jueves, 27 de octubre de 2011

Coldplay sale por la puerta grande de Las Ventas


JON BURGOA | Madrid
Con las entradas vendidas en apenas dos horas, presuntamente, era de esperar un ambientazo en la madrileña plaza de Las Ventas para ver a Coldplay. Colas, colas y más colas en el coso taurino a pesar de que el tiempo venía prediciendo una noche pasada por agua, algo que no importó a las 17.000 personas que vivieron casi dos horas épicas.

No sólo los asistentes al concierto disfrutaron de la gira de presentación del nuevo disco de la banda británica, Mylo Xyloto (Parlophone), ya que gracias a YouTube y VEVO, millones de personas lo vieron desde sus casas, gracias al dispositivo desplegado y supervisado por Anton Corbijn.

La gente, expectante, dispuesta a compartir un buen rato con los amigos, la pareja y, obviamente, con el grupo. Salen a la plaza con Hurts Like Heaven, canción de su último disco, para seguir a las clásicas Yellow y In My Place, coreadas por el público bajo la batuta de un polifacético Chris Martin; posteriormente tocan Major Minus, Lost y The Scientist, que es aupada por la gente, entregada a Coldplay. “Estamos muy contentos de estar aquí”, remarca Martin para piropear a “una de las ciudades más bonitas del mundo”.

El ambiente rockero emerge y Las Ventas se anima, testigo del primer dúo de guitarras entre Martin y Jon Buckland con Violent Hill, seguido de God Put a Smile Upon Your Face y Paradise, el último single presentado el pasado mes de septiembre, cuyos coros fueron lo más destacado. Se pasó a un número acústico, para volver con fuerza entonando Charlie Brown, Politik y Viva la Vida, tema que pone el listón arriba y marca la épica de la noche, empujado por el público al delirio.

17.000 pañuelos blancos ondearon en la plaza en señal de reconocimiento de un concierto fabuloso, algo que sólo consiguen los grandes toreros en Las Ventas.
La parte final arranca con uno de los himnos del cuarteto, Clocks, magnífica y enérgica. Nuevamente, Chris Martin tiene al público en el bolsillo. Momento de homenaje del grupo a Amy Winehouse, al entonar su éxito Rehab, con el que enlaza a Fix You, cantada a coro, sobresaliendo la parte eléctrica. Una especie de impulso magnético que hizo emocionar a los allí presentes, rematado por un graffiti enorme en el que se escribió “Madrid”, con un corazón sobre la i.

Every Teardrop is a Waterfall pone punto y final a una noche mágica. Coldplay, o más bien Chris Martin, Jon Buckland, Guy Berryman y Will Champion, sale por la puerta grande después de una gran faena, aplaudidos por un público que, sin querer despertar de ese idílico sueño, repitieron los coros de Viva la Vida, aún presente en la plaza.

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