domingo, 16 de agosto de 2009

Aste Nagusia's con reivindicación política

Agosto (sobre todo) es el mes en el que más pueblos de la geografía española se encuentran en fiestas. La mayoría coincidiendo con la festividad de la Virgen de la Paloma (15 de agosto) o San Roque (16 de agosto).
Pero incluso en fiestas, hay hueco para que "los de siempre" monten de las suyas. Si ha podido ver las noticias, habrá visto que entre las diez primeras noticias que se dan, han salido revueltas en las dos capitales vascas litorales. El mes de agosto, es en especial, en Euskadi, época de fiestas (jaia). Y dos de los acontecimientos más importantes son las Aste Nagusia (Semana Grande) donostiarra y bilbaína. Se realizan pasacalles, conciertos, bandas musicales, procesiones y el típico txupinazo.
Este año, al igual que los anteriores, ha habido reivindicaciones políticas, por parte de la izquierda abertzale; pero este año es especial. ¿Por qué? Por la sencilla razón de que Ajuria Enea ya no es nacionalista, sino que ahora está en manos de una coalición pactada entre socialistas y populares vascos.
Desde mi punto de vista, algo raro; pues siempre les hemos visto como se tiran los trastos mútuamente. La gente espera que este pacto dure, pero habrá que ver como se suceden los acontecimientos venideros. Pues está claro, que tarde o temprano, ambas fuerzas chocarán en algún punto. Y será entonces cuando otros lo aprovecharán.
Pero siguiendo con el artículo en cuestión, la izquierda abertzale invade los municipios en fiestas con carteles o consignas en apoyo a los presos de ETA o de organizaciones ligadas al brazo político de la banda (Batasuna, Segi, Jarrai).

Esta acción, les debe de parecer divertida, pues no paran de hacerlo. Cuando hay cierta cantidad de fotos de presos puesto en un lugar, se le suele llamar muro de la vergüenza, y es entonces cuando la ertzaintza entra a jugar.
Esta semana, que ya termina, ha sido testigo de manifestaciones y trifulcas vividas en Donostia. Cargas policiales contra simpatizantes, heridos por culpa de la ertzaintza, reivindicación política, "goras" a la organización armada, calles cortadas en torno al Boulevard donostiarra y contenedores quemados. Una situación que, por motivos familiares, ya veo normal. Recién terminada las fiestas en Donostia empiezan las propias en Bilbao, nueve días de fiesta, que habrá que ver que tal pasan, pues la Audiencia Nacional ha prohibido una marcha de la izquierda abertzale para el próximo 21 de agosto (viernes) coincidiendo con el final de las fiestas. Pero esto es sólo en las dos ciudades grandes.
¿Y en los pueblos? Son los sitios donde donde debería haber más vigilancia, porque es aquí, y lo sé por experiencia propia, donde los radicales campan a sus anchas. Donde los vivas a ETA (no en todos, pero en muchos pueblos) están casi a la orden del dia, y más ahora que están en fiestas. De una experiencia pasada, en Euskadi, recuerdo que en las fiestas de un pueblo hubo pancartas con fotos de los presos que eran orihundos de allí; balcones con la estampa Euskal presoak, Euskal Herrira.
Es una estampa, que a la mayoría de los españoles, por no decir a todos, desagrada. Pero que algunos ven normal, pues lo viven en sus carnes, y otros hemos aprendido a asumirlo, pues sabemos que esto durará tiempo.

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