viernes, 18 de febrero de 2011

Cisne negro

JON BURGOA | Madrid
Este viernes se estrena en nuestras salas de cine Cisne negro, la última película del director neoyorquino Darren Aronofsky (Réquiem por un sueño, El luchador), por la que opta en la 83º edición de los Oscar, que se celebra el próximo domingo 27, a 5 estatuillas de la Academia, entre las que destacan mejor película, mejor director y mejor actriz.

La crítica, mucho más especializada que el que aquí os escribe, afirma que es el film más arriesgado del director, llegando a superar en carga psicológica a Réquiem por un sueño.
El director juega con las imágenes y los sonidos para atrapar al espectador, tal como aseguró en rueda de prensa en la presentación de la Mostra de Venecia, y colocarlo en el laberinto interno de Nina (Natalie Portman, en la imagen), quien se abraza a un lado oscuro, apareciendo la necesidad de desbordar su sexualidad y asumiendo la autodestrucción por querer llegar a la perfección.
Así mismo, adelantó el cineasta que la idea de una película de estas caractéristicas le rondaba la cabeza desde hacía tiempo, ya que su hermana es bailarina profesional y le apetecía tratar un tema que pocos han tratado, como es el mundo de la danza. Al dar con un guión ambientado en El lago de los cisnes, el famoso ballet de Chaikovski, dio con la bipolaridad drástica que buscaba: el cisne blanco y el cisne negro.

Natalie Portman (Jerusalén, 1981) afronta con Cisne negro un nuevo reto, el cual puede llevarla a la cumbre si consigue ganar la ansiada estatuilla el domingo que viene en el Teatro Kodak de Los Angeles (California). Es su segunda nominación, tras estarlo por Closer, y es, sin duda, una de sus mejores interpretaciones. La actriz que de pequeña soñaba con ser bailarina cumplió su sueño al encarnar el papel de la dulce y delicada Nina, aunque ello le deparó algunas lesiones durante el rodaje, como la fractura de una costilla. Cosas de la vida, su pareja, Benjamin Millepied, bailarín y coreógrafo profesional, participó en esta película en el papel de David, compañero de danza.

No nos encontramos ante la misma actriz que pudimos ver en la trilogía de Star Wars, en V de Vendetta o Las hermanas Bolena y, aún menos, en Mars Attack. Estamos ante una actriz mucho más madura artísticamente que está viviendo uno de sus mejores momentos profesional y personalmente y que en pocos meses espera el nacimiento de su primer hijo.
Si algo sonó ya en la Mostra de Venecia, y fue pregunta constante en la rueda de prensa, fue la escena lésbica con Mila Kunis, en el papel de Llly. En palabras de la actriz para una entrevista de EL PAÍS, "se trata de un momento crítico y de transformación, en el que el personaje encuentra su propio placer y su identidad se fragmenta definitivamente".

Veremos cómo responde el domingo que viene, y es que aspira a cinco nominaciones, muchas menos que la clara favorita: El discurso del Rey. En los BAFTA se sabía que no aportaría mucho, aunque la que sí que sale en todas las quinielas es el de mejor actriz para Natalie Portman. No pudo acudir a estos premios por encontrarse indispuesta debido a su embarazo, pero su nombre sonó por todo lo alto al llevarse el galardón británico. En cuanto a los Oscar, aún hay dudas sobre si podrá asistir o no, aunque si todo se confirma, la podremos ver junto a su pareja en el Teatro Kodak.
A título personal, pero con la opinión compartida con muchos de vosotros, Natalie es la clara candidata a ganar en su categoría.

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