sábado, 21 de mayo de 2011

Jornada de reflexión


JON BURGOA | Madrid
Hoy es 21 de mayo. Para algunos grupos cristianos es el día del fin del mundo. Para muchos españoles es el día de reflexión previo a las elecciones autonómicas y municipales.
Desde hace seis días, concretamente desde el pasado domingo 15 de mayo, estamos viviendo en diversas ciudades de España el movimiento 15-M, cuya acepción fuera de nuestras fronteras es la llamada Spanish Revolution.
Este movimiento surgió de forma espontánea a través de las redes sociales (Facebook, Tuenti y Twitter) a partir de la idea de la plataforma ¡Democracia Real Ya! que ha traido polémica y discusión en los diversos medios de comunicación del país.

¿Cual es el principal objetivo de este movimiento?
Este conjunto de protestas, en su base pacíficas, reivindican un cambio en la política y en la sociedad española. Los manifestantes piensan que los partidos políticos ni les representan ni toman medidas que les beneficien. Respecto a este tema, ya surge la polémica al haberse iniciado en período de elecciones, decisivas para el Gobierno socialista de Rodríguez Zapatero. Muchos se preguntan por qué estas manifestaciones no se han celebrado antes, teniendo en cuenta que llevamos casi dos años en situación de crisis en España.
El grupo de la puerta del Sol es heterogéneo. Pude comprobar en primera persona que no son sólo estudiantes; también son madres con hijos, personas de cuarenta o cincuenta años y jubilados y parados. Tienen en común el hartazgo de la clase política, tan decadente -y necesaria de una renovación- en nuestro país, la petición del fin del bipartidismo en el que se turnan PP y PSOE, el fin de la corrupción y el respeto por los derechos básicos como la vivienda, el trabajo o la educación.

¿Ha tenido repercusión el movimiento 15-M?
Por supuesto que sí. Quien niegue esta clara evidencia, vive con una venda que le impide ver esta etapa política y social de España.
Como expuse anteriormente, las redes sociales han sido la mecha desencadenante y el motor necesario para el arranque de este movimiento. A partir de páginas, eventos y tuits, poco a poco se ha dado a conocer de qué iba todo esto, y se ha animado a la gente a participar.
En la Puerta del Sol, principal foco, se han llegado a contabilizar -sigo dudando de esos métodos- hasta 20.000 personas congregadas en este céntrico sitio, kilómetro cero. Sólo el cierre del año con la típica nochevieja, las uvas y el reloj de la Casa de Correos acoge a tantas personas.
Pero no sólo Madrid ha sido noticia. Sevilla, Granada, Santander, Cáceres, Bilbao, A Coruña, Barcelona, Valencia, Santa Cruz de Tenerife... así hasta más de cincuenta ciudades se han sumado a este movimiento. Durante esta semana, se han llevado a cabo diversas manifestaciones, sentadas y protestas. Como consecuencia de ello, hubo incidentes en Madrid. Recordando el episodio de la madrugada del 16 de mayo, en el que la policía desalojó a los manifestantes a las cinco de la madrugada. Una hora muy apropiada debido a la escasa presencia de manifestantes ese día.
Vuelvo a recordar que el espíritu de estas manifestaciones es pacifista pero, como en todo, siempre están los cuatro estúpidos que rompen la tranquilidad del momento, y son ellos los que pueden decidir cómo se vea el movimiento desde fuera.
Este episodio tuvo repercusión, aunque fue breve en los medios de comunicación. Para el día siguiente, la congregación de gente era mayor (unas 12.000 según recuento de la policía), destacando las asambleas en las que se organizaban los manifestantes.
Por su parte, la policía pedía DNI aleatoriamente a toda persona que entraba en el perímetro de la Puerta del Sol (principalmente las calles Alcalá, Preciados, Arenal o Mayor), advirtiendo de que era un acto ilegal.
Un punto de inflexión que encontramos en todo esto es el episodio del 19 de mayo, cuando la Junta Electoral Central lanzó el comunicado que prohibía las manifestaciones afirmando lo siguiente: "las concentraciones y reuniones a las que se refieren las consultas elevadas a esta Junta son contrarias a la legislación electoral desde las cero horas del sábado 21 de mayo hasta las 24 horas del domingo 22 de mayo de 2011 y en consecuencia no podrán celebrarse."
Esta decisión fue aprobada por cinco votos a favor, cuatro en contra y una abstención. Nunca mejor dicho, un voto pudo cambiar la historia.
A pesar de esta decisión, los manifestantes no siguieron el veredicto y tornaron a seguir concentrados en la Puerta del Sol siguiendo hoy, jornada de reflexión. Todo ello, con una "manifestación silenciosa" celebrada a medianoche y de la cual pude comprobar que ésto ha hecho historia.

Criticas a favor
Muchas. Muchos jóvenes, estudiantes universitarios, parados, personas de cuarenta y cincuenta años, algunos políticos y medios de comunicación nos hemos personado como defensa personal de este movimiento. Una de las mejores respuestas la hemos recibido del exterior, y es la repercusión en medios extranjeros de estas concentraciones, que ha llegado hasta Alemania e Italia, además de diversas manifestaciones en los consulados y embajadas españolas, como en Bogotá, París, Roma, Berlín o Nueva York. Cuando estuve ayer por la mañana en los aledaños de Sol, el ambiente era muy tranquilo. La gente estaba animada y muy segura de este proyecto.

Criticas en contra
Podríamos que decir que diversos medios ligados a la derecha de este país han sido los primeros en alegar este movimiento casi como algo satánico.
Empiezo por los medios de comunicación, quienes han sido mal recibidos en estas fechas, acusándolos de manipulación. Los focos principales: Grupo Intereconomía y Libertad Digital.
El primero alegaba que el "motín" de la Puerta del Sol estaba organizado por perroflautas, socialistas y comunistas, que amparados en una mano negra (ligada a Rubalcaba) estaban defendidos, ya que la policía no actuaría en contra de ellos y no cargaría.
Libertad Digital tiene dos focos interinos. Uno de ellos, el ex comunista -como el mismo se denominó- y pataletas del periodismo, Jiménez Losantos; quien critica esa "revolución de tresillos", recalcando que el Gobierno utilizará este movimiento para hacer, de nuevo, su particular 13-M.
El otro fue César Vidal. Erudito donde los haya, se personó en afimar "las fuerzas de seguridad han alertado en varias ocasiones del peligro que suponen estos grupos que mantienen contacto regular con Batasuna - ETA y que han recibido entrenamiento de Segi en cursos de guerrilla urbana". Puedes oir el audio aquí.
Por su parte, el Partido Popular se ha personado como oponente firme a este movimiento. Raro que su vicesecretario de comunicación, Esteban González Pons, quien apoyaba a los jóvenes que se sublevaron en Túnez y Egipto, reniegue de sus conciudadanos acampados en Sol, amén de reiterar que Democracia Real Ya representa a "una generación de jóvenes sin expectativas y a la extrema izquierda antisistema".

Mi conclusión
Este hecho marcará un antes y un después, un punto de inflexión en la sociedad española. Seguro que con ello conseguimos que la sociedad y los jóvenes, sobre todo, se interesen más en la política y en la lucha por la igualdad y los valores democráticos. Esta generación que se ha levantado es, posiblemente, una de las generaciones españolas mejor preparadas de las últimas décadas. Nada de porretas, borrachos o perroflautas; sino licenciados y diplomados sin trabajo.
Obviamente, ello repercutirá en la decisión de los muchos que mañana vamos a votar. Expertos hablan que este movimiento ayudará a los partidos de izquierdas en contra del PP. Otros, y la que veo como posible, es que será el efecto contrario y castigará al Gobierno socialista y afianzará la casi segura llegada de los populares -ocho años después- al poder.
Pero lo que nadie, o casi nadie destaca, es el auge de las terceras potencias: IU y UPyD.
Un efecto que no me gusta es el de los medios de comunicación. No como estudiante del gremio, si no como ciudadano que vela por la independencia de los medios y la libertad de expresión. Vergüenza me da que en estas manifestaciones, no se deje trabajar a muchos medios. Da igual de qué pie cojean, informan.
Mañana, 22 de mayo, tenemos derecho a votar más de 34 millones de españoles. Yo digo que hay que ir a votar. Puedes votar azul, rojo, verde, magenta... Pero afianzar el uso democrático en este país es necesario. Es cierto que a los políticos hay que darles un escarmiento, y si fuera por muchos seguro que así sería. Por ello, mañana no nos vale el voto en blanco, ni el nulo ni la abstención.
Hemos de derribar el bipartidismo que tenemos encima desde 1982. Este era el método habitual en el siglo XIX con Cánovas del Castillo y Sagasta, pero hemos adelantado en el tiempo. Dejamos hace tiempo el romanticismo de la época para estar sumergidos, lamentablemente, en una profunda crisis econcómica, política y social que hemos de superar juntos. Los dos principales partidos políticos del país parece que nos han abandonado, así que tendremos que coger las riendas de nuestro futuro y demostrar mañana que el cambio es posible.

No hay comentarios:

Publicar un comentario