Alec Baldwin es el último de los nombres que se suman al elenco que liderará Joaquin Phoenix en la próxima película que Warner Bros. prepara sobre el Joker, con Todd Phillips a los mandos. Un proyecto con el que se amplían los horizontes del mundo de DC Comics y que se prevé ser más oscura que sus predecesoras, dándole a la sonrisa malévola de Gotham City su momento de gloria.
Baldwin tendrá un papel secundario, pero bastante significativo por la importancia que tiene en la creación de Batman: el de Thomas Wayne, fundador de Empresas Wayne y progenitor de Bruce Wayne, que murió asesinado junto a su mujer a la salida de la ópera, quedando un joven Bruce traumatizado por la pérdida de sus padres.
Como apunta The Hollywood Reporter, el guion presenta a Wayne como un hombre de negocios "cursi y curtido", poniendo de ejemplo real a Donald Trump cuando era simplemente empresario en los años 80. Quizá una baza muy bien jugada, ya que Baldwin conoce a la perfección a Trump, al ser objeto de sus burlas y monólogos caracterizado como presidente de los Estados Unidos en el programa Saturday Night Live.
Joker podría desviarse del canon tradicional de Batman, aquel que quedó legado a épica trilogía con Christopher Nolan, quedando descrito más como un estudio de personajes con tintes oscuros y una mezcla de thriller y cine negro, tomando como referencias dos películas: Taxi Driver y El rey de la comedia, precisamente las dos interpretadas por Robert de Niro, coprotagonista del filme.
Si bien hoy quedó confirmada la noticia de Baldwin, hay que decir que no fue la primera opción. Quizá hubiéramos visto la película sin él en el elenco, pues antes Warner había contactado con Viggo Mortensen, quien rechazó la oferta, como informaron diversos medios. Sí que cierran el cupo de actores (y actrices) Marc Maron, de la serie Glow de Netflix, Frances Conroy y Zazie Beetz, la Domino de Deadpool 2.
No hay comentarios:
Publicar un comentario