Y Dios sabe cuántos cuentos cuento por disimular...
Y es que si yo te recuerdo, me paso las horas cantando.
Mi vida sucede y los días le ceden el paso
a la voz castigada y sin voto desde hace ya años
de mi corazón cansado de gritar.
Y es que, a veces, no puedo evitar que se escapen volando
mis mil mariposas que sueñan contigo a diario.
Mi indulgencia les abre la celda y te besan llorando
si prometen que en segundos volverán a la realidad.
Y es que si yo te recuerdo, me paso las horas cantando.
Mi vida sucede y los días le ceden el paso
a la voz castigada y sin voto desde hace ya años
de mi corazón cansado de gritar.
Y es que, a veces, no puedo evitar que se escapen volando
mis mil mariposas que sueñan contigo a diario.
Mi indulgencia les abre la celda y te besan llorando
si prometen que en segundos volverán a la realidad.
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