sábado, 23 de abril de 2011

La perfección tenía un precio


JON BURGOA | Madrid
Una bailarina con la necesidad imperiosa de alcanzar la perfección y triunfar; una compañera en la que reflejará el odio y los celos; una madre con un pasado artístico frustrado que cuida con recelo cada detalle, cada paso, de su ‘dulce niña’; un director artístico poco ortodoxo empeñado en sacar el lado oscuro de su diamante en bruto; una acción psicodélica y una ambientación musical de la mano de Clint Mansell capaz de tensar y emocionar cada minuto. Estos son algunos de los elementos recogidos por el director Darren Aronofsky y que se presentan en su última película, Cisne Negro.
Nina Sayers (Natalie Portman) es una bailarina de una compañía de danza de Nueva York que inicia la temporada con ‘El Lago de los Cisnes’ de Tchaikovski. Tras retirarse la anterior reina cisne, Nina es elegida para sucederla, pero tendrá dificultades para representar al mismo tiempo al delicado cisne blanco y al sensual cisne negro. La llegada de una nueva bailarina, Lily (Mila Kunis), le llevará a confundir la ficción con la realidad, pensando que quiere robarle su papel soñado.
En su nuevo trabajo, Aronofsky (Réquiem por un sueño, El luchador) sumerge al espectador en un thriller psicológico ambientado en el mundo del ballet, llegando a envolverle en una atmósfera dramática, casi de pesadilla, y presentándole una realidad confusa en la que Nina desarrolla sus miedos y fantasías, pero que no llega a distinguir con claridad. Pone interés en la puesta en escena, en darle ese carácter sombrío a los interiores, en los planos detalle de los pies para captar la tensión en los movimientos de baile, en la importancia y el simbolismo de los espejos a lo largo de la película, así como en trasmitir el delirio y la paranoia de Nina en sus momentos más convulsos, como su transformación con plumas en el cisne negro, sus encuentros con su otra yo, al arrancarse la piel o al toparse con los cuadros que le hablan y se burlan de ella.
Cisne Negro destaca por un uso desbordante de la cámara al hombro que puede llegar a marear e incluso irritar; sin contar que en momentos parece acosar a Portman, aunque con ello consigue meter al espectador en la piel y la mente de la delicada bailarina, dejando verla más de cerca, así como internarse dentro del propio ballet.

Natalie Portman logra una interpretación extraordinaria presentando a una Nina obsesiva por luchar contra sus demonios internos y abrazarse a su lado más oscuro, desbordando su sexualidad y asumiendo la autodestrucción para pasar de un aspecto virginal y frágil a algo fuera de control y desinhibido, el cisne negro.
El tándem que protagoniza junto a Kunis lleva todo el peso de la trama, pero ello no quita esencia al resto del elenco, con un arrogante Vincent Cassel en el papel de Thomas Leroy, quien necesita tornar a negro a su cisne blanco para encarnar el mal y la astucia de Odile; así como por Barbara Hershey, que interpreta a una madre sobreprotectora que impone sus reglas, encerrando a su hija en un mundo casi infantil del que no madura, negándola cualquier contacto con el mundo externo y cuya presencia en la representación final parece simbólica. Todo ello, sin olvidarse del regreso a la gran pantalla de Winona Ryder como Beth, la anterior reina cisne, a la que Nina tiene como un modelo a seguir en un principio.
El ‘tour de force’ de Cisne Negro está impregnado con el drama, la fuerza y el romanticismo propio que confiere el ballet de Tchaikovski. Portman asume el fatídico destino de su papel, como Odette el suyo para romper el hechizo que le aprisiona, para alcanzar finalmente el éxtasis de la propia superación personal que Nina ansía conseguir cueste lo que cueste, ser perfecta.

Datos a tener en cuenta:
Director: Darren Aronofsky
Reparto: Natalie Portman, Mila Kunis, Vincent Cassel, Barbara Hershey, Winona Ryder...
Género: drama, thriller psicológico
Nacionalidad: estadounidense
Estreno en España: 18 febrero de 2011
Duración: 103 min.
Clasificación: no recomendada para menores de 18
Valoración personal: 9

miércoles, 20 de abril de 2011

Perdona pero...

JON BURGOA | Madrid
...no me creo que hayas vuelto a sacar otra película, Moccia.
Este miércoles se estrena en España, muchos meses después que en Italia, la secuela de la historia de Niki y Alex que comenzó en Perdona si te llamo amor y que tiene continuación, tres años después, en Perdona pero quiero casarme contigo. Como este viernes es Viernes Santo, la cartelera se traslada a hoy. Parece que tendremos, aprovechando que se estrena en Semana Santa, un particular 'via crucis' con esta película.
Federico Moccia es polifacético. Escritor, productor, guionista y director, entre otras. Una versión antagónica del también polifacético Silvio Berlusconi, propietario de la productora de dicha película, Medusa Film.
Pienso, objetivamente, tras haber visto la película mucho antes que tantas de las quinceañeras ansiosas de ir hoy al cine y gastarse al menos seis euros en la entrada, pudiéndola haberla descargado de PelisYonkis desde hace meses o verla por cachos en el portal de YouTube, que no vale la pena. No aporta nada nuevo, ni antes tampoco. Aunque daré ciertos matices.
No se puede negar el éxito rotundo que han tenido los libros de Federico Moccia. Ha sido un rotundo éxito en ventas en varios países, y en España no ha sido para menos. Éstos, al contrario que los de Crepúsculo, tienen un target más amplio, aunque dirigido principalmente al público femenino, algunos hombres han caido también en estas historias. Pero no a todos convence.
Las películas son un campo de batalla distino. Hacer una versión cinematográfica de un libro es sumamente delicado, si quieres que se refleje la esencia del mismo. Como los libros no aportan esencia, no sé qué habrá echo para aliñar tales películas. Te puedes imaginar que repetir plantel con Michela Quattrociocche como Niki y Raoul Bova como Alex augura ganancia. Genera riqueza, pero poca credibilidad. Salvo raras excepciones, pocos conocemos a una chica universitaria de diecinueve o veinte años a punto de comprometerse con su novio, al que conoció tras un accidente de coche, que tiene cuarenta años, casi la misma edad que sus padres.

Más o menos, ¿cual es el argumento de esta película? Por si alguien está interesado a pesar de lo que pueda exponer aquí en ir a verla.
El amor que se profesan Alex y Niki sigue intacto desde que se juraron amor eterno hace ya tres años. Alex sigue con su trabajo de agente publicitario cosechando éxitos, mientras que Niki ya está en la universidad. A pesar de la diferencia de edad, Alex está convencido de que Niki es la mujer con la que quiere casarse. Y, al principio, Niki también está encantada con la idea. Pero a medida que se acerca la fecha de la boda, las dudas, los miedos e incluso la tentación, hacen acto de presencia. Hasta que, de repente, Niki hace lo impensable.
No sólo se centra en la vida de ellos dos. Sus grupos de amigos también forman parte de la película, y dependerá de ellos varias acciones finales de la película. Ellas, aún en su etapa universitaria. Ellos, como nos podemos ver muchos hombres a su edad; treinteañeros, casados o divorciados, con problemas de pareja irrefutables, intentos de reconciliación, rupturas, nuevos encuentros...

Como antes expuse, el público al que se dirige es, mayoritariamente, femenino. Chicas quinceañeras, o ya superando los dieciocho, soñadoras, optimistas, intentando buscar en sus vidas un reflejo de lo que la ficción hace posible en el papel de Niki. Algún rezagado quedará por ahí. Serán de los pocos. O bien es que le gusta la trama, o va a acompañar a la novia al cine. Obligado o voluntario. Tengo un caso cercano que mientras escribo estas lineas la estará viendo, y no precisamente de forma voluntaria. Puede que salga contento del cine, ya le preguntaré.

Si puedo romper una lanza a su favor, y lo voy a hacer a medias, es el uso de la música en esta película. En la primera, hubo una clara presencia del cantautor Vasco Rossi, así como de Zero Assoluto entre otros. Lástima que en esta última, las espectativas no sean tan buenas. La música es un salvavidas que ayuda a la película a mantener a flote la trama en todo momento. En mi opinión, destaco tres: Per dimenticare, de Zero Assoluto; Ora che non vivo, de Irene Fornacieri; y The thing about love, de Alicia Keys. Su colocación en momentos clave, lo salvan.

¿Seguiremos con el efecto Moccia? Me temo que por un largo tiempo, sí. Entre ésta película, la publicación del nuevo libro, y a expensas de su adaptación cinematográfica, así como de la versión española de Tengo ganas de ti, continuación de la soberbia y grandísima 3MSC (¿se nota la ironía, verdad?), pues nos queda un largo y tedioso período de tiempo a debate.
Nota mental con respecto a su eslogan. A todos aquellos integrados en este mini mundillo que nos ha envuelto, menos 'enamócciarte' y más vivir por uno mismo, sin atenerse a lo que un libro pueda contar. Te ayuda a dejar volar la imaginación, pero los problemas personales y las verdaderas experiencias, de todos y cada uno, no pueden ser recogidas en un libro.

No hace falta explicar el final. Toda comedia romántica se descubre por sí misma, y si lleva por título tal frase, blanco y en botella, blogueros.

domingo, 17 de abril de 2011

Malversionando los cuentos infantiles


JON BURGOA | Madrid
El pasado viernes 15 de abril se estrenaba en nuestras carteleras la versión en carne y hueso de uno de los clásicos de nuestra infancia, el cual muchos nos habrán contado antes de ir a la cama alguna vez: Caperucita roja. Muchos de nosotros conocemos la versión cuasi moderna de esta historia, la que recogieron en el siglo XIX los hermanos Grimm; aunque el cuento parte como una leyenda europea de la Edad Media.
Parece que nos encontramos ante una sacudida por parte de los estudios de Hollywood de versionar todos los clásicos que introdujo en el cine hace décadas, principalmente, Disney. Proximamente, aunque no hay fecha fija, podremos ver en la gran pantalla la nueva versión de Blancanieves, que actualmente está en proceso de preproducción y que estaría protagonizada por Kristen Stewart, aunque tampoco se puede confirmar de momento. Hugh Jackman o Viggo Mortensen entraban en los planes de la productora, pero ambos han rechazado interpretar al cazador.
Quien está al frente de este proyecto es, nada más y nada menos, la directora de la primera película de la saga Crepúsculo, Catherine Hardwicke. ¿Y por qué este detalle? Quien lea esta entrada se puede hacer esa misma pregunta, y es que nos encontramos ante una producción hecha a imagen y semejanza de su gran (como catalogan algunos) obra. Muchos decimos que la batuta de un director de cine marca el ritmo y la forma de hacer una película. Éste es un ejemplo de cómo fastidiar un cuento infantil además de, valga la redundancia, una película. No logra una versión ambientada, y se encuentra a años luz de la más que lograda Alicia en el país de las maravillas de Tim Burton.
Volviendo al tema crepusculario, comparte cierta temática: paisajes lúgrubes, chica indefensa, hombre lobo... Si no fuera porque sabemos como acaba esta historia, nos encontraríamos ante otro caso de relación zoofílica en el cine.

¿Qué nos cuenta esta película?
Centra la acción en la vida de Valerie (Amanda Seyfried), quien tiene una lucha interna por dos hombres; un forastero del que está enamorada, Peter (Shiloh Fernandez), y el hombre con el que se tiene que casar por un matrimonio concertado, Henry (Max Irons). Peter huye con Valerie cuando descubren que su hermana mayor ha sido asesinada por un lobo que ronda el bosque cercano a la ciudad.
Durante años, la gente había tenido una tregua con la bestia, ofrecíéndole un sacrificio de un animal cada mes. Con la luna llena roja, el lobo ha ido más allá de las estacas y se ha llevado una vida humana. Con hambre de venganza, la gente llama al famoso cazador de lobos, el padre Solomon (Gary Oldman), para que los ayude a matarlo, pero la llegada de Solomon trae consecuencias cuando advierte que el lobo, que tiene forma humana de día, es uno de ellos, y que puede ser alguien cercano a Valerie.

Tiene como principales protagonistas, como antes se ha puesto, a Amanda Seyfried (Mamma Mia!, Querido John) y a Gary Oldman (Drácula, Harry Potter). Un gran chasco que me he dado con Oldman. Aquel que me produjo miedo Hannibal o en Drácula de Ford Coppola ha reducido su semblante a ésto...
Decisión vuestra es la de ir o no ir a ver una variación de Crepúsculo. Al fin y al cabo, esta moderna Caperucita es una mala versión de un cuento de hadas.

jueves, 14 de abril de 2011

14 de abril de 1931


JON BURGOA | Madrid
Como presentación, una de las instantáneas que recuerdan las horas siguientes a la proclamación de la República en España, tomada en Madrid por Alfonso Sánchez Portela.
Tal día como hoy, 14 de abril, hace ochenta años, quedaba instaurada en nuestro país la II República. El nuevo sistema vendría a consolidarse tras un golpe de Estado y una dictadura permitida por el último de la segunda venida -o tercera, según se viere- de los Borbones, Alfonso XIII, abuelo del actual titular de la casa real en España.
El resultado de las elecciones municipales del 12 de ese mes, aun saliendo los monárquicos como ganadores en cuanto a número de votos, la superioridad de los votos republicanos conseguidos en la mayoría de las capitales supuso el descalabro final. Una situación de crisis que pudo empeorar si se hubiera usado, como se pensó en un comienzo, la fuerza del ejército. El cambio quedó patente en la famosa frase pronunciada por el almirante Juan Bautista Aznar, entonces Presidente del Consejo de Ministros, que resumía la duda existencial de España en esas horas:
"¿Qué más crisis desean ustedes que la de un país que se acuesta monárquico y se levanta republicano?".
Tras la dimisión de Aznar, supongo que hubo algo más que silencios y miedo. No saber cómo amanecerá un país, se quiera o no, es una responsabilidad de carácter importante. Nunca he negado mi afición por la historia, y muchos de los que me conocen saben que esta materia me fascina. He devorado libros y libros sobre historia y, conociéndome, aún me quedarán muchos más. La década de los años treinta es una de las más convulsas del pasado siglo por lo que en diez años sucedió, de una dictadura a la reflexión monárquica y de producirse un cambio radical a terminar en un conflicto bélico. Y quizá ese carácter complejo sea lo que me fascina.
En este 14 de abril de 1931, tras las negociaciones fallidas entre Alcalá Zamora, futuro presidente de la República, y Álvaro de Figueroa, conde de Romanones, para solventar la situación y proteger la vida del monarca en esos momentos tensos, Alfonso XIII decide poner punto y final. Marcha a Cartagena (Murcia) para exiliarse finalmente en Roma hasta su muerte, tras pasar por París.
De aquí en adelante, por algo menos de ocho años, el país sufre una metamorfosis. Son ocho años en el que la tricolor ondeó. Ocho años en que el Himno de Riego sonó. Ocho años que, sin duda, marcaron un antes y un después en la historia de España. Pero eso ya es otra historia.

sábado, 2 de abril de 2011

Penélope Cruz ya luce en el Paseo de la Fama de Hollywood


JON BURGOA | Madrid
Penélope Cruz (Alcobendas, 1974) inauguró el pasado viernes 1 de abril su estrella en el archiconocido paseo de Hollywood Boulevard, en Los Angeles (California). Es la primera española que consigue tal galardón; un hito para nuestro país, cuyo nombre se suma a Julio Iglesias, Plácido Domingo o Antonio Banderas.
La actriz, de 36 años, ha tenido una carrera ascendente. De comenzar como chica protagonista en un videoclip de Mecano (La fuerza del Destino) a consolidarse como una de las actrices españolas más talentosas de la última década, con actuaciones tan recordadas como Jamón, jamón, La niña de tus ojos o Volver, dando el posterior salto a Hollywood, donde se consagró de la mano de Woody Allen al lograr en 2008 el Oscar a mejor actriz de reparto por Vicky Cristina Barcelona.
Acompañada de su compañero de reparto en Piratas del Caribe 4, Jhonny Deep, y del director de la película, Rob Marshall, así como de sus hermanos y de su marido, Javier Bardem, la madrileña destapaba su estrella cerca del Teatro El Capitán, rodeada de medios locales e internacionales.
Penélope Cruz aprovechó el momento para agradecer a directores como Fernando Trueba, Pedro Almodóvar, Woody Allen o Bigas Luna todo lo aprendido con ellos a lo largo de los años. Después, pasando al ámbito personal, añadió que se trata de “un día muy especial y feliz para mí” y tuvo unas palabras de afecto para sus padres y hermanos, así como para su pareja y su hijo.
De ella, el actor Jhonny Deep dijo que “es una persona dura, ya no hay mujeres así. Me siento un privilegiado por tenerla en mi vida”. Por su parte, Rob Marshall, quien la había dirigido en Nine, por la que optó otra vez al Oscar, afirmaba que “es un placer trabajar con ella hombro con hombro”.