domingo, 24 de octubre de 2010

El añoro que me dejó la chica de ayer


Pocas canciones marcaron época. Pocas canciones calaron tan hondo con frases tan simples y bellas. Nacha Pop, y en especial Antonio Vega, fueron partícipes de esta canción de los años 80, La chica de ayer.
Sin duda, una canción querida por todos, que les recuerda su juventud, aquella época de incertidumbre en la que España se sumergió de cabeza tras la Dictadura.
Somos muchos los que nacimos después de que se compusiera. Es más, somos de la década posterior a su lanzamiento.
Yo la tengo como una de las mejores canciones escritas en castellano y un icono de la Edad de Oro del pop en España.
Es una canción con la que sonríes, sueñas, suspiras, recuerdas y te enamoras. Tiene todos los ingredientes. Muchas veces la he tarareado, la he versionado con la guitarra y me he lucido en la calle al son de la canción. Sin duda, es el reflejo romántico de una década y de una generación.
Lo que molesta, sinceramente, es que haya una generación entera que no conozca esta canción, ni al grupo, ni siquiera que signficó la Movida para la cultura de nuestro país. Donde el reggaeton y demás inventos han cuajado, del resto se han olvidado. No hay que dejar que pase éso. Sería una pérdida que todos lamentaríamos.
Muchas gracias Antonio por dejarnos esta perla, entre las tantas que nos dejaste. La guardaremos como un bien preciado.

lunes, 18 de octubre de 2010

Llegará lo antes posible


- Bueno. Y dime una cosa, ¿por qué Tony? ¿Fue por su dinero?, ¿por su pijama de kung-fu? ¿Por qué? ¿Qué tiene?
- Es mi hombre.
- Tu hombre.
- Sé que suena algo cursi, pero sí.
- Está bien, voy a decir algo en voz alta que últimamente me he esforzado mucho en reprimir. Lo que tenéis tú y Tony, lo que creí que al principio teníamos tú y yo, lo que sé que tienen Lily y Marshall, es lo que yo quiero. En serio. Siempre estoy con la esperanza de que algún día me va a suceder a mí, pero supongo que ya estoy cansado de esperar... Y eso es todo lo que tengo que decir sobre el tema.
- ¿Sabes que una vez me libre de una multa?
- ¿Ah, sí?
- Iba hacia el norte, a casa de mis padres a unos 150 por hora, y me pararon. El policía se bajó del coche y se me acercó contoneándose y me dijo: "señorita, llevo todo el día esperándola". Entonces le miré y le dije: "lo siento agente, he venido lo antes posible".
- ¿En serio?
- No. Es un chiste [...] Sé que estás cansado de esperar y quizá tengas que esperar un poco más, pero ella está en camino. Y llegará lo antes posible...
- Adiós Stella.
- Adiós Ted.

Y así es como se cierra una etapa en esta serie y en la vida de Ted, al romper el último hilo que le unía a Stella. Pero podemos entrever que, cerrado un ciclo, otro se abre ante nosotros, y como todos los objetivos que nos proponemos en nuestra mortal vida, todo ha de llegar en su momento o, incluso, antes de lo que esperamos...

Podemos dejar al destino que se encargue de ello. Dejar macerar nuestras acciones, nuestras intenciones y nuestras palabras y hacer que ese poder ineludible que siempre está ahí se encargue del resto, pues es el único con bastante fuerza para hacer que pase lo que tiene que pasar.
Ya sabemos que querer adelantar los acontecimientos precipitándonos con nuestas acciones a la ligera no es buen consejo. Podemos salir perjudicados de esa acción y ver cómo todo el curso cambia teniendo que volver a empezar de cero otra vez, algo que no nos gusta.
Mi esperanza, mi deseo o mi desvivir, podría decir, es que este curso siga su camino, que no cambie de dirección en la próxima rotonda y que llegue al destino final, incluso antes de lo que espero.

Termino con una cita del escritor estadounidense Henry Miller (1891 - 1980): "vivir sus deseos, agotarlos en la vida, ese es el destino de toda existencia".

martes, 12 de octubre de 2010

Lo nuevo de Richard Aschroft

Tras su etapa con The Verve, en la que encontramos éxitos como Bitter Sweet Simphony o The Drugs Don't Work, ambas del disco que les catapultó a la fama internacional, Urban Hymns (1997), el vocalista Richard Aschroft vuelve con otro proyecto en solitario, que al estilo de The Boss con su E Street Band, conforma junto a RPA & The United Nations of Sound.
Su primer sencillo, Born Again.

domingo, 10 de octubre de 2010

Cuando menos te lo esperas


No fueron semanas fáciles. Unas cuantas entradas de este blog son testigos mudos de cómo escribía. No parecía que nada podía cambiarlo, es como si la realidad se hubiera apoderado de todo. Pero, entonces, cuando menos lo esperaba... Ésta es la frase inicial de Un redoble, por favor, un episodio de la primera temporada de Cómo conocí a vuestra madre.
Parece ser que cuando lo menos lo esperas, los planetas se alinean y el destino se te cruza en tu camino, te pide tu número y te manda un sms para darte una buena nueva. Si hago caso a ésto, veo que las casualidades no existen y que este proceso estaba predeterminado desde hace algún tiempo.
Hay mucha similitud con otro episodio, No hay mañana. Cuando la fiesta de San Patricio, donde vemos, por primera vez a la futura mujer de Ted Mosby. Verás Aroa como sea la misma que la de Milk.
Bueno, como iba contando. Ted fue a la fiesta de San Patricio, y menos mal que lo hizo porque, casualmente, su mujer estaba ahí.
Si el destino te cruza algo en el camino es por algo, bueno o malo.
Cada vez voy creyendo más en esta paradoja, debido a esos acontecimientos que pasan. Aquello que veía como imposible o muy lejano de cumplir, de repente, así de buenas, pasa. No voy a engañarme. Hace poco más de cuarenta y ocho horas solté un grito de alegría, una carcajada de esas que muecas cuando te toca la lotería o algo similar.
Me despedí de mi amigo y esperé a que pasara el autobús, y por mucho que sonara cualquier canción en el mp4, yo sólo tenía una en mente...
Fue un trayecto de apenas veinte minutos, pero veinte minutos distintos a cualquier otros veinte minutos. Especiales, alegres... Vamos, poco común.
Y ahora llega el momento de No hay mañana. El monólogo final que dice Ted:
"Así que así fue el día de San Patricio del 2008. Años después, me enteré de que vuestra madre estuvo en aquella fiesta, pero no la conocí allí. Y menos mal que así fue, porque si la hubiese conocido no creo que yo le hubiese gustado. De hecho, creo que ni siquiera yo me gustaba. Pero no importa, el mañana había llegado".
Y sonó la canción...
Y aquí no termina el monólogo. Aún queda la mejor parte:
"La verdad es que yo aún no lo sabía, pero mi suerte estaba a punto de cambiar".
Y de nuevo sonó la canción...
Similitudes con Cómo conocí a vuestra madre en muchas cosas que he contado, algunas hay. Yo pensaba hasta hace poco que no, pero realmente es así.
Creo que no cambio por nada del mundo esas horas del viernes, esa gran tarde, tal como me dijiste, esas risas, esas fotos, esa bofetada a mi mejilla sin intención de una amiga algo contentilla, ese cuarto de hora sentados cerca del Laboratorio I, esas cosas tan alagadoras de mí que no sabía que comentabas a tus amigos, ese helado tirado al suelo, ese trayecto en metro y Renfe y esa despedida de apenas segundos, que no dejé la última por casualidad... Por esa siguiente que pronto esperemos ver hecha.
Y la vuelta fue con la misma canción. Aprendida hasta la saciedad porque me encantaba cómo estaba situada en la serie, he visto que era perfecta para este momento. Ojo, que Mother of Pearl, sigue aún vigente. Una gran canción que se está ganando un puesto entre las mejores de mi mp4 y que pongo a continuación.

jueves, 7 de octubre de 2010

Entrevista con Ana Samboal


Ana Samboal (Ávila, 1978) es periodista especializada en información económica. Actualmente es directora y presentadora de Diario de la Noche (de lunes a viernes, a las 0.00 horas), programa informativo de Telemadrid. Fue presentadora de Gabinete de Crisis, espacio dedicado a la economía, del que más tarde saldría un libro derivado de ello: Gabinete de Crisis (La esfera de los libros, 2010). Es tertuliana en programas de radio. En un ambiente distendido, le pregunto por varios temas, como sus orígenes en la profesión, su presente y futuro en el periodismo, así como por algunos de los asuntos económicos más relevantes del panorama nacional.

Jon Burgoa: ¿Te metiste en el periodismo por vocación, por influencia o por la curiosidad del medio?
Ana Samboal: Por vocación. Siempre he querido ser periodista. Recuerdo que cuando iba al colegio ya lo decía que iba a ser periodista. Mis padres se lo tomaban como una broma, porque pretendían que yo fuera economista al principio, que era lo que les encantaba, y cuando dije qué no, que era en serio, que iba a ser periodista, les costó un poco encajarlo, no demasiado, la verdad. Y me alegro de haber estudiado periodismo y de haber trabajado como periodista.
J.B.: ¿Cuándo y dónde comenzaste la carrera?
A.S.: En la Universidad Complutense de Madrid, entre 1990 y 1995. Luego hice un máster en economía por la Universidad Antonio de Nebrija en Periodismo Económico y Comunicación Empresarial.
J.B.: ¿Cuáles fueron tus comienzos en el periodismo?
A.S.: Pues empecé estando en primero de carrera, en un programa que llevaba muchos años y que creo que aún está en antena, en Radio Intercontinental, Caliente y Frío, haciendo boletines de noticias. Estuve unos seis meses. Y, después, trabajaba durante las vacaciones. Estuve trabajando en un periódico de Ávila, aunque por el cuidado, el formato y demás, parecía una revista. Fueron varios veranos, varias vacaciones de Navidad, de Semana Santa... En cuanto tenía un rato libre, me iba para allá.
J.B.: ¿Recuerdas con cariño aquella época?
A.S.: Sí, sí. Con mucho cariño. He tenido muy buenas experiencias, he aprendido mucho y, sobre todo, porque cuando estás en sitios pequeños, te da la oportunidad de hacer de todo. Un día te toca hacer fotos, otro día toca hacer un reportaje o una noticia de última hora. Entonces, aprendes realmente mucho.
J.B.: ¿Crees que es necesario tener una preparación más a fondo al querer informar sobre asuntos tan delicados como la economía?
A.S.
: Sí, pero no sólo en los periodistas. Sino también en los estudiantes de otras carreras así como en los institutos. Creo que deberíamos tener una cultura económica mucho más amplia todos en general.
J.B.: Fuíste subdirectora de Diario de la Noche en las etapas de Germán Yanque, Sánchez Dragó y Hermann Tertsch. ¿Aprendiste mucho trabajando con ellos?
A.S.: Por supuesto. Empecé como redactora de economía con Germán, de ahí pasé a copresentadora con Sánchez Dragó. Y más tarde subdirectora. Siempre aprendes de toda la gente con la que trabajas, ya sean directores o redactores, yo aprendo mucho de mi equipo todos los días, y eso me dan ganas de seguir.
J.B.: Ahora como directora y presentadora de Diario de la Noche, ¿eres consciente de la responsabilidad que tiene?
A.S.: Obviamente lo soy. Pero creo que eres responsable siempre de la parcela que te asignan. Cuando era redactora siempre intentaba hacer la mejor pieza de economía y, ahora, intento hacer el mejor informativo del día. Yo creo que tienes que ser responsable estés donde estés y tengas la responsabilidad que tengas.
J.B.: Eres tertuliana en Es la mañana de Federico en es Radio. ¿Se nota mucho el cambio de medio y formato?
A.S.: Voy una vez cada quince días y sí, se nota el cambio. Diario es un programa informativo, en el que hay un espacio para la opinión, y el programa de radio es una tertulia. Es completamente diferente. Pero es bonito. A mí la radio me gusta mucho.
J.B.: ¿Has pensado en cambiar de aires y dedicarte al periodismo en otra vertiente?
A.S.: Hay muchas cosas que quieres hacer, pero ahora mismo lo que pienso es en Diario de la Noche, mañana pues no lo sé. A veces, hay que dejarse llevar. Yo nunca pensé hacer televisión, me encantaba la radio, y lo que más he hecho ha sido televisión, y no me arrepiento ahora, me gusta mucho.
J.B.: Presentaste Gabinete de Crisis, programa que trataba la economía. ¿Cree que tendría que haber más programas que se dedicaran a tratar los asuntos económicos que preocupan a los ciudadanos?
A.S.: Yo creo que hay información suficiente, si hubiera más, mejor. Lo que pasa es que después no tienen audiencia. Las televisiones son una industria. Aquí, en Telemadrid, se consiguió hacer durante dos años porque es una televisión pública. Pero una privada vive más pendiente de los resultados, y a lo mejor un programa de estas características no hubiera durado ni un mes.
J.B.: ¿Qué te parece la Reforma Laboral aprobada el pasado mes en el Congreso de los Diputados?
A.S.: Me parece mala, no es la que este país necesita. Hay que dar más flexibilidad a las empresas, y para ello hay que descentralizar la negociación colectiva, algo que no le interesa al Gobierno, a los sindicatos y a la CEOE. Hay que proteger los derechos de los trabajadores, para que, flexiblemente, con la dirección, negocien las condiciones de trabajo, los horarios y los salarios. Si hubiera sido así, creo que hubieran sobrevivido muchas más empresas a esta crisis si el mercado laboral fuera más flexible en este aspecto.
J.B.: Tras salir las listas del paro de septiembre, la ministra de Economía dijo que en el 2011 habrá menos paro que en este año. ¿Crees en esta afirmación?
A.S.: Pues yo creo que se contradice a sí misma. Por una razón, porque en el proyecto de Presupuestos del 2011 que presentó en el Congreso, la previsión de tasa de paro sube del 19,4% de este año al 19,8%. Es decir, en un papel dice que baja, y en otro, dice que sube. Se le preguntó por este tema y dijo que la caída del desempleo bajaba lentamente debido al aumento de la población activa, por eso no caía la tasa del paro.
J.B.: Con respecto a la Huelga General, ¿crees que era necesaria realizarla ahora o hubiera sido mejor haberla convocado con anterioridad o no haberla convocado?
A.S.: Yo creo que tal como se ha planteado, es un método que no surte ningún efecto. Pero, desde luego, el 29 de septiembre, con todo lo que los sindicatos criticaban aprobado, ya no había lugar a esa huelga general. En todo caso, haberla convocado antes del verano, cuando tenían capacidad de movilizar a la opinión pública. Pero, en cualquier caso, creo hubiera sido un fracaso, ya que la sociedad ve a los sindicatos como responsables, en gran medida, de la situación económica que vivimos.

viernes, 1 de octubre de 2010

Esperar sentado

Como una de esas reflexiones metafísicas de Meredith Grey. Esperar sentado es la opción que todos mantenemos cuando no sabemos qué dirección cogerá el asunto que nos quita las ganas de comer, de seguir... Eso que nos reconcome de una u otra manera.
Si hubiera una escena que pudiera representarlo, sería una que fuera a cámara lenta; apoyados contra la pared, uno enfrente del otro, con esos intensos -y drámaticos- segundos de silencio.
Ojalá las cosas fueran más fácil o que, incluso, el destino se nos pusiera de nuestra parte e invitara al receptor del mensaje a que continuara el sendero para llegar al final del asunto.