sábado, 28 de julio de 2012

Hey Jude

Tras más de cuatro horas de asueto y deslumbre por la capital británica, tras una ceremonia que gustó y disgustó a partes iguales, tras un pase triunfal de 204 delegaciones nacionales, en la que hay que alabar la lucha por la igualdad de sexos -al incluir todas ellas mujeres entre sus participantes- y el encendido del pebetero olímpico en Londres, llegó un momento delicado, de aquellos que recordaré como seguidor de aquel grupo que alumbró con su música mucho antes de su nacimiento, y aunque eché de menos a Starr anoche, Paul McCartney dio una clase magistral de que el espíritu de The Beatles aún sigue vigente. John y George desde el cielo, allá donde estén, acompañaron a las guitarras un momento coreado por millones de personas en todo el mundo.
Con especial dedicatoria, Hey Jude.

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