sábado, 19 de febrero de 2011

El canto del cisne


"Trata de una chica que es transformada en un cisne y necesita del amor para romper el hechizo, pero su príncipe se enamora de la chica equivocada... así que se suicida".
Con estas palabras, Nina explicaba brevemente a un chico que conoció en un bar de copas de qué iba la obra que más tarde interpretaría. Si habéis leído la anterior entrada, aquí os dejo un fragmento de la BSO de Cisne Negro realizada por Clint Mansell, aunque cargada con la fuerza, el drama y el romanticismo que confiere el final de El lago de los cisnes de Pyotr Ilyich Tchaikovsky. "Un final hermoso, en realidad", como matiza Nina.
Una pieza que ofrece un tono armonioso, suficiente para dejar volar la imaginación. Ciertamente, como dijo el autor ruso: "en verdad, si no fuera por la música, habría más razones para volverse loco". Puede que a partir de la película, la gente empiece a conocer un poco más a este compositor, aunque muchos ya lo conocíamos de antes, ya fuese porque lo estudiásemos en música, en el conservatorio... Y a raiz de otras obras como El cascanueces o La bella durmiente.
Disfrutadlo. Y si tenéis ocasión, escuchad la obra. No tiene desperdicio alguno.

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