”, algo que Ecuador no piensa hacer.

Lo cierto es que Julian Assange tendrá una salida difícil. Lejos de un camino de rosas, su salida puede conventirse en una persecución por las calles londinenses. Cuando pise suelo británico, fuera de la embajada, los agentes pueden hacer presente su potestad y detenerlo. Ecuador sopesa la idea de darle un particular salvoconducto con estatus diplomático, aunque la policía no vería validez en ello. Una opción viable, aunque no entraría en los planes, sería alargar su estancia en la embajada. Uno de los casos más conocidos fue el del cardenal húngaro József Mindszenty (1892 - 1975), quien se refugió en la embajada estadounidense tras la invasión soviética de Hungría por más de diez años.

Con todas las cartas puestas sobre la mesa, Baltasar Garzón, quien lidera su defensa, asegura que Reino Unido está obligado a conceder un visado a su cliente para salir del país. De negarse dicha petición, ha mostrado su intención de acudir a la Corte Internacional de Justicia. En las últimas horas ha recordado que el país debe “cumplir con la Convención del Refugiado y respetar el riesgo que corre una persona víctima de una persecución política”.

Amnistía Internacional, por el contrario, ha comunicado que no comparte la visión de Ecuador y entiende que su asilo político no está justificado, defendiendo su extradición a Suecia para “investigar los supuestos delitos sexuales”. Otro cantar será qué pasaría si desde allí deciden enviarle a Estados Unidos para ser juzgado.

El antecedente contradictorio: Pinochet
Si con Assange parece que Reino Unido está firme en la decisión de extraditarlo a Suecia, hay un antecedente a analizar la contrariedad con la que el gobierno de Su Majestad puede actuar: el caso de Augusto Pinochet, en el que también intervino el magistrado Garzón. Se pidió formalmente su extradición a España tras su arresto en Londres para ser juzgado por genocidio durante la dictadura chilena (1973 – 1990). Tras un primer movimiento favorable británico, el gobierno del laborista Tony Blair anuló dicha sentencia y permitiió marchar libre a Pinochet a Chile en el año 2000.

martes, 14 de agosto de 2012

Assange sabrá sobre su asilo político esta semana


El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, ha confirmado en una entrevista a Ecuador TV que su Gobierno está ultimando la resolución con respecto a la solicitud de asilo político de Julian Assange, periodista y fundador de WikiLeaks. Su Ejecutivo ha alegado tanto retraso a la petición debido a la postura adoptada por Suecia, donde reclaman su extradición por varios delitos sexuales.

El que sigue siendo uno de los hombres más temidos por el gobierno estadounidense debido al escándalo de los cables diplomáticos gracias a WikiLeaks, y portada de la revista TIME, lleva refugiado en la embajada ecuatoriana en Londres desde el pasado mes de junio, temeroso de que Suecia y Estados Unidos coordinen una operación extraordinaria para su extradición.

Assange, interno en el ojo del huracán mediático, odiado por muchos y querido por otros tantos, lleva viviendo estos últimos meses entre la espada y la pared, entre la condena y la resolución por parte de Ecuador de su caso. Cuando el pasado mes de febrero, el Tribunal Supremo del Reino Unido aprobó su extradición a Suecia las cosas empezaron a torcerse. Julian Assange, de 41 años, “no teme” ser extraditado a Suecia, pero entiende que la fiscalía del país escandinavo, donde “no recibiría un juicio justo”, desoirá los argumentos de su defensa, liderado por el magistrado Baltasar Garzón, y no pondría impedimentos en ceder el relevo a los Estados Unidos para juzgarle.

“Cruzar el charco” para Assange será la antesala de su debacle. La enemistad confesa de varios sectores de la política conservadora en los Estados Unidos contra el australiano hace que su seguridad peligre nada más pisar suelo estadounidense debido a la “persecución política” que lleva recibiendo. No es sólo la constancia de que pueda verse acusado por los delitos de espionaje, traición y colaboración con el enemigo, sino la realidad de que en algunos estados la pena máxima sigue siendo la de muerte.

Es por ello que aboga por jugar su última carta, la del asilo político en Ecuador, lo que ya ha levantado ampollas en Estados Unidos, cuyas relaciones con el país andino parecen volver a ser normales tras las polémicas desveladas por WikiLeaks. A raíz de un cable desvelado en el periódico EL PAÍS sobre una supuesta trama de corrupción política en Ecuador, se dio pie a la expulsión del embajador estadounidense en Quito, Heather Hodges; cuya respuesta por parte de Estados Unidos fue la misma.

En una entrevista posterior a esta expulsión, realizada por la cadena Russia Today, el fundador de WikiLeaks habló con el presidente Rafael Correa sobre la expulsión del embajador estadounidense, así como de las diversas revueltas en la capital ecuatoriana y la presencia estadounidense en Latinoamericana. Tras una conversación cercana a la media hora de duración, Assange vio ante sí un pequeño atisbo de esperanza.

Con anterioridad, Rafael Correa defendió públicamente a Julian Assange asegurando que “estamos abiertos a darle la residencia de Ecuador, sin ningún tipo de problema”. En caso de confirmarse, Correa recibirá con los brazos abiertos al “club de los perseguidos”, como se despidió de él en la entrevista, a una de las personas más polémicas de los últimos años, cuya vida y obra daría para más de una película.

sábado, 11 de agosto de 2012

Turismo de Euskadi

Desde hace años tengo un affaire con Euskadi. Es algo que difícilmente sabría explicar con palabras. Son bastantes años de relación directa-indirecta con aquellas tierras del norte, ahora tan lejos para mí. La primera vez que viajé solo a visitar aquello, a ver a mi familia, fue una sensación única. Sensación privilegiada que me permitió conocer Bilbao, Donostia y muchos rincones secretos que andan repartidos por su geografía.

Una tierra única, diferente, con mucho que decir y aún más por contar. Una tierra donde el azul del cielo se funde con el verde de los prados. Donde el viento acoge mil y una formas, y siempre hay lugares por descubrir.

Aprovechando el comienzo de la Aste Nagusia donostiarra, qué mejor que promocionar nuestra segunda casa. Estáis invitados. Si algún día tenéis intención de visitar Euskadi, os sorprenderá.

viernes, 3 de agosto de 2012

'Prometheus', el viaje de Scott al origen de Alien


Si hay alguien que puede levantar pasiones y acumular críticas sin perder el compás, ese sería Ridley Scott (30 de noviembre de 1937). Sólo aquellos que marcan su impronta, un sello personal en varias generaciones de cinéfilos, puede merecer el respeto que le precede. Autor de mitos del séptimo arte como Alien: el octavo pasajero (1979) o Blade Runner (1982), su carrera ha experimentado los altibajos de muchos directores –proponga uno sólo cuya carrera ha sido una estela ascendente–, pero no por ello ha perdido las ganas y la ilusión de llevar sus sueños o proyectos a la gran pantalla.

Forma parte de la quinta –amplia– que no ha subido al escenario a recoger el Oscar, pero pocos tienen el honor de ser el “ingeniero” de elementos visuales que cambiaron la forma de pensar de muchos, en pleno auge del imperio Jobs. A él, a ese perspicaz ingenio británico, más de uno le debe su afición a Apple gracias a su anuncio de 1984.

Tres décadas después de levantar el vuelo de la Nostromo, Scott aterriza con la tripulación de la Prometheus, dispuesto a desvelar algunas incógnitas del mundo Alien. Dicen que “la curiosidad mató al gato”. Pues bien, si el felino de Sigourney Weaver tuvo sus más y sus menos a la hora de toparse con la bestia de Alien, Scott da una vuelta de tuerca en su propio universo y presenta en Prometheus a la curiosidad hecha persona, a la reencarnación de la teniente Ripley y heroína del siglo XXI, la arqueóloga Elizabeth Shaw (Noomi Rapace).

El espectador verá ciertos elementos de la franquicia, guiños a esa particular “cadena de ADN de Alien”, pero Prometheus está concebida como algo independiente, una historia única desde el principio, aunque los aires de precuela dominen. Lo que supone el regreso de Ridley Scott a la ciencia-ficción es el resultado más ambicioso del género en años. Un proyecto que fue tentado a algunos directores. Antes de relanzarlo, Scott propuso a Carl Erik Rinsch como director de la película, idea rechazada por la insistencia de la 20th Century Fox hacia Scott. No fue el único, pues James Cameron, quien mamó en sus comienzos del universo Alien, estaba en aras de desarrollar una quinta película para y ahondar en el origen de los xenomorfos. Todo quedó en saco roto al conocer que Scott tenía todas las papeletas para retornar con el proyecto de Prometheus bajo el brazo.

Scott presenta en el espacio una realidad oscura y un poderío visual a la que tiene que hacer frente la expedición de Shaw, encabezada por la figura corporativa Meredith Vickers, en otro papel asombroso de la sudafricana Charlize Theron, junto a Michael Fassbender como el androide David. Un plantel de actores de primera, liderado por uno de los iconos en la dirección del séptimo arte para una precuela de un mito cinematográfico, considerada uno de los estrenos más esperados en el 2012. Elementos que por separado animan a pensar en algo grande, conectados entre sí sólo pueden llamar a la buena suerte y al triunfo en taquilla.

Un origen “divino” para algo maldito
La mitología griega dejó el legado de Prometeo, y Scott ha sido el encargado de darle forma en la gran pantalla. El titán que dio origen a la raza humana por encargo de Zeus, declarado en rebeldía tras robar el fuego del Olimpo. Dando sentido al nombre de la nave, enviada en busca del origen de la humanidad, el director británico pone sobre las mesas las respuestas a algunas preguntas no resueltas en 1979, en especial sobre los Space Jockeys.

El padre fundador, sumo creador, del universo Alien, concluye que estos “ingenieros”, fueron los encargados del soplo de vida que pobló la Tierra, cuyas pruebas fueron recogidas en diversas expediciones arqueológicas alrededor del mundo miles de años después por la expedición de Elizabeth Shaw.

Como si de un catastrófico error se tratara, plantearon destruir la civilización que habían creado, siendo víctimas de sus propia construcción. Damon Lindelof, co-guionista (junto a Jon Spaiths) de Prometheus y creador de la serie Lost, defendió antes de su estreno en Estados Unidos la peculiaridad de los Space Jockeys, a los que identifica como humanos, en una mayor dimensión, “pálidos, sin pelos y ojos negros”. La reconocida imagen del alienígena exoesquelético de Alien: el octavo pasajero era el traje de astronauta de uno de estos “ingenieros”.

Prometheus, una misión complicada
Toda misión que tenga como objetivo conocer los orígenes de la humanidad no puede acabar bien. Siempre habrá algo –o alguien– que tenga el objetivo de atrasarlo y destruir las pruebas. Prometheus comprende la realización y visión futurista de una de las preguntas más importantes de la humanidad, el súmmum de la existencia que, sin entrar en materia filosófica, plasma en algo más de dos horas. Si uno juega con fuego, al final acaba quemándose. Scott ya avisaba en la presentación ante los medios: “[la película] hace referencia a la saga Alien, pero gira en torno a otra idea: uno no va por ahí jodiendo a los dioses”. Pero si uno termina por experimentar con ciencia y religión, la mezcla puede ser volátil, explotando por la inestabilidad de esa prueba. Explorar los límites de la fe, llegar a confines insospechados para obtener respuestas y sacrificarse por ellas es algo que mezcla el papel de Noomi Rapace, “una creyente, con fe y buen corazón”. “Una dualidad compleja y enriquecedora”, como añadió la actriz sueca.

A pesar de la complejidad con la que puede sonar el planteamiento de Prometheus, que rodó en los estudios Pinewood (los mismos del agente 007) y en exteriores en Islandia, Scott ha cosido la historia de tal manera que el espectador disfrute de una historia hecha tanto para el seguidor y conocedor de la saga Alien como para el que desconoce todo. Aún lejos de avanzar algo, si se confirman rumores y éxitos en taquilla, las posibilidades de una secuela serían bastante amplias, y sería la 20th Century Fox la encargada de dar luz verde a un nuevo proyecto. Algo lejos de la mente de Scott actualmente, pero quizá viable a finales de año o en el 2013.

La vuelta de Ridley Scott a la gran pantalla es una buena noticia para la industria, para los miles de seguidores de su estilo y. más aún, para los que han esperado desde la última de Jean-Pierre Jeunet para ver algo formal de la historia original. Contemplar algo innovador, los inicios de este particular universo, los pequeños comienzos de algo grande, así como ver a Noomi Rapace en la piel de la nueva teniente Ripley, a Michael Fassbender o a Charlize Theron como la mala de turno, son algunas de las muchas bazas con las que la nave Prometheus emprende el rumbo hacia el origen del mal.

sábado, 28 de julio de 2012

Hey Jude

Tras más de cuatro horas de asueto y deslumbre por la capital británica, tras una ceremonia que gustó y disgustó a partes iguales, tras un pase triunfal de 204 delegaciones nacionales, en la que hay que alabar la lucha por la igualdad de sexos -al incluir todas ellas mujeres entre sus participantes- y el encendido del pebetero olímpico en Londres, llegó un momento delicado, de aquellos que recordaré como seguidor de aquel grupo que alumbró con su música mucho antes de su nacimiento, y aunque eché de menos a Starr anoche, Paul McCartney dio una clase magistral de que el espíritu de The Beatles aún sigue vigente. John y George desde el cielo, allá donde estén, acompañaron a las guitarras un momento coreado por millones de personas en todo el mundo.
Con especial dedicatoria, Hey Jude.

domingo, 22 de julio de 2012

Un épico desenlace para el caballero oscuro


Gotham vive tiempos tensos. Puede que tras ocho años de ausencia, sin Joker ni Harvey Dent, la estela de Batman se haya apagado, pero en tiempos de tormenta, hay que prepararse para todo, incluso para cerrar la trilogía. Chris Nolan no tenía pensado echar el guante a una nueva entrega de El caballero oscuro, pero es lo que tiene ser creador de una factoría tan rentable, hay que ponerle la guinda al pastel.

Una trilogía que el director británico ha parido desde el papel, en el que ha dejado marcado un sello personal en sus páginas. Cada acción, cada momento de tensión, cada villano, cada relación de soledad, sentimientos y tormentos interiores… Nolan ha acercado al espectador al Batman más humano de todas las entregas realizadas, la más creíble y la más sofisticada. Ya no es sólo la historia, de la cual se desata en un guión pensado para enmarcar, es todo lo que rodea. Si por la vista entra mejor, qué mejor que destacar su fotografía, montaje y, obviamente, los efectos especiales. Sin olvidar a un gran maestro de ceremonias como es Hans Zimmer, capaz de enganchar con cada una de sus composiciones.

El espectador de El caballero oscuro: la leyenda renace es partícipe de un drama épico, acorde a las circunstancias; un testigo único de la última batalla del bien contra el mal.

Nolan no sólo deja una historia oscura, con algún fantasma del pasado, también unos personajes notables, con sobresalientes secundarios. Mención aparte la de Christian Bale, unas palabras bien se merece la nueva incorporación, Joseph Gordon-Levitt. Un personaje con mucho que decir, que si bien puede tener poca presencia en toda la película, cada aparición suya deja el listón muy alto. Igual, incombustible Gary Oldman. El viejo inspector aún tiene mucha guerra que dar, al igual que Sir Michael Caine, señor donde los haya que para muchos seguirá siendo Alfred. Todo ello sin omitir la participación de las dos secundarias en acción: Marion Cotillard (Miranda Tate) y Anne Hathaway (Selina Kyle y Catwoman). Mención para Hathaway, que consigue redimirse como la fiel escudera de Batman en la película, y aunque su fichaje fue anunciado a bombo y platillo, quizá algo más de protagonismo no le hubiera venido mal.

En definitiva, Chris Nolan ofrece más de dos horas y media de trepidante acción, ayudado con algunas escenas graciosas para romper el hielo, pero todo bien el hilado para dejar al espectador pegado a la butaca, prestando atención a cada detalle, a cada gesto, a cada minuto de un final de saga imposible de olvidar

Datos a tener en cuenta:
Director: Christopher Nolan
Reparto: Christian Bale, Anne Hathaway, Tom Hardy, Gary Oldman, Marion Cotillard, Michael Caine, Joseph Gordon-Levitt, Morgan Freeman...
Género: acción, thriller
Nacionalidad: estadounidense
Estreno en España: 20 de julio de 2012
Duración: 165 aprox.
Clasificación: no recomendada para menores de 12
Valoración personal: 9,5
 

lunes, 16 de julio de 2012

Navas de Tolosa, una victoria decisiva


Tras cinco siglos de presencia musulmana en la Península, el fenómeno de la Reconquista estaba en un momento determinante. El seguir avanzando hacia el sur conllevaría la reducción del poder almohade en la Península, recuperando el territorio perdido desde el 711, cuando Don Rodrigo se vio sentenciado en Guadalete. 500 años de coexistencia, entre la paz y la guerra, deberían cerrarse para uno de ambos bandos, vencido por el rival más fuerte, quien terminaría por escribir su nombre victorioso en la historia de España.

Fue en 1212 cuando en Navas de Tolosa se dio el primer gran movimiento promovido por la unión de los reinos cristianos de la Península. Baza jienense importante por su situación cercana a Sierra Morena, fue el paso previo para la caída de los almohades y la desintegración de la unión musulmana.

Historiadores y cronistas de la época concuerdan en catalogar a ‘La batalla’, llamada así en las crónicas del siglo XIII, como algo decisivo para el interés cristiano, del que sacó mayor tajada Alfonso VIII de Castilla, quien vio extendidos sus dominios tras la contienda. El antecedente directo para entender la importancia de la batalla de las Navas de Tolosa está en lo acaecido en Alarcos (Ciudad Real) en 1195. Posiblemente, la derrota más dolorosa para el rey castellano, en el que no sólo se perdieron miles de hombres, también la oportunidad para avanzar terreno y echar a los almohades de la Península. Dicho retroceso llegó a amenazar al valle del Tajo y a la mismísima ciudad de Toledo. El entonces califa almohade, Abu Yaqub Yusuf al-Mansur, capitaneó a sus tropas hasta meter el miedo a Castilla, Navarra y Aragón, quienes tuvieron que firmar la paz. Su sucesor, Muhammad Al Nasir, preparaba en 1212 una gran ofensiva que pretendía finiquitar el trabajo iniciado por su predecesor. Las noticias de un avance de las tropas almohades aunaron fuerzas para enfrentarse a ellas.

La unión previa
Alfonso VIII de Castilla, decidido a redimirse de la derrota de Alarcos, lideró la mayor contienda celebrada en el siglo XIII. Apoyado por el arzobispo de Toledo, Rodrigo Jiménez de Raday, así como por el papa Inocencio III, al que pidió la predicación de Cruzada, busco aliados entre los reinos cristianos. Así pues, se le unieron Pedro II de Aragón y Sancho VII de Navarra, así como las órdenes militares de Calatrava, Malta, Santiago y del Temple.

Los efectivos se ampliaron gracias a los refuerzos enviados por Alfonso II de Portugal, yerno del rey; así como por los voluntarios europeos (franceses, alemanes e italianos) y los cedidos por Alfonso IX de León, quien quería como aval para participar la devolución de sus territorios por parte de Castilla. En números, se hablaría de unos 70.000 soldados, si bien las cifras históricas constataron algo más del doble.

Toledo marca el camino
Ganada por Alfonso VI, en Toledo mandó reunir Alfonso VIII a todas las huestes a comienzos de verano de 1212. Tras el avance hacia el sur y la conquista de Malagón (Ciudad Real), gran parte de los voluntarios europeos –llamados ultramontanos– decidieron desertar debido a las condiciones climáticas de la estepa manchega y a la oposición a varias de las órdenes de Alfonso VIII. A pesar de la deserción de la gran mayoría de estos auxiliares, el grueso del ejército seguía fiel al objetivo, y a última hora se les unieron 200 caballeros navarros apoyados por Sancho VII.

Se conquistó Calatrava a los pocos días de Malagón, y en la jornada del 12 al 13 de julio, se acercaron al actual municipio de Santa Elena (Jaén), cerca de donde las tropas almohades esperaban la orden para avanzar.

La espera antes del combate
El monumento de Navas de Tolosa,
en La Carolina
Santa Elena goza, hoy en día, de una situación estratégica única. Paso natural entre Ciudad Real y Andalucía, por sus terrenos pasa el río Despeñaperros, cuyo desfiladero anda cercano. Cuenta la leyenda que los ejércitos cristianos sorprendieron a los infieles gracias a la ayuda de un pastor de la zona, Martín Halaja, que era buen conocedor de varios pasos en Sierra Morena, llegando a indicar a los caballeros de Diego López II de Haro, señor de Vizcaya, el adecuado para situarse cerca del flanco occidental del campamentos almohade, en una meseta actual llamada Mesa del Rey. Hoy, desconocida por muchos dicha leyenda, un monumento en La Carolina recuerda la historia de aquel joven pastor.

Claro que esto forma parte de una leyenda, si bien no hay base histórica cierta que avale la existencia de dicho pastor, al que llegaron a confundir (como pasaría en varias ocasiones posteriormente) con algún santo que protegía dicha campaña, en este caso San Isidro.

Con un calor sofocante, propio del sur peninsular en verano, las tropas tuvieron algunas escaramuzas a su llegada con las tropas mandadas por Al Nasir. El cúmulo de condiciones climáticas, mezclado con las ansias por acabar con el objetivo y el miedo a posibles deserciones debido al estacionamiento, fueron algunos de los desencadenantes de la batalla del lunes 16 de julio de 1212.

No se sabe muy bien cómo transcurrieron las horas previas. Muy probablemente fueron horas de tensión, con fogatas frente a las tiendas, testigos mudos de miles de soldados y nobles velando armas y rezando frente al capellán que les santigua antes de entablar combate contra los infieles. Horas antes de sacrificar sus vidas en aquella Cruzada.

Tres contra uno
Miramamolín, como llamaban los cristianos al califa Al Nasir, tenía dispuesto para esa mañana más de 120.000 efectivos listos para combatir. Su ejército estaba conformado por auxiliares procedentes de diversas partes del Imperio almohade: infantería marroquí, voluntarios andalusíes, caballería africana y mercenarios turcos, libios y egipcios, además de la Guardia Negra, contingente procedente de las tierras de Senegal, cuya fiereza en el combate la hacía bastante peligrosa. En primera línea se dispuso a los andalusíes y mercenarios, grueso de su formación, apoyados en segunda línea por el resto de tropas almohades y los arqueros, flanqueados por caballería bereber.

Al otro lado, se encontraban tres reyes. Tres con un objetivo en común, la de vengar la derrota de Alarcos y cercar el poderío almohade. Cada uno: Alfonso VIII de Castilla, Pedro II de Aragón y Sancho VII de Navarra, presentaron batalla dejando atrás sus ambiciones personales y las de su reino para luchar contra el único enemigo que allí valía, el presente desde hacía casi cinco siglos en la Península.

Divididos en tres cuerpos, el centro de la posición cristiana fue ocupado por la caballería castellana, liderada por el señor de Vizcaya y abanderado de Castilla, Diego López II de Haro, así como por el alférez de Castilla, Álvaro Núñez de Lara. Defendiendo la espalda del mismo estaban las tropas a los mandos de Alfonso VIII y el arzobispo de Toledo. En el ala izquierda se posicionaron las tropas aragonesas mandadas por Pedro II y en la derecha las huestes navarras de Sancho VII. Velando la retaguardia del grueso, el resto de milicias castellanas, así como los caballeros de las órdenes militares.

A pesar de contar con menos de la mitad de soldados que los almohades, Diego López II de Haro inició el combate liderando el primer ataque, respondido por un simulacro de retirada de las vanguardias musulmanas. Nada más lejos de la realidad, los almohades lo planearon para atacar con el grueso de sus tropas a las fuerzas del centro, obligando a retroceder. Los miles de caballeros que mandó Diego López combatieron ferozmente, pero ello no impidió su retirada. Tras varias oleadas en las que los almohades iban ganando terreno, muchas de las tropas decidieron replegarse, a excepción de las de López de Haro y las mandadas por las órdenes militares, quienes llevaron gran parte del peso y sufrieron el mayor número de bajas.

Los almohades, en lugar de aprovechar el factor campo y su fuerte defensa en combate cerrado, decidieron, al conocer el retroceso cristiano, romper la formación, desequilibrando así la balanza. Esta peligrosa maniobra sentenció el centro de su ejército, por el que se adentraron los soldados ganando poco a poco terreno.

Sería la decisión de Alfonso VIII de lanzar una carga para quitar el peso a López de Haro lo que decidiría el final. Los tres ejércitos se lanzaron con todos los efectivos disponibles flanqueando y rodeando al ejército almohade al grito de "Santiago y cierra, España", frase y clamor militar que tuvo gran importancia durante la Reconquista. Destaca la astucia con la que cargó Sancho VII de Navarra, quien hábilmente se coló en el campamente personal del califa con doscientos de sus caballeros. Esa valentía y fiereza propia del navarro finalizó una jornada llena de humo y sangre. Las últimas tropas personales de Al Nasir murieron en combate casi sin actuar. Él, por su parte, en un último intento por salvar su vida, dejó a su suerte a las pocas tropas que aún le resistían en el combate.

La leyenda atribuye las cadenas del escudo
de Navarra a la batalla de Navas de Tolosa
La leyenda nuevamente decora la batalla de Navas de Tolosa al afirmar que las cadenas que los soldados del ejército personal del califa portaban fueron rotas por las espadas de la escuadra navarra, y que posteriormente fueron incorporadas al escudo del Reyno, así como la gema esmeralda del medio, que según afirman decoraba un laborioso Corán encontrado en la tienda.

Consecuencias
Al finalizar la jornada del lunes 16, las pocas tropas almohades que restaban huyeron, incluido Al Nasir. Las bajas en ambos bandos son díficles de constatar, si bien las crónicas hablan de pocas en el bando cristiano y del casi el 85% en el almohade. Dentro del botín de guerra que consiguieron, se conserva en el Monasterio de Las Huelgas (Burgos) el pendón de Las Navas, un tapiz que cubría el suelo de la tienda personal del califa.

Se recuperaron los castillos de Vilches, Ferral, Baños y Tolosa, además de liberar Baeza y Úbeda, donde se decidió regresar, una vez eliminada las últimas tropas de Al Nasir. Varios prisioneros fueron ejecutados cerca del campo de combate, y otros muchos fueron despeñados por el cañón del río, zona conocida actualmente como desfiladero de Despeñaperros, cuya versión del nombre viene de los pobladores musulmanes y prisioneros o “perros infieles” tirados desde esta zona.

El imperio almohade terminó por ser un mero espejismo de sus años de gloria. Al Nasir jamás terminó por asumir lo que perdió aquel día de julio, y terminó por abdicar en su hijo Yusuf II. Lejos de ser un mandato fuerte, las grietas que Navas de Tolosa había abierto nunca cicatrizaron, dejando a su suerte a sus sucesores, que verían cómo caían sucesivamente Córdoba (1236), Valencia (1238) y Sevilla (1248).

Sancho VII el Fuerte sería el más longevo en gobernar tras la batalla. Alfonso VIII murió en Gutierre-Muñoz (Ávila) en 1214 y Pedro II en 1213 en la batalla de Muret. Navas de Tolosa terminó por ser no ya la batalla más importante del siglo XIII, sino una de las más decisivas del Medievo español, cuyo final se considera algo tajante en el devenir de España y de Europa. Si las tropas cristianas no hubieran detenido el avance almohade en Jaén, aupadas por lo que supuso la victoria en Alarcos, éstas hubieran intentado una conquista del norte peninsular, dejando atrás el trabajo realizado en la Reconquista. Fruto del desastre almohade terminó por ser la creación de los terceros reinos de taifas y del reino nazarí de Granada, en 1238, último escollo de resistencia en España hasta 1492.

sábado, 30 de junio de 2012

La noche más larga de Hernán Cortés


Si la máquina de la historia retrocediera hasta mediados del siglo XVI, se encontraría a un Hernán Cortés (Medellín, 1485 – Castilleja de la Cuesta, 1547) abatido, cansado de batallas y políticos corruptos en la corte de Carlos I que ninguneaban sus victorias. Solo en sus momentos más difíciles, recordando en sus últimas horas a tantos compañeros de fatiga muertos en el Nuevo Mundo, recordando a la Malinche, la indígena que tomó por intérprete y esposa, y a Martín, su hijo.

Olvidado por muchos y recordado por unos pocos, el extremeño marcó un antes y un después, una impronta personal, en la era de los conquistadores. Su historia está plagada de luces y sombras, propia de un aventurero lanzado en pos de la victoria, en aras de lo desconocido por fortuna y honor. No sólo se enfrentó al gobernador de Cuba, Diego de Velázquez; también fue capaz de evitar la huida de sus tropas, disconformes con sus objetivos, quemando sus naves y vencer y, posteriormente, sobornando a gran parte de las tropas enviadas para capturarle para que se le unieran a su causa.

Vencedor de la batalla de Otumba (7 de julio de 1520), en la que según cuenta Bernal Díaz del Castillo, cronista de la conquista, mucho tuvo que ver Santiago Matamoros, aunque gran parte de ese esfuerzo estuvo en sus aliados tlaxcaltecas, ultimó su objetivo en agosto de 1521 al volver a entrar triunfante en Tenochtitlán, capital del Imperio azteca, reconvertida en tierras de la Corona de Castilla.

Otumba fue la revancha personal de Cortés contra los mexicas. Una afrenta consecuencia de lo acaecido una semana antes, la noche del 30 de junio al 1 de julio, que pasó a los anales con el sobrenombre de la Noche Triste. Esa noche Cortés perdió mucho más que tropas y botín; perdió todo aquello que le precedía. Ni las lágrimas que supuestamente derramó ante el famoso árbol aliviaron una cicatriz que duró en él mucho tiempo.

La matanza del Templo Mayor inicia los acontecimientos
Grabado de la matanza del Templo Mayor
Cortés se ausentó de la ciudad para alcanzar a las tropas de Pánfilo de Narváez, enviadas desde Cuba con el fin de capturarle. Antes de su marcha, cedió todo el poder sobre Tenochtitlán a Pedro de Alvarado. En este tiempo, se produjo la matanza de Tóxcatl. Díaz del Castillo cuenta que se produjo una agresión a los mexicas, partiendo del rumor que había de que éstos iban a atacar a los españoles. La versión azteca sugiere lo contrario.
Alvarado mandó atacar a la población azteca desarmada durante la celebración de una fiesta religiosa. La de la celebración de un acto religioso que fue aprovechado por las tropas para atacar al pueblo desarmado.

Cuando Cortés regresó, enterado de lo sucedido, recriminó a Alvarado por dicha acción. Los habitantes de la ciudad decidieron romper toda relación con los españoles, lo que fue respondido con el secuestro de Moctezuma II en el palacio donde se defendían las tropas para evitar un levantamiento popular. Junto a él, se mantuvieron a varios cargos importantes, tanto políticos como eclesiásticos, hasta que la situación mejorase.

Cuitláhuac, hermano de Moctezuma, aprovechó las circunstancias para promover un golpe de Estado que le provisionara de todos los poderes para alzarse como nuevo cacique. Moctezuma, a efectos prácticos, seguía teniendo autoridad moral, pero estaba lejos de movilizar a su pueblo. Las diversas negociaciones que tuvieron Cortés y los emisarios de Cuitláhuac finalizaron en la liberación de varios de los cargos eclesiásticos secuestrados tras la masacre del Templo Mayor. Cortés erró en esta acción, al demostrarse que éstos daban a Cuitláhuac plenos poderes para movilizar a su pueblo, quien terminó por atacar desde el 24 de junio el palacio de los españoles, defendido a expensas de quedarse con poca munición y varios heridos.

Tras varios días rodeados de miles y miles de soldados del nuevo cacique, Moctezuma intentó apaciguar los ánimos del pueblo, al que habló desde uno de los balcones del palacio. Su discurso fue interrumpido por una nueva lluvia de piedras, una de las cuales le hirió mortalmente en la frente. Su vida se apagaría la víspera de la salida final, el 29 de junio de 1520.

Díaz del Castillo en su obra Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, crónica oficial de la expedición, cuenta que “Cortés lloró por él, y todos nuestros capitanes y soldados, y hombres que le conocíamos y tratábamos, le lloramos como si fuera nuestro padre”. Siguiendo su versión, al conocerse la noticia de su muerte, “no cesó la gran batería que siempre nos daban de vara, piedra y flecha”.

El plan de salida
Muerto Moctezuma, y con las escaramuzas en aumento, Cortés no se planteaba abandonar la ciudad. El diplomático mexicano Juan Miralles (1930), autor de su biografía, argumenta que sus planes se vieron torcidos por un horóscopo. Blas Botello fue quien vaticinó que si no salían esa noche “no quedaría hombre de ellos a vida”. Estos rumores fueron extendiéndose por la tropa, y de aquí a los capitanes, que acordaron “juntándose todos ellos y habiendo llamado a otros, tuvieron consejo sobre ello, y se determinaron de salir aquella noche”. Es, por tanto, una salida contraria a la voluntad de Cortés.

Las horas previas a la marcha fueron convulsas. El padre Olmedo bendijo a la expedición, sabedor de que muchos perecerían aquella triste noche. Los carpinteros construyeron con maderos y tablas los puentes portátiles que servirían para pasar las distintas calzadas que unían la ciudad con la otra orilla de la laguna que rodeaba Tenochtitlán. El factor importante con el que partieron las tropas, que ayudó y condenó a partes iguales, fue el de la artillería, muchas de las cuales terminaron por hundirse debido al peso, y con ellas varios soldados que fueron asignados a su cuidado.

La última predisposición expuesta por Díaz del Castillo fue la salida del oro y su reparto. Las cifras hablan de unos “setecientos mil pesos de oro” del tesoro de Moctezuma en la sala del reparto. Tras reservar el quinto para el Emperador, y cogiendo los capitanes sus correspondientes partes, más que algo ordenado, quedó constatado que aquello fue un acto carroñero, en el que la ambición pudo con muchos soldados, sentenciándoles más tarde. Algunos como el propio Díaz del Castillo se conformaron con poco, en su caso con cuatro chalchiuis, unas piedras preciosas para los aztecas.

En el plan ideado deprisa y corriendo por Cortés y los suyos abrirían la marcha los capitanes Gonzalo de Sandoval y Antonio de Quiñones, al frente de veinte a caballo y doscientos a pie. A continuación Magariño con los cuarenta hombres que transportaban el puente. Cortés iría en el centro junto a Diego Ordaz, Francisco Saucedo, Francisco de Lugo, Alonso de Ávila, Cristóbal de Olid y cien soldados a pie. Tras ellos, unos treinta soldados y más de trescientos auxiliares tlaxcaltecas, encargados de proteger a Marina y a una serie de nobles indígenas, entre ellos dos hijas de Moctezuma, otro hermano suyo y el heredero Chimalpopoca, así como doña Luisa, la esposa indígena de Pedro de Alvarado y María de Estrada. En la parte final de la marcha, más auxiliares indígenas y decenas de mujeres de servicio, protegidos por Pedro de Alvarado, Juan Jaramillo y Juan Velázquez de León, que cerraban la formación.

La noche triste, huida bajo la lluvia
La noche del 30 de junio llegó como una premonición. Tras una fuerte granizada, y bajo la tenue cortina de lluvia que helaba una noche cerrada, las tropas de Cortés avanzaron a través de las calles desiertas de la ciudad en dirección a Tacuba, una de las calzadas principales -que en la actualidad se sitúa sobre el centro neurálgico de México D.F.- de Tenochtitlán que conectaba con el otro lado de la laguna de Texcoco.

Huída de las tropas de Cortés por la calzada de Tacuba
No se conoce bien qué desencadenó el combate. Unos hablan de una mujer que salió a por agua a la calzada y dio la voz de alarma, otros, que sabedores de que huirían, esperaron agazapados la ocasión. Lo cierto es que al poco tiempo tambores y trompetas llamaron al combate mientras centenares de antorchas iluminaban como un gran fuego la laguna, de donde aparecieron canoas con multitud de guerreros dispuestos a evitar su salida.

El camino de Tacuba, hoy suelo firme, en 1520 formaba parte del terreno fanganoso de la laguna, cuya calzada estaba cortada en varios tramos. Los porteadores tuvieron que colocar, fijar y quitar los puentes a medida que saltaban los pasos. La lluvia provocó que varios caballos, según las crónicas, resbalaran y cayeran a la laguna con su jinete a lomos. La descarga de las armas de Cortés fue decisiva, aunque la masiva avalancha de flechas por parte de los aztecas hirió a varios de los soldados, muchos de los cuales se hundieron por no querer deshacerse de las piezas de oro que llevaban en los bolsillos.

Una vez se llegó a tierra firme, en la otra punta de la laguna, Cortés reunió a varios de los hombres que aún estaban capacitados para luchar y volvieron a la calzada en rescate de las tropas atrapadas. En su regreso, encontraron a la única española que acompañó a las tropas, María de Estrada, luchando armada de espada y rodela defendiendo la salida de las tropas por la calzada. Pedro de Alvarado fue encontrado guardando la retaguardia ferozmente, llegando a estar a punto de ser hecho prisionero por los aztecas de no ser por la actuación de Martín de Gamboa, quien le sacó con su caballo. Cuenta la leyenda que, tras perder a su yegua, salvó la vida saltando uno de los canales apoyándose en una lanza. Hoy, esta historia parece no ser válida, ya que Díaz del Castillo, testigo presencial, desmintió tal hazaña asegurando que la profundidad del agua y la anchura del canal descartaban tal suceso.

Fatigados, y sin fuerzas para continuar, las tropas tuvieron que hacer un último esfuerzo para ponerse a cubierto en Tacuba. No existió ningún árbol de la Noche Triste, a pesar de la leyenda que ronda al famoso ahuehuete.

Un amargo amanecer
Cortés sí que tuvo motivos para llorar, pero no bajo un árbol. Había perdido a muchos de sus compañeros: Juan Velázquez de León, Francisco de Lugo, Pedro González de Trujillo, Lares el Buen Jinete, Orteguilla el Paje y su padre o Blas Botello, a quien poco le sirvió su predicción, entre otros muchos. Centenares de sus soldados y auxiliares, así como los prisioneros de la familia de Moctezuma, murieron. Muchos de los caballos se habían perdido y el tesoro que llevaron ahora descansaba en las profundidades de la laguna, incluido el quinto del Emperador.

Aquellos soldados que fueron heridos y quedaron a merced de los aztecas fueron hechos prisioneros y sacrificados en los altares de los templos. Los aztecas saciaban su sed de sangre ofreciendo a sus tenebrosos dioses los corazones paganos de los españoles. Macabra visión la que aguantaron los supervivientes, quienes oían en la lejanía los tambores y cantos rituales.

La experiencia de aquella noche caló hondo en el ánimo del viejo conquistador. Había sobrevivido a una matanza jamás imaginada; rezaba y daba gracias a Dios por salvar a todos los hombres posibles y a su querida Marina; pero esta derrota no significaría su final en México. Cortés, diezmado y con las tropas aún en baja estima, marchó hasta Otumba, donde una semana después dio venganza a todos los caídos en la Noche Triste. La importantísima victoria de Otumba, en la que partía con una desventaja de uno frente a setenta hombres, levantó los ánimos de los hombres, quienes recibieron refuerzos auxiliares de sus aliados tlaxcaltecas para sus próximas campañas.

Un año después Tenochtitlán caía. Cuitláhuac, el cacique que derrocó a Moctezuma había fallecido en noviembre de 1520 debido a la viruela traída por las tropas de Narváez, y Cuahtémoc, su sucesor, se rindió ante la superioridad española. Más de cien mil soldados aztecas murieron entre mayo y agosto de 1521, durante el asedio final a la ciudad.

Cortés demostró ser un hombre de empuje, sin miedo a las adversidades y movido por sus propios principios. Moriría mucho más tarde lejos de América, lejos de los lugares donde dejó huella, olvidado por muchos, incluido su Emperador Carlos I. A pesar de ello, su mirada seguía siendo la misma que la del joven que llegó a Cuba en busca de fortuna y hacerse un nombre. La del infatigable guerrero y estratega que había entrado en Tenochtitlán y conquistado México.