miércoles, 11 de abril de 2012

Inquietudes hoy, esperanzas mañana

Cuando vosotros, generaciones futuras, encontréis este artículo perdido en la blogosfera dentro de varios años, confío en que vuestro pasado, lo que es nuestro presente en 2012, haya quedado en una mala pesadilla de la que habéis conseguidos salir, olvidando parte de ese mal sueño al que nos enfrentamos en su momento.

Llegaréis a ver que no fue un camino fácil, ya que la crisis económica a la que hicimos frente este año nos impidió avanzar tanto como quisimos, al no saber reaccionar mejor a los problemas que tuvimos. Viviréis, lamentándolo mucho, recordándonos como los responsables de vuestro pasado, aquel que obligó. a varios de vuestros padres a emigrar, como hicieron antaño nuestros abuelos, en busca de un mejor porvenir.

La historia nos recordará por los actos de nuestros políticos. Será funesto comprobar como, años después, la decisión de adelantar las elecciones no fue la correcta. Pensamos que ayudaría a resolver la situación, pero ello implicó graves medidas de ajuste que tuvieron como víctimas a los dos estandartes de cualquier Estado moderno, la sanidad y la educación. Me alegrará saber que todo esto se regenerará, esperando que disfrutéis de una sanidad pública de calidad, en la que el copago fue algo pasajero.

Igual será la educación. Nos llevamos el palo más gordo, y en algo necesario para el progreso de nuestra sociedad no debimos permitirlo, pero pasó. ¿Negaréis algo necesario para vuestros hijos?

No me olvido de los políticos. No debéis esconderos de ellos. Nosotros mantuvimos la cabeza agachada demasiado tiempo, y nos arrepentimos de no mostrar nuestras aptitudes a tiempo. Pasaron de nuestras exigencias, manifestaciones y reclamos y no nos hicieron ni caso. Espero que les digáis que eso se acabó. Exigidles más respeto. Enseñadles que no pueden con vosotros. Demostradles que sois mejor que ellos.

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