Más mierda, menos información

Medianoche del martes 28 al miércoles 29 de diciembre del 2010. Quedará recordado como el previo a que en este país infame se pasara de mantener algo más de información a sustituirlo por entretenimiento facio.
Fue una tarde movidita. No vamos a negarlo. Decenas de personas, la mayoría trabajadores de Cuatro y CNN+, además de manifestantes anónimos vestidos de riguroso negro de luto se personaron ante la sede del Grupo Prisa en Gran Vía, 32, colapsando la cera que daba acceso a la entrada del edificio. Medios como Libertad Digital o TVE informaron del acontecimiento.
Todos ellos reclamaban contra lo que vemos injusto muchos, que debido a la fusión entre Cuatro y Telecinco, un canal de información 24 horas deje de emitir. La poca sostenibilidad financiera del grupo, la baja audiencia en plataforma digital de la cadena, la negativa de Mediaset de tener un canal exclusivo de noticias y la entrada en Prisa de Liberty Acquisition Holdings han sido los motivos principales por los que se ha decidido abandonarlo a la deriva y esperar hasta anoche para volar la nave. Con capitán y tripulación; con el pack completo.
Durante esta semana previa, los diversos presentadores de la cadena han ido terminando sus programas y despidiéndose de la audiencia. Iñaki Gabilondo (Hoy), Antonio San José o Leticia Iglesias (La tarde en directo), Concha Boo y David Tejera (La mañana en directo), Alonso Trenado (Economía 21) o Patricia Corral (Estrenos) entre otros, dijeron adiós antes de Navidad; José Ramón Pindado (Hora 15) y Benjamín López (Hora 00) lo hacían el mismo día del fin de emisión.
Faltan apenas cinco minutos para llegar a medianoche. La última noticia es referente al propio cierre, agradeciendo a los espectadores, a las empresas anunciantes que han confiado en ellos y a todo el equipo que han hecho de CNN+ un referente de información en España.
El presentador se despide; detrás de él, el equipo que ha hecho posible el programa.
Sobrio, concreto, directo y claro. Benjamín estuvo a la altura de la situación y dejó en su despedida unas cuantas frases para la historia:

"...casi doce años de trabajo y de ilusiones de cientos de personas que han pasado por aquí durante todo este tiempo y que en multitud de ocasiones, créannos, han hecho mucho más que lo que su contrato les exigía por esta casa que todos hemos considerado también como nuestra".

"Probablemente todos pagamos ahora los errores de otros, pero lo cierto es que una decisión empresarial, que no entiende ni de sueños ni de ilusiones sino de cifras puras y duras, pone fin a nuestra andadura".

"Nos despedimos con una última noticia, una mala noticia: CNN+ se apaga para siempre. Adiós".

CNN+ se despedía siendo fiel a su eslogan: "está pasando, lo están viendo". O como decía Concha Boo al despedir La mañana en directo: "está pasando, nos están cerrando".
Termina el informativo y se da paso a un vídeo en el que se da las gracias a todo el equipo de la cadena. La canción de Pepo Scherman, Me fui, es la elegida para acompañar este último minuto de existencia. Pero qué minuto. Va sonando la canción, pasan las imágenes y, mientras tanto, pienso que este país pierde un poco más de libertad y democracia.
No ha tardado ni cinco segundos desde que termina el fundido a negro y ya se inicia la emisión de GH24, el nuevo canal para atraer a los tontos de este país, por si fuera poco, 24 horas al día.
Según informaba el periódico El Mundo el pasado martes, la creación de un canal exclusivo a este reality era una vieja reclamación de Mercedes Milá. Sí; aquella que antaño fue una periodista seria, crítica y con razón de hacer y que hoy se ha convertido en una vendida para los de la profesión, que ha confundido información, rigor y saber hacer con espectáculo, audiencias y beneficio.
Sin duda, los principales culpables de esta noticia son Juan Luís Cebrián, por Prisa, y Paolo Vasile, por Telecinco. Vasile, el mismo que prohibió por orden judicial que SLQH se burlase de él y de sus gilipolleces televisivas como Sálvame.
Van a conseguir crear en este país una nueva generación de borregos, estúpidos y de ni-ni (ni criterio ni fundamento); pero adelante, que lo hagan. Si ya están destrozando la televisión con toda esta mierda veinticuatro horas, 365 días al año, qué más da añadirle algo más; total, seguirá siendo mierda.
Sólo espero que el tiempo me de la razón en la última afirmación que realizo en esta entrada. Espero que algún día llegue a instalarse en este país un periodismo con criterio, afincado en los buenos valores, en el rigor periodístico, en el saber (y querer) informar a la sociedad y que lo hagan aquellos que lo hacen por vocación, porque es algo muy importante y necesario para la sociedad democrática.