La nueva etapa de LOVG (1ª parte)

Tengo que admitir que soy un fan redomado de este quinteto donostiarra. Creado por los cuatro chicos en 1996 (Pablo, Xabi, Álvaro y Haritz) como Los Sin Nombre, antes de su creación formal, Xabi era el que cantaba e iban los viernes a los bares donde conocían a los dueños para tocar.
Todos -salvo Álvaro- son guipuzcoanos de nacimiento, pero los cinco donostiarras de corazón.
Estudiando en la UPV conocieron a Amaia Montero, cantante del grupo hasta el año pasado.
Cuatro discos les presentaron en 10 años, consiguiendo los mejores galardones y reconocimientos tanto españoles como latinos (Ondas, 40 Principales, Grammy Latino, Antorcha de Viña del Mar...).
Tantos singles, videoclips y canciones que pasarán a la memoria de miles y miles de personas como La Playa y Puedes contar conmigo.
Fueron años dorados para ellos y para los que los disfrutamos en la lejanía.
Tras sacar Guapa y la gira promocional de este disco, las cosas se truncan en el grupo. Así, el 19 de noviembre se notifica OFICIALMENTE la ruptura del club. Yo al principio ni me lo creía; no quería imaginarme que terminara así el sueño. Según unos, Amaia quería empezar su carrera en solitario (pero todos los motivos que tuvo realmente para querer irse del grupo, no se sabrán creo que en tiempo).
Esa misma tarde; internet y las televisiones se hacían eco de la noticia; los programas sensacionalistas de Tele5, Antena 3 y Cuatro empezaron a sacar falsos argumentos para probar la salida de Amaia; como problemas con Pablo (fundador del grupo y hijo del militante del PSE, Txiki Benegas), con el batería (Haritz) o incluso increpaciones generales respecto a los rumores de apoyo a ETA, cuando se sabe que no son; aunque si es verdad que se le había relacionado SÓLO a Amaia con esto.
Vale, ¿y ahora qué?; esta fue la pregunta que nos hicimos miles de fans (sé que a más de uno le ha pasado). Sin cantante, y con las dudas de seguir, los chicos entraron en una cuestión existencialista, esperando ver el final de esa pesadilla descorcentante cerca y pensar que el tiempo con Amaia fue inolvidable y que ese episodio de la separación fuera un hecho aislado.