martes, 24 de agosto de 2010

1º aniversario

24 de agosto. Una fecha que recuerdo con añoro. Aquel día del 2009 fue cuando marché de Madrid de vuelta, la última vez hasta la fecha, a la segunda casa, Bizkaia, que siempre ha sido mi destino predilecto y donde mejor me he encontrado, fuese la situación que fuese. Un lugar de retiro para descansar, pensar y disfrutar con los diversos paisajes que este territorio histórico me ha dado. Salí del bullicio madrileño, a pachas amado y odiado, para coger la rutina de la carretera y terminar llegando al verde y húmedo norte.
Fueron tres semanas difíciles de olvidar, por lo bueno y malo que pasó. Pero eso son las anécdotas que he contado en algunas ocasiones. Es verdad que echo de menos aquel paisaje, aquella libertad que se respiraba frente al mar sentado en el rompeolas del faro viendo cómo de largo se extiende el Cantábrico, ya estuviera despejado o borrascoso.
Son esos espacios de tiempo que te da para hacer fotos, para respirar hondo, llenarse de aquel aire que ansío más que nunca, para pensar en tus cosas o para escribir lo primero que te venga a la cabeza estando allí y lo anotes en el blog que llevas o lo resaltes en las piedras.
Salí de Madrid casi como esperanzado de que la vuelta a la capital me deparara una sorpresa. Al día siguiente de volver me deparó dos. Una, más que inesperada, y otra, deseada desde hacía poco tiempo. Deseo convertido en esperanza, esperanza transformada en sueño y sueño truncado dada su naturaleza, porque al fin y al cabo, los sueños, sueños son.
Hoy, un año después, no paro de recordar aquellas cuatro semanas que pudieron darme la esperanza de pegar el cambio que tanto anhele desde finales de octubre del 2008 y mediados de marzo del 2009.
Y en un viaje tan largo como es el de Madrid a Bilbao, cerca de cuatro horas y media, hay mucha música que escuchar, o algún periódico o libro que leer. Y he aquí la primera que escuché nada más enfilar el camino, que aunó las ganas con una conversación la noche previa a partir.

viernes, 20 de agosto de 2010

Coming home

De nuevo, otra gran canción, que ha sonado mucho más tarde en Cómo conocí a vuestra madre, concretamente en la cuarta temporada. Esta vez es Coming home, de The 88. Situada en un momento algo delicado de la serie, le queda como anillo al dedo.

jueves, 19 de agosto de 2010

Voices

Sonó en la primera temporada de Cómo conocí a vuestra madre, en el episodio del incidente de la piña. Mítico.
Sin duda, la BSO de esta serie junta canciones de los años 70, 80 y 90 -además de las más recientes- y las remezcla con los episodios para que cojan ese carácter tan especial.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Mother of Pearl

Como el CD con éxitos varios para cada situación que le entrega el personaje de Enrico de Perdona si te llamo amor a Alex. Una canción para cada momento, para que forme parte de una banda sonora propia, íntima, especial...
Hay canciones y canciones, diversos gustos son los que tenemos cada uno, y eso es lo que hace especial a la música. Mother of Pearl ha formado parte de mi BSO, y espero que siga formando parte de ella.
Simplemente, es increible.

lunes, 16 de agosto de 2010

Cómo conocí a vuestra madre (3ª parte): "Milk"


Tengo entendido que no es bueno dejar nada a medias. Que lo que nos proponemos, hemos de llevarlo hasta el final, sea lo que sea. Y en este caso, es el de terminar esta trilogía bloguera sobre Cómo conocí a vuestra madre. Así que aprovecho este rato que me da estar fuera de Madrid para acercarme a una cafetería con Wi-Fi y poder terminarlo.
He aquí, posiblemente, el momento cumbre de la primera temporada de esta gran sitcom que tantos buenos ratos nos ha hecho pasar. Como dije anteriormente, nos encontramos ante el momento álgido entre Ted y Robin y viceversa: "Milk".
Recordando los antecedentes, Robin descubrió que Ted no había roto aún con Victoria, y ello le costó más de tres semanas de no hablarse con ella, hasta que parece que la cosa mejora en el baile donde actúa The 88, el grupo que Marshall quiso para su boda con Lily.
Tras esto, hay que recordar hasta la saciedad que muchas veces no ocurre nada bueno después de las dos de la mañana. Cuando la cabeza deja de regir como tendría que hacerlo. Muchos, en algún momento, ya lo hemos comprobado.
Milk comienza con el 28º cumpleaños de Ted, que lo abre con una reflexión que algún día tendremos que sentir: "la vida es como una carretera oscura. No sabemos lo que encontraremos. Una noche, vas al volante de tu coche, disfrutando de un agradable paseo, y de golpe y porrazo... tienes 28 años".
La escena en la que Ted bebe la leche que está cortada es esencial para entender la metáfora del episodio.
Este episodio nos ha ofrecido algunos de los mejores momentos de Barney Stinson (Neil Patrick Harris), como la mejor frase para ligar de la historia, en la que hacen una aparición Carter Bays y Craig Thomas, los creadores y productores ejecutivos de la serie como paramédicos; así como la guerra que mantiene junto a Marshall contra Butterfield, un tira y afloja peculiar del que salió la frase: "es una batalla tan antigua que ya no recuerdo quién realizó el primer disparo." "¿Tú? Por supuesto."
Y mientras esto sucede, el destino -gran palabra, poder ineludible-, en forma de algoritmo en el ordenador de una agencia matrimonial, encuentra a la pareja perfecta para Ted. Él mismo tiró la toalla al defraudarle el anterior servicio y no encontrar a nadie. Al principio del episodio, Ted dice estar harto de buscar a la chica de sus sueños y que será el destino quien se encargue de que ella le encuentre. Pero será costoso buscarla con la cantidad de cosas que busca. Al final le llaman comentándoselo, y es verdad, parecía perfecta, asi que prepara una cita para conocerla.
Cuando ya está en MacLarens esperándola, habiendo llegado pronto, Lily le llama pidiéndole que vaya a Dutchess Country para cambiar una rueda al Fiero de Marshall. Lo que pasaba en realidad era que Lily había echado una solicitud para una beca de arte en San Francisco, siguiendo el ejemplo de igual Victoria cuando fue a Alemania, y la entrevista la tenía esa noche en New Haven.
Tuvo dudas sobre casarse, y necesitaba de aquello para buscarse a sí misma. En contra de la opinión de Ted, decide ir y dejarle en la cuneta. Cabreado por la acción de Lily, le deja varios mensajes recordando que compre leche y que al llegar a casa la iba a matar por dejarle tirado. Ted, necesitado de alguien que le lleve de nuevo al pub para la cita, llama a Barney y Marshall, pero al final desiste y decide llamar a la otra persona capaz de ayudarle en ese momento, aunque las cosas estuvieran algo frías entre ellos: Robin.

Durante el viaje hacia el pub, Robin le pregunta qué hacía allí, diciendo Ted que no podía decirlo por ser un secreto. Robin lleva un gorro porque su peluquera le puso mechas, y le da vergüenza que la vean así.
Cambiando de tema, Ted y Robin hablan sobre la próxima cita que tiene en MacLarens. La chica tiene una puntuación altísima: tiene 28 años, estudios universitarios, juega al tenis, le gusta la lasaña, su libro preferido es El amor en los tiempos del cólera (gran libro del colombiano García Márquez), quiere casarse y tener hijos (niño y niña) y detesta parecerse a un tigre, en alusión a Robin.
Llegan al pub. La radio está encendida y Mother of Pearl suena en el dial...
Robin le desea suerte con su cita diciéndole que espera que sea todo lo que está buscando. Para que Ted se vaya contento, al final decide enseñarle su pelo, momento con el que se encandila la situación. Ted esboza una sonrisa. Robin le dice, con una mirada algo enigmática, que se vaya, y Mother of Pearl suena más alto.
Y he aquí, en apenas tres minutos, donde todo puede cambiar de una manera sobrenatural.
¿Pudiera ser que aquella chica del pub fuera la misma que se olvidó el paragüas amarillo en la fiesta de San Patricio y, por tanto, ser la madre?
Esta es una pregunta algo atípica que mantengo y mantendré hasta el final de la serie, como una hipótesis lejana, pero no cerrada. Puede que luego nos pegamos la sorpresa y veamos que la mujer ha estado más cerca de lo que pensábamos. No lo sé, pero sus guionistas no me han defraudado hasta ahora con las sorpresas.

¿Qué hacer en ese momento?

Puedes entrar y elegir la acción más adecuada dada la situación con la otra persona. Dar oportunidad a esa nueva persona, ver cómo es con ella y pasar de una vez página y comenzar con el siguiente capítulo.
O, también, puedes quedarte quieto, parado en la puerta, viendo como esa mujer que tanto quieres se va, ensimismándote en el mismo capítulo una y otra vez, hasta sabértelo de memoria, reconcomiéndote por dentro, sabiendo que no pasará nada a ciencia cierta con ella, y llevar una losa encima de pesado, por pensar demasiado en el pasado.
Lo bueno que tiene la ficción es que aquí todo es posible, y al final ocurrió lo que muchos queríamos, y que nos sirvió de disfrute a todos los espectadores de HIMYM en la segunda temporada.

Mother of Pearl
En el momento que baja de la furgoneta, Ted se queda quieto en vez de bajar al pub. Parece que algo, o alguien, le pidiera que se parara, que reflexionase aquel momento. Suenan las frases de esta hermosa canción mientras aparecen imágenes de la hipotética boda de Ted si hubiera bajado y salido con aquella chica, en vez de hacer lo que hace al final y salir con Robin. La cual, vuelvo a recordar, no es la madre, para disgusto de muchos nosotros, pues era perfecta.
En esas imágenes de la boda, se ve, en primera fila, a Lily y a Robin (en la imagen). Ted la mira. Al principio, ella le sonríe, pero con el paso de los segundos se va transformando en una sonrisa falsa hasta ser de impotencia y a aguantar las lágrimas. Ésto es lo que le lleva a pensarlo bien y no bajar. Por muchas mujeres que han pasado, él sigue sintiendo algo más por Robin.
Simplemente, he de decir de Mother of Peal (Roxy Music) que es una de las mejores canciones para esta serie. Le da esa categoría de comedia con un sinfín de arrebatos románticos. Un comienzo cañero para dar paso a la mejor parte, con el piano y el bajo como protagonistas principales. Los quince primeros segundos de la parte melancólica son inefables, no hay palabras para poder expresar lo que se siente al escucharlo.
Lo oyes y todos esos recuerdos de esos minutos anteriores a despedirte de esa persona, o a quedar con ella, te vienen a la cabeza. Puedes emprender el camino, pero te detienes... Sientes algo. Una sensación de nerviosismo que reflota en tu estómago y que no te deja seguir, pero que se quiere preservar. Sabes, por cómo estás sintiendo ese momento, que aquello sí es importante. La misma vieja historia, aquello que fue gloria en su momento y que ahora se ha convertido en pantomima. Como una divina intervención que ha fastidiado la intención y el momento. Como una melodía simple que fue debilidad...

Decide así no asistir a la cita, jodiendo al Destino y fastidiando lo que tenía programado. Obviamente, no se supo qué reacción pudo tener aquella chica, ni seguro que se sabe, pero estaría bien como anécdota saber qué fue de ella, y si aparecerá en la sexta temporada o siguientes. No sabemos, pero por pensarlo...
Cuando sube al apartamento, se encuentra a Marshall que le está contando a Lily la broma que hizco con Barney a Butterfield. Lily y Ted se miran. Saben qué ha pasado esa noche. Ted le pregunta si compró leche, respondiendo que sí. A lo que Marshall se queda algo extrañado, y cambia de tercio preguntando a Ted por su cita. Le contesta que no, que no fue a la cita, ya que por muy perfecta que pudiera ser aquella chica, él sólo quiere a Robin. Aunque aquello no funcione, es un error que se debe cometer. A base de errores se llega a la solución correcta, o eso dicen.
Al final del episodio, pasan imágenes sobre el mismo, en el cual aparece la imagen de la leche cortada, como recordé al comienzo de la entrada.
Con ello doy pie a una frase final de reflexión que dice Ted, y que puede servir a muchos: "con los errores, ocurre una cosa. A veces, aunque sepas que algo es un error, tienes que hacerlo de todos modos. Incluso los errores más rematadamente tontos."

sábado, 14 de agosto de 2010

Cómo conocí a vuestra madre (2ª parte): antecedentes a "Milk"


Hay que decir que el final de la primera temporada de How I met your mother es sublime. Acaba con un final casi predecible desde el principio, si no fuera por los altibajos que hay entre Ted y Robin y los escarceos amorosos intermedios hasta llegar al fin.
Y su momento álgido se encuentra en Milk (Leche), el penúltimo episodio de la primera temporada.
Pero me voy a los antecedentes. A Ted le gusta Robin, es algo evidente; y a Robin le gusta Ted, ya que se lo confiesa a Lily tras la boda de Claudia y Stuart, a la que tenía que ir como pareja de Ted, pero que por trabajo suspendió. Esas son las cosas que realmente joden. Que dos personas se gusten pero no lo digan, duele; tapamos esa felicidad por vergüenza y demás.
Apareció de destrangis en la boda, encontrándose allí a Ted con otra chica; Buttercup, tal como conocemos al principio a Victoria (Ashley Williams, en la foto).
Ella misma dice que no liga en las bodas, porque todos esos romances no son verdaderos. Pero planean un flirteo con nombres falsos. Como dijo el poeta romano Horacio: "carpe diem".
Tras unas horas de ensueño, Victoria se despide de una forma peculiar, la típica escena que he visto ya unas cuantas muchas veces en el DVD, he suspirado y he dicho: "Ted, Ted... mira que eres torpe". Ted al día siguiente necesita saber quién es esa chica; con unas cuantas llamadas consigue saber que ella fue la que hizo el pastel de boda, y que Buttercup era el nombre de la pastelería donde se encargó.
Robin tiene la necesidad de contarle que les vio en la boda, que se puso a llorar al verle con otra mujer y que fue ella, Victoria, quien fue a consolarla al baño, además de decirle a Ted cuales son sus sentimientos hacia él. Tras una de las mejores escenas de la temporada, Victoria y Ted inician una relación que dura alrededor de dos meses, hasta el momento en que le conceden una beca para estudiar en Alemania.
Ahí viene una de las dudas que luego se plantea en la serie y también en la vida real de muchos: ¿es posible la relación a distancia? Nueva York y Alemania. Es mucho más dificil que la relación entre dos que viven en dos ciudades distintas separadas por algunos kilómetros.


Pero todo termina en Nunca ocurre nada bueno después de las 2 de la mañana (Nothing good happens after 2 a.m.). Y es verdad, nunca pasa nada bueno después de esa hora. Doy, como muchos, fe de ello. Muchas de las tonterías que hacemos cuando tenemos problemas que solucionar y que surgen a esa hora no suelen acabar bien. Alguna conversación por el móvil, otras tantas por messenger o alguna "charla" por una cuestión de hace pocas semanas.

Ted recibe de Victoria un e-mail en el que le dice que tiene que hablar con él de su relación. Interpretamos todos una posible ruptura. Robin, viendo esta oportunidad, aprovecha para, disimuladamente, volver a atraer a Ted invitándole a su apartamento. La conversación telefónica que mantienen es de esas que no sabes qué decir, te flaquean las piernas y puede llegar a resultar algo incómoda. Aunque la conciencia te aconseje y suplique que no vayas, al fin y al cabo, en estas cosas, quien manda es el impulso. Muchas veces, nos dejamos llevar más por lo que sentimos que por lo que debemos hacer.
Ted acude a casa de Robin diciéndole que ha roto con Victoria, siendo falso. Marshall y Lily intentaron convencerle, en vano, de que no cometiera ninguna tontería, pero igual que en el episodio, no hacemos caso de los consejos y optamos por la solución kamikaze.
Al minuto no, pero al tiempo, nos damos cuenta de las acciones que hemos hecho.
Ted ve la luz por un instante. Tiene novia, está en casa de la chica que le gusta y, por desgracia, tiene conciencia. O eso pensaba yo. En vez de irse, decide quedarse. Justo antes de pasar a la habitación, Ted tiene que ir al baño. Robin y Ted se besan.
En el baño se encuentra con el producto de su subconsciente, la imagen de Victoria que le comenta que no hace nada bueno, que no puede enrollarse con Robin cuando está saliendo con ella.


Aparece entonces el dilema. Ted está harto de fingir que no pasa nada, harto de fingir que no está enamorado de Robin, estando precisamente saliendo con Victoria. Al final de aquella conversación algo atípica, Ted se da cuenta de que el móvil que llevaba en la mano no era el suyo, sino el de Robin, ya que ambos son idénticos.
Robin, por su parte, habla con Victoria con el teléfono de Ted, pensando que era el suyo, por lo que se da cuenta de que él la engaño con respecto a su ruptura. Ted acaba saliendo del apartamento y en el taxi rompe con Victoria.
Así, en la misma noche, hizo daño a dos personas que quería. No habría pasado si a las dos, tal como dice el episodio, hubiera estado en la cama durmiendo.
Pasa el tiempo y la relación entre Ted y Robin sigue fría. Tiene un flirteo con Mary, una asistenta legal, que Barney hizo pasar por prostituta, para romper el hielo y dar envidia a Robin, que trae de pareja a una gala a su compañero de telediario, Sandy Rivers, con el mismo pretexto, darle envidia. Pero todo sale mal. Ted sigue creyendo que Mary era prostituta y ello le supuso una torta y terminar esa noche.
Y llegamos a la antesala de "Milk", Un baile inolvidable. Aquí, Robin y Ted se reencuentran en el baile de un instituto donde toca el grupo que Marshall encargó para su boda, The 88. Robin le comenta a Ted que le ha echado de menos, no en plan de enrollarse, ni siquiera en plan de perdonarle, sino en plan de haberle echado de menos, con lo que Ted se conforma, de momento.

jueves, 12 de agosto de 2010

Cómo conocí a vuestra madre (1ª parte)


A David, Aroa, Quique y a todos aquellos que más de una vez nos hemos identificado con algún episodio, que nos hemos reído con las payasadas de Marshall, que hemos visto las maneras de ligar del sublime Barney Stinson. Por el oficio de periodista de Robin, que quieras o no, en parte nos ha inculcado. Por todas esas grandes canciones que las hemos bajado a nuestros mp3, mp4 o Ipod, por tener más paciencia que el santo Job por seguir esta serie sin saber aún quién es la madre...
Desde luego, How I met your mother -el nombre original de la serie- se está haciendo un hueco como una de las mejores, y será la que recordaré con más cariño junto a Siete Vidas, Compañeros, Friends, Lost, Bones, Anatomía de Grey, House y unas cuantas más. Y, por supuesto, en plan coña, pero con vistas al futuro, estaría bien contar a nuestros hijos cómo conocimos a sus madres. Ya hemos caído unos cuantos muchos. ¡Oye! Pues no estaría mal. Si ha sido como en esta serie, sería perfecto. Pero siempre, como todo en esta vida, hay formas y formas. Si la historia es buena, como dice David, vale. Un encuentro casual, un acierto del destino, una charla en un portal, compartir el taxi, un "hola, ¿conoces a ...?" y un montón de casualidades más que puedan pasar.
Llevamos enganchados mucho tiempo a esta sitcom. Ya sea por los DVD, por haberlo visto en La Sexta ó, más recientemente, en Antena. Neox, cadena que actualmente lo emite a las 18:45 de lunes a viernes.
La trama, sencilla y divertida a la par sigue la estela que heredó de Friends. Ted Mosby (Josh Radnor), el principal protagonista, cuenta a sus hijos en el 2030 cómo conoció a su madre. La historia empieza a narrarse en el 2005, por lo que aún queda un largo trecho hasta saber quién es la madre y cuándo se casaron. Además de que Ted pasará por una inestabilidad sentimental con Robin, a la par que alternará con otras novias durante la época previa a conocer a la que será, definitivamente, su mujer.
Todos los flashbacks por lo que pasa la serie, relata y descubre los acontecimientos que conducen al final. De igual manera, nunca hubiéramos pensado que un paragüas amarillo tuviera la importancia que aquí se le da.
Los protagonistas principales, además de Ted, son: Robin (Cobie Smulders), Marshall (Jason Segel), Lily (Alyson Hannigan) y Barney (Neil Patrick Harris).
La acción transcurre en la ciudad de Nueva York, alternando entre el piso compartido por Marshall, Lily y Ted, la casa de Robin, la empresa donde trabajan Barney y Marshall, y el pub, cómo no, donde se reunen casi todos los días, MacLarens, que será testigo de muchas de las acciones de la serie.
Es el lugar donde se ven los puntazos de Barney, su "Papi ha vuelto" o, el mejor para todos, la mejor frase para ligar; así como la borrachera con el "dragón rojo" por parte de Ted, las charlas entre los cinco amigos y un sinfín más...

Al principio de la temporada, ya podemos ver que Marshall y Lily se comprometen, lo que da pie a Ted a replantearse su existencia y su futuro, intentando buscar su pareja perfecta, pero es demasiado exigente.
¡Tiene una lista entera! Atractiva, con estudios, que quiera tener dos hijos, un niño y una niña, que le guste hacer crucigramas, los perros, que le guste el deporte... Visto así, parece una misión imposible. Pero no, porque en el episodio "Milk", (primera temporada) ocurre, o al menos, eso parece.
Ted se enamorará desde el primer momento de Robin Scherbatsky, una reportera canadiense que trabaja para las noticias del Metro News 1, un canal local que casi nadie ve, salvo aquel momento de la cagada de caballo, que pareció disparar la audiencia del canal.
Entre ellos surgirá una espiral de amor-odio que será el gran hilo conductor de las dos primeras temporadas, alternando algunos de los mejores momentos de la serie con algunos de los más tristes.
Y ello dará pie a otra entrada, sólo para ese momento, que por qué no, es digno de contar.
Sobre todo, por el traspiés que sufrirán en el episodio de Milk, que marca el antes y después en su relación, y en la de muchas más en sentido general. Pero eso ya es otra historia que contaré más adelante.
Termino esta breve e incopiosa entrada diciendo a todos los que leáis este blog, que es una serie recomendable para todos los gustos, porque los tópicos y las frases de Barney ("Suit up!", "It's gonna be Legen... wait for... dary!", "hola ¿conoces a Ted?") son de lo mejor que está dando las series de EE UU. El don Juan Tenorio neoyorquino del siglo XXI. Porque ver al bonachón de Marshall y los desquites de Lily son graciosos y por qué no, todo el mundo deseaba que Ted y Robin hubieran consolidado su relación, cosa que sabemos que no sucedió al final, ya que en el piloto, la tratan de tía Robin.
Os dejo, para terminar esta primera parte de la trilogía, el vídeo de la canción que Craig Thomas y Carter Bays, creadores de la serie, compusieron junto a su grupo, The Solids, para la cabecera de How I met your mother, Hey, Beautiful.

Espero que os guste.