lunes, 18 de octubre de 2010

Llegará lo antes posible


- Bueno. Y dime una cosa, ¿por qué Tony? ¿Fue por su dinero?, ¿por su pijama de kung-fu? ¿Por qué? ¿Qué tiene?
- Es mi hombre.
- Tu hombre.
- Sé que suena algo cursi, pero sí.
- Está bien, voy a decir algo en voz alta que últimamente me he esforzado mucho en reprimir. Lo que tenéis tú y Tony, lo que creí que al principio teníamos tú y yo, lo que sé que tienen Lily y Marshall, es lo que yo quiero. En serio. Siempre estoy con la esperanza de que algún día me va a suceder a mí, pero supongo que ya estoy cansado de esperar... Y eso es todo lo que tengo que decir sobre el tema.
- ¿Sabes que una vez me libre de una multa?
- ¿Ah, sí?
- Iba hacia el norte, a casa de mis padres a unos 150 por hora, y me pararon. El policía se bajó del coche y se me acercó contoneándose y me dijo: "señorita, llevo todo el día esperándola". Entonces le miré y le dije: "lo siento agente, he venido lo antes posible".
- ¿En serio?
- No. Es un chiste [...] Sé que estás cansado de esperar y quizá tengas que esperar un poco más, pero ella está en camino. Y llegará lo antes posible...
- Adiós Stella.
- Adiós Ted.

Y así es como se cierra una etapa en esta serie y en la vida de Ted, al romper el último hilo que le unía a Stella. Pero podemos entrever que, cerrado un ciclo, otro se abre ante nosotros, y como todos los objetivos que nos proponemos en nuestra mortal vida, todo ha de llegar en su momento o, incluso, antes de lo que esperamos...

Podemos dejar al destino que se encargue de ello. Dejar macerar nuestras acciones, nuestras intenciones y nuestras palabras y hacer que ese poder ineludible que siempre está ahí se encargue del resto, pues es el único con bastante fuerza para hacer que pase lo que tiene que pasar.
Ya sabemos que querer adelantar los acontecimientos precipitándonos con nuestas acciones a la ligera no es buen consejo. Podemos salir perjudicados de esa acción y ver cómo todo el curso cambia teniendo que volver a empezar de cero otra vez, algo que no nos gusta.
Mi esperanza, mi deseo o mi desvivir, podría decir, es que este curso siga su camino, que no cambie de dirección en la próxima rotonda y que llegue al destino final, incluso antes de lo que espero.

Termino con una cita del escritor estadounidense Henry Miller (1891 - 1980): "vivir sus deseos, agotarlos en la vida, ese es el destino de toda existencia".

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