Blancanieves se alzó como la triunfadora en la vigésimo séptima edición de los Premios Goya al llevarse diez de los dieciocho premios a los que optaba, entre ellos los principales de mejor actriz (Maribel Verdú), mejor actriz revelación (Macarena García), mejor guión original, mejor vestuario o mejor banda sonora, no así en la disciplina de mejor dirección, donde Pablo Berger no ganó en detrimento de Juan Antonio Bayona, quien dio la sorpresa al alzarse con el premio por Lo imposible, que terminó la gala como la segunda ganadora de la noche. La actual vencedora queda como la tercera ganadora histórica, tras Mar adentro y ¡Ay, Carmela!, de unos premios con más de cuarto de siglo de historia. No tuvo recompensa la película de Fernando Trueba, El artista y la modelo, al irse de blanco en una noche en la que brillaron Concha Velasco, goya de honor, y José Sacristán, mejor protagonista masculino por El muerto y ser feliz. Una noche de reivindicaciones, críticas a la situación actual del país, con gags humorísticos de la mano de Muchachada Nui, emociones y algún que otro error garrafal.
Afincados este año en el Centro de Congresos Príncipe Felipe, Eva Hache fue la encargada de conducir una de las galas más cargadas a nivel político que se recuerdan desde la edición del "No a la guerra", iniciando la noche con un recuerdo al mejor García Berlanga. Su discurso de presentación, en el que no dejó títere con cabeza, tenía como principal objetivo las políticas de recorte del actual gobierno de Mariano Rajoy, y también las de su ministro Wert, cuyas áreas de educación y cultura han estado muy presentes en los últimos meses. No se perdió de vista en ningún momento las referencias a las tijeras y los sobres, referentes al caso Bárcenas.
En una gala que se preveía compleja, Blancanieves tuvo que esperar al segundo galardón de la noche para arrancar y no parar. Mientras que Joaquín Núñez abría la lata para Grupo 7 con el de mejor actor revelación, posteriormente Alain Bainée y Paco Delgado dieron la vuelta al marcador para que la cinta de Pablo Berguer se llevara dos, los de mejor dirección artística y mejor vestuario, parcela por la que Paco Delgado está nominado en los Oscar gracias a su trabajo en Los Miserables.

Seguía la lista de premios y Lo imposible conseguía el primero de sus cinco "cabezones" gracias al mejor montaje. Tras la categoría de los cortometrajes, fue el turno para la reivindicación de la noche en la persona de Candela Peña, mejor actriz de reparto por Una pistola en cada mano, cuyo discurso de agradecimiento, en el que recordaba las penurias por las que ha pasado, la Sanidad pública, así como la necesidad de un trabajo, caló en los presentes, por los que reclamaba "trabajo, que tengo un niño pequeño al que alimentar". Tras el monumental repaso a la trayectoria artística de Concha Velasco, goya de honor en la presente edición, quien recibió el premio de manos de su sobrina, Manuela Velasco (goya a la mejor actriz revelación por REC), llegó el momento más controvertido de la noche, y por el que las redes sociales echaron humo.
Sin ser la categoría más relevante de la noche, la de mejor canción original del 2013 quedará por ser la más sonada al proclamar falsos ganadores a Victor Peinado, Pablo Cervantes y Pablo Fernández, que realizaron "Líneas paralelas" para Els nens salvatges. Fue el nombre que dijeron Adriana Ugarte y Carlos Santos, presentadores de turno. En mitad de los aplausos, mientras sus componentes bajaban a recibirlo algo no cuadraba. Nerviosos, Adriana y Carlos pidieron parar la ovación anunciando que no era Els nens salvatges sino Blancanieves la ganadora. La confusión cubrió el Centro de Congresos al ver que sobre la mesita del escenario había dos sobres, uno con el nombre de Els nens salvatges y otro con Blancanieves, cuyos miembros subieron entre la confusión y la alegría, entre la sorpresa y el susto para llevarse el goya.

Maribel Verdú y José Sacristán fueron los dos nombres más ovacionados, junto a Concha Velasco, en la vigésimo séptima gala de los Goya, al ganar sus respectivas categorías como actores protagonistas. Verdú, que acaparaba nueve nominaciones (es junto a Victoria Abril la que más ha recibido), ganaba su segundo premio goya tras Siete mesas de billar francés. Por su parte, el madrileño, con una dilatada carrera teatral, fue llamado para El muerto y ser feliz confiado en un proyecto que le dio una alegría: primera nominación y primer galardón.

Estampas curiosas, una mirada diferente, un final desolador.... Hay buen material y hermoso cine en las imágenes de 'Blancanieves' que nos trae Pablo Berger. Aunque no sé si el hecho de que se haya llevado diez Premios Goya en la última edición dice mucho de nuestro cine. Un saludo!!!
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