sábado, 20 de noviembre de 2010

Madrid se rinde a Shakira


JON BURGOA | Madrid
Es la tercera visita a la capital española de la cantante colombiana Shakira este año, tras su paso hace escasas semanas por los premios europeos de la cadena MTV y en Rock in Rio Madrid 2010, y es la tercera vez que, como el torero tras una buena faena en Las Ventas o la Monumental, sale ovacionada y por la puerta grande tras hacer las delicias de los 18.000 espectadores reunidos anoche en el Palacio de los Deportes de Madrid.
Horas y horas de cola en los aledaños y muchas semanas con las entradas agotadas. Desde luego, el concierto prometía. La anécdota curiosa está en la noticia de que los Príncipes de Asturias, Felípe y Letizia, disfrutaron del concierto, y la cantante les agradeció su asistencia.

La colombiana entró en el pabellón a paso lento por un pasillo lateral entonando Pienso en ti y dejándose querer por quienes le estrechaban la mano, envuelta en una especie de traje nupcial rosa, muy rosa, nada propio de su estilo, sino más bien de Lady Gaga.
Un comienzo suave y melódico, que terminó por coger un ritmo frenético cuando, rodeada de ocho músicos, se ha despojado de sus sedas vaporosas mostrando un top dorado y botas altas sobre unos leggins negros ajustados, dejando claro que comenzaba la locura con un apasionado "Buenas noches, Madrid" al son de los primeros acordes de Años luz.

El amor que tiene Shakira a Madrid es más que conocido, ya que le dedicó una canción expresamente. Suena pronto Te dejo Madrid. Los acordes de guitarra, el puente con el bajo y los riffs al sonar la segunda parte de la canción hacen estremecer al público, que sigue a la cantante a coro, mientras que Shakira y los músicos lo vivían. Y si no quedaba claro esta declaración de amor a los cuatro vientos, antes de empezar con Si te vas, la cantante lo ha reafirmado al destacar "las ganas que tenía de estar aquí" y, más aún, decir: "Esta noche, Madrid, soy toda tuya".
Entre las sorpresas, el tono más rockero con guitarras eléctricas que le dio al tema Suerte y una "master class" de movimiento de caderas con varias seguidoras, en un intento por hacerse también con el sector femenino.

"Bajo un cielo forrado de estrellas cerca de Barranquilla, compuse esta canción, una de mis favoritas: Inevitable", ha anunciado entonces la colombiana. Rondaba ya la media hora el concierto, y los aplausos no aminoraban, al revés, aumentaban, dejando claro que había caído rendido a sus pies.
Después de esto, Shakira hizo una pausa, pues había necesidad de recuperar fuerzas y cambiar de vestuario. Con todos los músicos muy juntos congregados en un pequeño escenario rodeado por el público, desde el que han interpretado una sentida y arabizada versión de Nothing Else Matters de Metallica, que hiló con Despedida, de la banda sonora de El amor en los tiempos de cólera.
Flamenca, ataviada con una falda roja pasión y taconeando al ritmo de un cajón, Shakira ha dejado el terreno abonado para interpretar Gitana. Sin Rafael Nadal, da igual; ya tiene al público enamorado.

Sabemos que los amores reñidos son los más queridos, y tras la calma, ha vuelto descalza y preparada para la acción con La tortura. Pero sin Alejandro Sanz para acompañarla. De ésta se derivó a la archiconocida Ciega, Sordomuda, canción de sentimientos allá donde las haya, con toque mariachi y que representa la viva declaración de amor-odio hacia esa persona querida-odiada. Sin duda, a título personal, la que más gusta de Shakira. Debe ser su voz, el toque con la guitarra acústica, la trompeta o la letra que consigue hipnotizar, haciendo que se nos acabe el argumento y la metodología al oírla, viendo que el amor del que habla, el que tanto sentimos, no nos permite estar en pie porque nos quiebra los talones y nos lleva por la izquierda y de pelea con el mundo.

Desatada ya la noche, suena la electrónica de Las de la intuición, en la que se propone ser víctima casi perfecta, un volcán en erupción, tener un desliz, un error acertado... Sin peluca azul, ni bailarinas ni Seat Ibiza por medio, ha conseguido enganchar al público. A continuación, ha dado paso a Loca, single de presentación de su actual disco, consiguiendo estar tan sensual como en su videoclip, grabado en Barcelona, y que pasó a la polémica por una multa que la cantante colombiana aún no ha pagado, y a Loba, mientras que Ojos así le ha permitido dar rienda suelta a su sangre libanesa y a su movimiento de caderas.
Tras hacerse un poco de rogar e interpretar Antes de las seis, enfundada nuevamente en un vaporoso traje de novia azulón, Shakira ha soltado la traca final de su fiesta para dejar contentos a los invitados: Hips don't lie y la mundialista Waka Waka, que tras la victoria española en Sudáfrica ha adquirido innegables connotaciones emotivas para el público nacional.

Tras una velada que hizo que todo el mundo saliera gritando, llorando de emoción y canturreando las canciones del concierto, Shakira seguirá con su "Sale el Sol Tour" por España (Bilbao y Barcelona, 23 y 24 de noviembre respectivamente), así como por Lisboa, Berlín, París o Londres, entre otras paradas.

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