jueves, 13 de febrero de 2014

Crítica de 'Monuments men'


Cuántas películas se han hecho sobre el conflicto bélico por excelencia. Hasta la saciedad, y desde los años 1950, la industria cinematográfica de Hollywood nos ha ofrecido -y es menester pensar que lo seguirá haciendo una buena temporada- numerosas y diversas historias sobre la Segunda Guerra Mundial, algunas con más aciertos que otras, unas más desconocidas que otras. Y ese es el punto positivo que ofrece Monuments men, la última película tras las cámaras de George Clooney (Buenas noches, y buena suerte; Los idus de marzo), que saca a la luz -y no se ha contado todo lo que está detrás del guión- una peculiar aventura que un pequeño comando de aliados tuvieron en los últimos compases de la contienda. Una pega inicial, esta película sobre la recuperación de las obras de arte robadas por los nazis contiene una dosis de patriotismo estadounidense que, ufanamente, no trata de esconder al espectador. A pesar de ser un drama, el filme acierta colando guiños cómicos de la mano de John GoodmanBill Murray y Matt Damon, haciendo más ameno su visionado.

Europa, 1944. Las tropas nazis retroceden paulatinamente ante los sendos avances de los aliados y de los soviéticos. En su repliegue hacia Alemania se llevan un número masivo de obras de artes que iban a ir a parar a mecenas del régimen nazi y al proyecto del Museo del Führer. El presidente Roosevelt autoriza al teniente Frank Stokes (George Clooney) a reclutar a un equipo experto en arte para encontrar, proteger y catalogar el mayor número de cuadros robados por los nazis. En su tarea, el equipo de los Monuments men contarán con la inestimable ayuda de Claire Simone (Cate Blanchett, Blue Jasmine), la secretaria de un alto cargo nazi cómplice del robo de ciento de obras. En mitad de la misión, el Reich ordena aplicar el Decreto Nerón, que preveía destruir toda infraestructura que pudiera ser utilizada por los aliados en su marcha hacia Berlín. Esta misma orden implicaba la destrucción de las obras de arte incautadas, lo que, en caso de llevarse a cabo, implicaría el olvido para la historia de un patrimonio cultural incalculable.

En sus dos horas de metraje, Monuments men sigue una línea recta de la que apenas se aparte para ofrecer una gran sorpresa o un tour de force final que dé de qué hablar tras su visionado. Cuenta con sus momentos de gala, obviamente; unas escenas de gran carga emocional que dan drama a la historia y son un aliciente para que los protagonistas acaben la empresa que iniciaron. Pero Clooney peca, bastante diría, por querer intercalar en su película escenas o planos inverosímiles que sobran de la trama por su nulidad, pues bajan el ritmo de la película notablemente. Como antes se dijo, los papeles de Goodman, Murray y Damon dan una chispa destacable. Las particularidades de sus personajes se ven durante en pasajes como la relación entre Damon y Blanchett o la memorable escena de la granja nazi, donde Murray desata la acción. Monuments men hace una clara -pero controvertida según quien lo vea- defensa de la cultura. Sacar a la luz este episodio perdido de la Segunda Guerra Mundial es un aliciente para ir al cine y conocerla, pues invita a contestar la siguiente pregunta: ¿Vale un cuadro la vida de un hombre?

Datos a tener en cuenta: 
Director: George Clooney
Reparto: George Clooney, Matt Damon, Cate Blanchett, Bill Murray, John Goodman, Jean Dujardin, Bob Balaban, Hugh Bonneville...
Género: drama, historia
Nacionalidad: estadounidense
Estreno en España: 21 de febrero de 2014
Duración: 118 minutos aprox.
Clasificación: no recomendada para menores de 13 años
Valoración personal: 7
 

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