De nuevo, unas palabras en el tintero

Y más hoy, 16 de noviembre.
Puedes comprobar, querido/-a bloguero/-a, echando un vistazo atrás en este espacio, que hace justamente un año, escribí una entrada titulada "Unas palabras en el tintero" (16 de noviembre del 2009). Donde dejaba entrever las intenciones con respecto al futuro, ahora pasado.
Vuelvo a pensar lo mismo. No sé si es la época, si es que todo es convulso y se han mezclado diversas sensaciones y estados de ánimo.
En aquella entrada que escribí de la forma más sincera para conmigo mismo, debido a lo que iba a pasar apenas días después, dije que había pasado una etapa a la que no quería volver. Un año después. algunos encontronazos y broncas me han confirmado la versión que firmé en un momento dado.
En otros aspectos, se han mezclado diversas sensaciones, haciendo de ello una especie de cóctel molotov, con lo que más o menos, hay un cierto guiño al optimismo, aunque siempre mirando desde la barrera, por si las moscas.
Terminaba diciendo que no debemos dar la vuelta mirando al pasado, aunque nos pese en el alma; ya que me quedó la copla del 19 de noviembre y el Ay, qué pesado de Nacho Cano (dedicada a su hermano José María), más que aprendida, de principio a fin, sobretodo cerca del 1:45, pues parece que su autor la escribió pensando en lo que podía pasar; lo que yo no sabía es que iba ingenuo de mí, atemorizado, acojonado a mi muerte. Un día terminaré explicando la breve relación que me une a esta canción.
Quienes ya me conocen bastante, y han tenido charlas conmigo del tema, han podido comprobar lo que me jodió. Que fue la puntilla para acabar un año algo desastroso, salvado por superar un reto, una vuelta a mi tierra querida, una visita a RTVE y una tarde para recordar. Pero bueno. Visto lo visto y hecho lo hecho, puedo seguir comiéndome el tarro más de lo que llevo con el tema, pero no conseguiré nada salvo entrar en un bucle que me dejará seco.
Quiero pensar que ya pasado el bache, queda levantarse de nuevo y seguir el camino. Quiero pensar que sí, que de una vez por todas puedo pegar el golpe de autoridad que tanto tiempo llevo planeando y no he dado por miedo a no salir bien.
Quiero pensar tantas cosas que siempre puedo proyectarlas, pero pocas las llevo a realizar. Quiero pensar que sí, que ayer cuando soplé las velas por mi cumpleaños (desde aquí un saludo a esos grandes compañeros de la facultad de CC de la Comunicación de Fuenlabrada) y pedí un deseo, se desató en el cosmos un efecto mariposa que se pueda realizar pronto, aunque siempre encuentro adversidades en el camino.