viernes, 29 de agosto de 2014

Los tópicos del cine español, a escena

En apenas un minuto, el director Daniel Sánchez Arévalo consigue desempolvar todos (la gran mayoría) los clichés que poblan el cine español. Y no el de ahora, no el de este siglo XXI, sino los que se remontan desde mediados de los años 60 hasta la actualidad. El torero, la monja, el guardia civil, el soldado (el bueno y el malo, según unos; el republicano y el nacional, según otros) o la flamenca. ¡Vaya grupo de rehabilitación! Todos ellos, dirigidos por Raúl Arévalo, que tiene pendiente el estreno de La isla mínima.

martes, 26 de agosto de 2014

Crítica de 'Guardianes de la Galaxia'


Marvel se coronó en 2012 cuando estrenó Los Vengadores. Era el punto álgido de la compañía, la película destinada a congregar a la crème de la crème de la factoría de los cómics, el largometraje definitivo de superhéroes. Han pasado dos años y su legado perdura como una resaca, se sigue recordando los momentos buenos -y lúcidos-, pero el frenesí dejó paso a un vacío que solo pudo llenarse a medias con la confirmación de la secuela, prevista para 2015. ¿Y hasta entonces? Marvel debía lanzar un farol. La propuesta, simple, de la casa, parecía descabellada para muchos que desconocíamos este apartado de la compañía: desempolvar los viejos cómics y reclamar la aparición de otros héroes dispuestos a entretener al espectador, cuales cheerleaders, hasta la vuelta al campo del primer equipo, el de los galácticos de Iron Man, Hulk, Thor, Viuda Negra, Capitán América, Ojo de Halcón, Capitán Furia y compañía. Una apuesta arriesgada, bendecida por Kevin Feige y defendida por lass recaudaciones estratosféricas que rodean a Marvel, y que ha sido el bombazo internacional del blockbuster en la gran pantalla en lo que llevamos de 2014 (y espera que no sea el de la década): Guardianes de la Galaxia.

"Todos los héroes tienen un pasado", reza el eslogan promocional de la película. Incluso su director lo tiene. Suena descabellado pensar que James Gunn acabara dirigiendo Guardianes de la galaxia, aunque interés había tras dirigir y escribir Super (2010). Más apartado aún -y anécdotico- es su papel como guionista de Scooby-Doo y su secuela, y como creador de una serie web donde dirigió a las pornstars Belladona y Sasha Grey en 2008. Pero sí, Gunn confirmó y demostró ser capaz de darle una vuelta de 180º al asunto y reconvertir una película de superhéroes en algo diferente, retro y cañero, donde hasta sus guiños a la cultura, a la música y al cine de los 70 y 80 son pequeñas joyas (el inolvidable walkman, el muñeco troll, Alf, Las tortugas ninjas...), algo que también se puede apreciar en su variada banda sonora (aka Awesome Mix), donde se entremezclan temas de The Runaways, Jackson 5, David Bowie o Blue Swede, entre otros. Un compendio musical acorde a cada momento de la película.

Aunque Guardianes de la galaxia es una película coral, el peso de la misma recae en su principal protagonista, Peter Quill (Chris Patt, Parks & Recreations), mitad terrícola mitad extraterrestre, abducido en los ochenta por el pirata espacial Yondu, quien le acogió con los suyos y con el que se convirtió en saqueador intergaláctico. Casi tres décadas después de abandonar la Tierra (donde sí, Los vengadores están haciendo de las suyas) recibe el encargo de robar un orbe, un preciado botín que también buscan los secuaces de Ronan el acusador (Lee Pace, El Hobbit) un enigmático personaje, lugarteniente de Thanos (a quien pone voz Josh Brolin y cuya aparición pone de manifiesto los hilos que tejen el universo de Marvel, véase Los vengadores, nuevamente). Yondu, viendo que Quill ha desobedecido las órdenes al ir por su cuenta a por el objetivo, pone precio a su cabeza. También lo busca Gamora (Zoe Saldana, Avatar), lugarteniente de Ronan que va en busca del orbe con otras intenciones. En mitad de este camino, dos particulares secuaces, un mapache alterado genéticamente, Rocket (a quien pone voz Bradley Cooper, El lado bueno de las cosas) y Groot, una planta compinche de su amigo roedor (a quien dobla en varios idiomas Vin Diesel, A todo gas), quieren capturar a Quill para cobrar la recompensa puesta por Yondu. Los cuatro acabarán en una cárcel de máxima seguridad donde se toparán con Drax (el ex luchador de la WWE, Dave Bautista), deseoso de venganza tras la muerte de su familia a manos de Ronan.

Con las referencias culturales antes expuestas, es preciso destacar de dónde mama Guardianes de la Galaxia. Es inconfundible, pues, la esencia y la herencia recibida de George Lucas y la Guerra de las Galaxias, algo que respira por los poros y que se hace evidente en varios momentos de la película, como la escena donde se prepara el ataque contra la Dark Aster, la nave de Ronan, con tintes a Luke Skywalker y la resistencia contra la Estrella de la muerte. Es una producción que homenajea constantemente al cine de superhéroes, y que rebasa en acidez a sus predecesoras (a las que hace guiños notables, véase la disputa por el 12% del plan, que recuerda a Iron Man y Pepper Potts) con unos diálogos que devuelven al género el humor gamberro, cortante y descarado gracias a unos secundarios pringados (Rocket en especial) que van abandonando sus prejuicios en pos de una acción común de la loca patrulla de la galaxia parida por Gunn. Todo ello sin abandonar la parte de acción, que si bien es verdad puede ser más lenta en desarrollo, no se queda corta en varios aspectos, incluyendo el archiconocido discurso de heroicidad ante los malos, pura rutina. Como anécdota, destacan los detalles apartados sobre Gamora y Quill, del que hay un intento de una relación amorosa, más ineficaz que otra cosa debido a la inoperancia de él y a la brutalidad de ella, llegando a ponerse de acuerdo solo en vagas referencias a Kevin Bacon y a la gente estirada de Footlose.

En su conjunto, Guardianes de la Galaxia va mucho más allá que Los Vengadores. Mientras los segundos copan este planeta, la necesidad de Marvel de conquistar nuevos espacios, nuevos universos y dotarles de héroes, villanos y multitud de seguidores, sitúa a los guardianes en la vanguardia de la novísima generación de la factoría. Han puesto la quinta marcha y nada les puede detener.

PD1: tienes a Stan Lee detrás, ¡no te gires!
PD2: ver una película de Marvel tiene una única condición: hay que ver más allá de los créditos finales.

Datos a tener en cuenta:
Director: James Gunn
Reparto: Chris Patt, Zoe Saldana, Dave Bautista, Vin Diesel (voz), Bradley Cooper (voz), Lee Pace, Benicio del Toro, Michael Rooker, Karen Gillan, Glenn Close, Josh Brolin (voz)...
Género:
Nacionalidad: estadounidense
Estreno en España: 14 de agosto de 2014
Duración: 121 minutos aprox.
Clasificación: no recomendada para menores de 13 años
Valoración personal: 9

miércoles, 20 de agosto de 2014

'Locke'. Un agónico viaje en coche


Un único espacio y tiempo donde transcurre la trama -un viaje en coche, de noche- y un único personaje que lleve el peso de la misma. Ya se han visto varios ejemplos en el séptimo arte de este minimalismo que abogan por un solo escenario para dar forma a la película, desde las clásicas La soga (Alfred Hitchcock, 1948) o 12 hombres sin piedad (Sidney Lumet, 1957) hasta las más recientes, como la española Buried (Enterrado) (Rodrigo Cortés, 2010). Buscando darle una vuelta de tuerca al asunto, se presenta Locke, la segunda película como director del británico Stephen Knight, conocido por ser el guionista de Promesas del este (David Cronenberg, 2007). Presentada, fuera de concurso, en el pasado Festival de Venecia, y ganadora del Mejor Guión en los British Independent Films Awards, la película está protagonizada por el también británico Tom Hardy, reconocido por sus papeles en El topo (Tomas Alfredson, 2011) y Origen (2010) y El caballero oscuro: La leyenda renace (2012) de Christopher Nolan, quien ya manifestó su deseo de trabajar con el director: "estaba emocionado con su proyecto. Tenía un guión sólido, y nos fuimos a por ello", declaró.

La inspiración de Locke se remonta al rodaje de Redención (2013), la ópera prima de Knight. “Las ciudades y las carreteras en la noche son hermosas. Puedes mirarlas durante horas. Fue entonces cuando me pregunté si yo sería capaz de contar una historia que se desarrollara íntegramente de noche y en el interior de un vehículo”, comenta un Steven Knight que sorprendió a los productores con el argumento de la historia, centrada en Ivan Locke (Hardy), un marido y padre ejemplar que trabaja como gerente en una empresa del sector de la construcción donde se ha labrado reputación y éxito. Como siempre, tras acabar su jornada laboral, regresa a casa en su coche. Un trayecto monótono -de Birmingham a Londres, unos 90 minutos por carretera, lo que dura el filme- que, debido a una inoportuna llamada telefónica, pone su vida personal y profesional patas arriba. Aunque en la pantalla domine la presencia de Hardy, Locke también cuenta con otros protagonistas. Fuera de cámara, las voces en off de Olivia Colman (La dama de hierro, 2011), Ruth Wilson (Anna Karenina, 2012), Ben Daniels (Jack el cazagigantes, 2013) y Tom Holland (Lo imposible, 2013), se encargan de interactuar con Locke a través del manos libres del coche.

Rodada en apenas ocho días, mejor dicho, en ocho noches, el gran reto de la película fue dotarla de una atmósfera acorde a una única referencia de trabajo, una tarea que recayó en el director de fotografía greco chipriota Haris Zambarloukos (Thor, 2011): “Debido a que en todo momento lo único que vemos es el rostro de Tom, la película me parece más visceral que explicativa. Hubo que jugar con los ángulos de las cámaras y buscar ubicaciones exteriores, como el parabrisas, para agudizar los reflejos de las farolas nocturnas de la carretera. Fue un aluvión de colores y luces en movimiento”, afirma.

Estreno: viernes 22 de agosto.
 

jueves, 14 de agosto de 2014

'Mi amigo Mr. Morgan'. Cuando Matthew encontró a Pauline


A sus 81 años, Sir Michael Caine sigue teniendo mucho que dar –y enseñar– en la gran pantalla. Dos Oscar y tres Globos de Oro avalan una carrera artística que se extiende desde sus comienzos en Zulú (1964), y que abarca la descarnada Alfie (1966), Hannah y sus hermanas (1986) –por la que ganó su primera estatuilla–, o El americano impasible (2002), hasta sus intervenciones en la trilogía de El caballero oscuro, Origen (2010) y la futura Interstellar, todas ellas de Christopher Nolan.

Su nuevo proyecto en cartelera, Mi amigo Mr. Morgan, un drama basado en la novela La douceur assassine, de Françoise Dorner, está dirigido por la cineasta alemana Sandra Nettelbeck (Deliciosa Martha, 2001) y coprotagonizado por la actriz francesa Clémence Poésy (127 horas, 2010 ). En la película, Caine da vida a Matthew Morgan, un solitario profesor de Filosofía residente en París, distanciado de sus dos hijos y viudo desde hace un par de años. Incapaz de superar la muerte de su mujer, intenta suicidarse en numerosas ocasiones. Todo cambia cuando se encuentra con Pauline (Poésy), una profesora de baile que le enseñará a ver la vida con otros ojos y a disfrutar de los pequeños momentos.

La directora Sandra Nettelbeck describe Mi amigo Mr. Morgan como "una comedia simpática, agridulce y melancólica" en la que sus protagonistas solo buscan una amistad que les permita pasar el tiempo juntos. Una película donde se trata "un deseo insatisfecho que tiene que ver con el hecho de pertenecer a alguien, no en el sentido romántico, sino en el de almas gemelas", añade. ​

Estreno: jueves 14 de agosto.

miércoles, 13 de agosto de 2014

'Gabrielle'. La felicidad no entiende de discapacidades


"Tenía un gran deseo de hablar sobre la felicidad, de la gente que en cierto modo es invisible y de la fuerza que la música puede darles", argumenta la directora Louise Archambault (Familia, 2005) sobre el origen de su última película, Gabrielle, presentada por Canadá en la última edición de los Oscar. El filme nació con el objetivo de dar a conocer una enfermedad poco frecuente que afecta al desarrollo neurológico y a los rasgos faciales: el síndrome de Williams, padecido por Gabrielle Marion-Rivard, protagonista de la película.

La historia cuenta la vida de Gabrielle, quien a pesar de su enfermedad ha desarrollado una gran talento musical. Integrante de un centro de ocio para personas con discapacidades, participa en el coro Las Musas, donde conoce a Martin (Alexandre Landry), del que terminará enamorándose y haciéndose inseparables. Tanto la hermana de Gabrielle como la madre de Martin se muestran preocupadas de que esa relación, al ser diferente, continúe, motivo que empuja a que se distancien y dejen de verse. Gabrielle, lejos de rendirse, buscará llevar una vida como la del resto, normal e independiente, que le permita conocer lo que es el amor y afianzar su gran interés por la música.

Louise Archambault dedicó bastante tiempo a documentarse sobre la enfermedad de Williams para tratarla y llevarla a la gran pantalla. Del mismo modo, se reunió con terapeutas musicales y diversos grupos que trabajaban con discapacitados intelectuales para desarrollar su historia, así como con el verdadero coro Las Musas, del que era integrante Gabrielle Marion-Rivard. "Su carisma y autenticidad me dieron ganas de seguirla", cuenta la directora. Con una gran cualidad para la música, pero con las dudas por saber si Gabrielle podría interpretar, la realizadora canadiense optó por una forma de rodaje casi propia del documental, con el objetivo de captar así su verdadera esencia y dejar espacio a la improvisación. "Eso era lo que quería para ser auténtica y fiel a la verdad", afirma.

Estreno: jueves 14 de agosto.

jueves, 7 de agosto de 2014

'Mil veces buenas noches'. Viaje a los infiernos


La figura del reportero gráfico ha sido llevada a la gran pantalla en diversas ocasiones, pero siempre relegada a segundos planos, a personajes de reparto que, sin embargo, han dejado actuaciones tan recordadas como las de Linda Hunt en El año que vivimos peligrosamente (1982), papel que le valió el Oscar, o John Malkovich en Los gritos del silencio (1984). La última película del director noruego Erik Poppe, Mil veces buenas noches, busca darle la importancia que se le venía resistiendo. Juliette Binoche, ganadora del Oscar por El paciente inglés, fue la actriz elegida por Poppe para dar vida a la protagonista. "Es una actriz excelente. El papel le encajaba", confiesa.

La cinta narra la vida de Rebecca, una fotógrafa de guerra que viaja a lo largo y ancho del planeta inmortalizando el horror de los conflictos bélicos. Herida en un atentado en Kabul (Afganistán), debe regresar al hogar familiar junto a su esposo Marcus (Nikolaj Coster-Waldau, Jaime Lannister en Juego de Tronos, o Mamá) y sus dos hijas pequeñas. Pero las alegrías del retorno duran poco, pues su marido le planta un ultimátum: o su trabajo o ellos. Ante la disyuntiva, Rebecca decide regresar a su trabajo y viaja en compañía de su hija mayor a un campamento de refugiados en Kenia, donde encontrará las respuestas a su tormento emocional.

Mil veces buenas noches, título que evoca aquella frase de Julieta en la obra de William Shakespeare, es un filme muy personal para Poppe, quien antes de dedicarse al cine trabajo como fotógrafo y corresponsal para la agencia Reuters. "La película cuenta una historia casi autobiográfica. Parece sacada de mi diario", comenta un director reticente a ver sus películas una vez estrenadas, y que esperó a contar con el visto bueno de su familia y de sus antiguos compañeros de profesión para realizar el montaje definitivo de este drama intimista. "Quiero que todos sientan que hablo de la realidad de su trabajo y de su vida por primera vez. Quiero que puedan decir: esta película expresa mi dilema".

Estreno: viernes 8 de agosto.
 

miércoles, 6 de agosto de 2014

'Shirley. Visiones de una realidad'


El arte llama al arte. Y cuando se encuentran tienden a fusionarse. Eso es lo que se desprende de Shirley. Visiones de una realidad, el último filme dirigido por el cineasta austríaco Gustav Deustch, presentado hace unos meses en la Berlinale. La apuesta del director fue mezclar una trama del séptimo arte que recreara de la mejor manera posible trece cuadros del pintor realista Edward Hooper, conocido por retratar durante más de treinta años -desde el período de Entreguerras hasta su muerte en 1967- la soledad de la vida contemporánea de Estados Unidos.

El centro de la acción la lleva Shirley (protagonizada por Stephanie Cumming, que debuta en el largometraje), una actriz atractiva y carismática a la que le gustaría influir en el devenir de su país, pero que no acepta ni la realidad que vive -a través de los episodios históricos de la Gran Depresión, la Segunda Guerra Mundial, los conflictos raciales o la muerte del presidente John F. Kennedy en Dallas- ni la crisis personal y profesional que le aflige, pues es consciente de que no triunfará como artista y debe aceptar trabajos de poca monta para subsistir y su visión sobre la pareja no es el que se adapta al canon social de la época.

En las tareas de realización de Shirley. Visiones de una realidad, Deustch se apoyó en la diseñadora Hanna Schimek para trasladar del lienzo al celuloide las dimensiones de las obras escogidas de Hooper, cubriendo los ángulos muertos para "introducir elementos que no se ven en los cuadros", cita el director, quien ha querido mantener intactos la sensibilidad y el tratamiento cinematográfico de las obras de un artista cuya influencia se puede apreciar en películas como Forajidos (Robert Siodmak, 1946), Psicosis (Alfred Hitcock, 1960) o Una historia verdadera (David Lynch, 1999).

Estreno: viernes 8 de agosto de 2014.